La estafa piramidal: Una dura lección que aprendí

Una de mis mejores amigas vino a verme en enero de 2017 y me pidió que me uniera a un programa de inversiones. Aunque no estaba completamente segura, por la forma en la que hablaba, imaginé que se trataba de un negocio piramidal. Aún así, impulsada por mis apegos a guardar las apariencias y a la ganancia personal, acepté invertir y aboné unos pocos miles de yuanes por mi cuota de membresía. Como no podía dedicarle mucho tiempo, mi amiga accedió a administrar mi cuenta.

En febrero, mi período menstrual se volvió irregular. En un principio, mi ciclo mensual se redujo a 20 días. Luego, siguió descendiendo a menos de 15 días. Esto me llamó la atención. Mi amiga me confió que también sufría períodos de menstruación irregulares. Tenía la sensación de que este estado anormal de mi cuerpo estaba relacionado con el programa de inversiones, pero no sentía que fuera lo suficientemente urgente como para hacer algo al respecto.

Una noche, durante un sueño, una voz me dijo que no debía, bajo ninguna circunstancia, pedirle a más personas que se unieran al programa de inversiones. Después de despertarme, decidí no dejar que mi amiga siguiera controlando mi cuenta. Cambié mi contraseña.

Dos días después, mi amiga me llamó y me pidió la nueva contraseña. Dijo que planificaba incluir a unas cuantas personas más bajo mi nombre.

Ahora, que había obtenido un claro entendimiento del programa pude rehusar su petición. Le dije que había decidido dejar el programa. Aunque intentó persuadirme de mil maneras, no consiguió hacerme cambiar de opinión. Este abril, mi período menstrual volvió a la normalidad.

Deshaciéndome del sentimentalismo hacia mi marido

El mejor amigo de mi marido, Yang, murió súbitamente el año pasado. Ninguno de sus familiares sabía la contraseña de su celular. Les resultó muy difícil conseguir acceder a su teléfono e informar a todos sus conocidos de su inesperada muerte.

Cuando mi esposo acabó de ayudar a la familia de Yang a hacer los preparativos para su funeral y zanjar otros asuntos relacionados, de repente, me preguntó: "¿Cuál es la contraseña de tu cuenta bancaria? Si te murieras de imprevisto, no podría sacar el dinero”.

Aunque me lo estaba preguntando despreocupadamente, debido a que mis sentimientos hacia él eran muy fuertes, me sentí verdaderamente triste y no conseguí quitarme aquella pregunta de la cabeza durante mucho tiempo. “¿Cómo puede pensar en el dinero en vez de sentirse afligido cuando alguien muere?”. Cuanto más pensaba en ello, más me disgustaba.

Finalmente me di cuenta de que soy una cultivadora. Nada de lo que encuentro es casual. En la cultivación, debemos purificarnos constantemente, librarnos del sentimentalismo humano y del apego a la ganancia personal. ¿Cómo podría alcanzar la perfección sin abandonar estos apegos?

De pronto, mi mente se volvió lúcida: Debo agradecerle que me ayudara a entender estos principios, en lugar de sentirme molesta con él. Le di la contraseña de mi cuenta bancaria.

Este año, durante mi cumpleaños, justo antes de la cena, me dijo que se había puesto en contacto con la esposa de Yang. Hablaron de quedar para que nos viéramos en el futuro.

Me sentí un poco enojada. “Aunque estábamos celebrando mi cumpleaños, estaba pensando en la esposa de su amigo, en vez de en mí". Entonces me di cuenta de que sentía celos de la esposa de Yang. Debido a que el cumpleaños de Yang era el mismo día que el mío y a que acababa de fallecer, era natural que se acordara de ellos.

