(Minghui.org) Cuando trabajé para la Tianshan Wool Textile Corporation en la Región Autónoma de Xinjiang, me asignaron a trabajar en el sistema penitenciario esto fue en el año de 1999. Era responsable de organizar las materias primas, la contabilidad de costos y la supervisión del procesamiento.

Entre 2002 y 2008, trabajé como instructor técnico para la producción de suéteres en la quinta prisión de Xinjiang, y entré en contacto con un grupo especial de personas: practicantes de Falun Dafa sentenciados ilegalmente.

Ellos creían firmemente que no habían hecho nada malo, y no fueron intimidados por los guardias en absoluto. Su creencia inquebrantable, me impresionó profundamente.

Con mis propios ojos, vi a un practicante de Falun Dafa negarse a usar el uniforme de la prisión. Luego, los guardias asignaron a cuatro presos criminales para vigilarlo durante todo el día. No lo dejaron comer ni dormir, y los guardias lo golpearon y lo electrocutaron con picanas eléctricas, pero no pudieron quebrantar su voluntad.

Los guardias me dijeron que, en el cuarto de confinamiento solitario, tenían una tabla de madera del tamaño de una cama con esposas de metal en sus cuatro esquinas; las manos y los pies de las víctimas eran amarrados con las esposas de metal. También tenían picanas eléctricas que colgaban en la pared y las utilizaban en las víctimas. Yo estaba horrorizado de escuchar sus descripciones, pero los practicantes de Falun Dafa no tenían miedo.

Aprendiendo de los practicantes mientras trabajan con ellos

Había más de 200 prisioneros donde trabajé, incluidos siete u ocho practicantes de Falun Dafa. Los guardias asignaron a aquellos que tuvieran educación para ayudarme a hacer la contabilidad. Un practicante llamado Hu Jingyao fue asignado para ayudarme.

Tenía curiosidad acerca de los practicantes e hice un esfuerzo para conversar y observar a Hu Jingyao. Me enteré de que había sido profesor de química en una escuela técnica y que originalmente había sido condenado a dos años de prisión por practicar Falun Dafa. En su juicio, le había dicho al juez: "Falun Dafa es bueno y cultivar Falun Dafa no está mal". Y por decir esto, el juez añadió otro año más a su condena.

Su esposa, médica, también fue sentenciada a dos años de prisión por practicar Dafa.

Encontré que era una persona muy agradable. Era amable, eficiente y educado. Lo observé en silencio mientras trabajábamos. Me di cuenta de que los practicantes no eran para nada como los describían en la propaganda de la televisión. Por el contrario, eran personas muy buenas.

Me interesé en la práctica

Cuando los guardias no estaban cerca, Hu Jingyao me contaba muchas cosas sobre Falun Dafa, y poco a poco me interesé. Quería aprender lo que se enseñaba en el libro principal de la práctica, Zhuan Falun. Hu Jingyao me dijo que hablara con uno de sus amigos. Finalmente obtuve un libro Zhuan Falun .

Al leer Zhuan Falun, aprendí que Falun Dafa enseña a las personas a hacer buenas obras, a ser buenos, a decir la verdad y a mejorar su carácter. Llegué a entender que Zhuan Falun es realmente un buen libro.

También desarrollé respeto por los practicantes de Falun Dafa. Si más personas pudieran practicar Falun Dafa y seguir sus enseñanzas, menos personas harían cosas malas que van en contra de sus conciencias, y el nivel de integridad de la sociedad aumentaría.

Comprendí a los practicantes encarcelados. Tenían los principios divinos de Falun Dafa en sus corazones, lo que les dio coraje y resistencia. Un deseo de practicar Falun Dafa comenzó a surgir dentro de mí.

Ayudar a los practicantes me costó mi trabajo

Silenciosamente comencé a llevar libros de Falun Dafa a los practicantes en la prisión, hasta que los guardias que limpiaban la celda de una prisión encontraron a algunos de ellos. El jefe de la prisión sospechó que era yo quien les llevaba los libros, y la gerencia me amenazó. Estaba muy asustado, pero no les dije nada.

Aunque perdí mi trabajo y temía que las autoridades de la prisión me acosaran porque había sido testigo de los métodos de tortura que utilizaban los guardias, no me arrepentí de haber ayudado a los practicantes. Anhelaba salir de China para evitar el peligro.

Fui a Australia en 2010 para unirme a mi hijo que estaba estudiando ahí.

Dirigiéndome según los principios de Dafa

Encontré trabajo en un restaurante y trabajé 12 horas al día para ganarme la vida. Mi brazo se hinchó después de la primera semana, y mis muñecas me dolían tanto que ni siquiera podía sostener un plato.

Mis compañeros de trabajo me sugirieron que viera a un médico. Sabía que, como practicante de Dafa, debía tener pensamientos rectos. Entendí que todo el sufrimiento que estaba experimentando era para eliminar mi yeli (karma). La hinchazón comenzó a desaparecer después de varios días, y mis muñecas dejaron de doler.

En otra ocasión, un cliente me entregó el pago de una comida de $ 30 y se fue. Me di cuenta de que había un billete de $100, y no un billete de $ 10, este estaba debajo del billete de $ 20. Corrí detrás de él y le devolví el dinero extra.

Mi conducta ayudó a más personas a aprender sobre Falun Dafa

Trabajé diligentemente en el restaurante y fui voluntario para las tareas más difíciles y sucias. El dueño del restaurante sabía que yo era un practicante de Falun Dafa. A través de mi conducta, gradualmente aprendió acerca de la práctica y se dio cuenta de que era buena. Él me promovió para ser el gerente.

Como gerente, fui responsable de todas las compras del restaurante. Algunos proveedores me ofrecieron sobornos para que comprara sus productos. Entendí el principio de "sin pérdida no hay ganancia" (Zhuan Falun) y cortésmente rechacé sus ofertas. El propietario también recientemente me puso a cargo del flujo de caja.

Nuestro grupo local de Falun Dafa estudia y hace los cinco ejercicios juntos los viernes por la noche. El dueño del restaurante sabe que yo quiero ir al estudio grupal y, a menudo, me ayuda con mi trabajo para poder irme antes.

Cultivarme diligentemente en el trabajo

El negocio del restaurante tiene altibajos. Cuando el negocio no prosperaba, sentía presión. Me irritaba fácilmente y con frecuencia hablaba con dureza a los demás. A veces hería sus sentimientos.

Mejoré lo suficiente como para reconocer cuándo me equivocaba y rápidamente me disculpaba con ellos.

Shifu dijo:

"Siendo nosotros personas que refinan gong, repentinamente se pueden producir conflictos. ¿Cómo hacemos? Si mantienes en todo momento un corazón misericordioso y una actitud serena y pacífica, al encontrarte con problemas podrás actuar bien, porque eso da espacio para amortiguar"(Cuarta lección, Zhuan Falun).

Poco a poco fui capaz de considerar los problemas desde la perspectiva de otras personas y mi temperamento mejoró. La gente en el restaurante también apoyaba la práctica. Cuando necesitaba tomarme un tiempo libre para unirme a las actividades de Falun Dafa, el restaurante funcionaba sin problemas.

Compartir mis experiencias con compañeros practicantes

Después de leer los artículos de experiencias escritos por practicantes que comenzaron a practicar Falun Dafa mientras estaban en prisión, también quería compartir mi experiencia sobre cómo comencé.

Me siento muy afortunado de tener la oportunidad de cultivar Falun Dafa. Durante mis 14 años de cultivación, he mejorado gradualmente. Gracias, Maestro, por tu compasión y cuidado.