(Minghui.org) La prisión de Nantong negó la libertad condicional médica y las visitas familiares a una mujer diagnosticada con cáncer cervical en etapa avanzada. La Sra. Huang Hongping cumple una condena de seis años por practicar Falun Dafa, una disciplina espiritual que ha sido reprimida por el régimen comunista chino desde 1999.

La prisión insistió en que no liberarían a la Sra. Huang a menos que escribiera una declaración para renunciar a su fe.

Sra. Huang Hongping.

Ante la repetida protesta de su familia, las autoridades finalmente permitieron que su hijo y su cuñado la vieran, pero continuaron prohibiendo las visitas de su madre de 86 años y su hermana porque también practican Falun Dafa.

La Sra. Huang ahora está recibiendo tratamiento médico en un hospital en la ciudad de Nantong y se encuentra en estado crítico.

Encarcelada de nuevo después de 7 años en prisión

La Sra. Huang, de 51 años, fue arrestada tres días después del Año Nuevo Chino el 22 de febrero de 2015, solo unos meses después de que terminó de cumplir un período de 7 años en la prisión de mujeres de Nantong por defender su fe.

Después de dos audiencias en junio y agosto de 2015, el tribunal municipal de Qidong sentenció a la Sra. Huang a seis años de prisión el 26 de septiembre de 2016, con el cargo de "usar una organización de culto para obstaculizar la aplicación de la ley", un pretexto estándar utilizado por el régimen comunista para encarcelar a los practicantes de Falun Dafa.

Las torturas físicas y la angustia mental durante los últimos años en la prisión de Nantong hicieron mella en su salud y finalmente llevaron al desarrollo del cáncer.

Arrestada, encarcelada y torturada repetidamente por su fe

La Sra. Huang trabajó en una compañía farmacéutica en la ciudad de Qidong, pero fue despedida de su trabajo cuando el gobierno comenzó a perseguir a Falun Dafa en 1999.

Fue condenada a siete años de prisión en 2008 por imprimir material informativo sobre Falun Dafa. La policía inicialmente la puso bajo arresto domiciliario y la vigiló las 24 horas del día. Ella escapó de su casa, solo para ser capturada nuevamente en Shanghái y sentenciada a prisión.

Los guardias de la prisión para mujeres de Nantong intentaron obligarla a renunciar a su fe con un intenso lavado de cerebro. En un intento por manipular sus emociones también mostraron un video de su padre postrado en cama que se enfermó gravemente después de su arresto. A pesar de la abrumadora presión, la Sra. Huang se mantuvo firme en su fe.

Antes de estas dos penas de prisión, la Sra. Huang también cumplió 2,5 años en el campo de trabajos forzados para mujeres de Judong, donde fue brutalmente golpeada y agredida sexualmente por negarse a escribir declaraciones para renunciar a su fe.

Las reclusas una vez pisotearon su rostro y golpearon su cabeza contra la pared. Tenía moretones en todo el cuerpo y estuvo postrada en cama e incapaz de caminar durante más de un mes.

La policía la acosó repetidamente después de que fue liberada.