Me di cuenta de que deseaba que mi esposo pensara solo en mí, todo el tiempo. Estaba siendo egoísta; quería poseer el control de cada uno de sus pensamientos. Este fuerte sentimentalismo que sentía por él, era algo de lo que debía deshacerme si quería tener éxito en la cultivación. Mi meta final es ir al cielo tras alcanzar la perfección, así que ¿por qué me preocupaba tanto cómo me trataran los demás?

Apego a la lujuria

Durante mucho tiempo, tomé muchas precauciones en mi cultivación para no cometer errores en el tema de la lujuria. Después de leer el artículo que se publicó en Minghui: "El mar del sufrimiento y la lujuria visto en otra dimensión", me volví muy cautelosa con el apego a la lujuria. Reflexioné sobre aquel hombre y aquella mujer que habían depositado minúsculos gusanos de la lujuria en las raíces de los lotos, con el fin de destruir a los practicantes de Dafa.

Si conseguía mantenerme despierta y con la mente lúcida, nunca cometería un error en este aspecto. A veces en mis sueños, sin embargo, podía sentir los gusanos de la lujuria atacando mis zonas sensibles. Sentía gran frustración cuando despertaba, y casi llegué a perder la confianza en mí, creyendo que me resultaría imposible eliminar las interferencias producidas por estos gusanos. También desarrollé verdadero pánico a que las viejas fuerzas estuvieran haciendo arreglos para que tropezara en mi cultivación.

Como crecí en el campo, de niña veía serpientes a menudo. Les tenía tanto miedo que a veces ni siquiera me atrevía a salir sola de casa. El otro día volví a ver una, por la ventana del apartamento donde vivo. Se arrastraba lentamente por las escaleras a lo largo del tendido de cables de Internet. Como vivimos en el cuarto piso, me sorprendió que hubiera llegado arrastrándose hasta aquí.

En chino, “serpiente" se pronuncia casi igual que "lujuria". Ver una serpiente después de tantos años, subiendo las escaleras arrastrándose por el cableado de Internet, ¿no era una pista clara de que las sustancias degeneradas de la lujuria habían entrado en mi campo a través de Internet?

Recientemente había estado viendo una novela histórica y me gustaba uno de los personajes principales. Después de verla, durante un rato, me sentía mareada. Caí en la cuenta de que me gustaba observar a aquel actor debido a mi apego a la lujuria.

Al recordar los sueños que había tenido, también llegué a comprender que se trataba más de un apego que tenía que vencer, que de algo a lo que temer. Hasta ese momento, aunque mis sueños me inquietaban mucho, nunca había entendido lo que significaban. Pude reconocer que había desarrollado un miedo feroz a las viejas fuerzas, en lugar de mirar el tema desde la perspectiva del Fa y usar el poder del Fa para superar esta prueba.

Shifu dijo:

“Debido a que su naturaleza innata no había cambiado, se transformó de nuevo en una gran serpiente y me creó problemas. Al ver que esto ya era demasiado, la atrapé con mi mano y con un gong muy poderoso, llamado gong disolvente, disolví la parte inferior de su cuerpo, convirtiéndola en agua; la parte superior de su cuerpo regresó huyendo.

Dado que él siguió haciendo maldades, desbaratando mi transmisión de Dafa, lo aniquilé definitivamente” (Zhuan Falun).

Comprendí que el Maestro nos ha concedido todas las habilidades que necesitamos. La clave reside en si tendremos la fe necesaria. Desde aquel momento, en cuanto las sustancias degeneradas de la lujuria venían a interferirme, enviaba pensamientos rectos y las eliminaba.

También me di cuenta de que mi comprensión de la lujuria se veía influenciada por las ideas de la medicina moderna y que no estaba usando el estándar de los niveles altos para disciplinarme. Ese tipo de deseos son, de hecho, muy sucios si se miran desde un nivel más alto.

Ahora, he dejado de temerle a las viejas fuerzas. Creo que, con la guía del Fa y el fortalecimiento progresivo de Shifu, puedo romper los arreglos de las viejas fuerzas y deshacerme por completo de mi apego a la lujuria.