(Minghui.org) Hoy, en el estudio del Fa, un practicante le trajo algo de comida a otro. Este se negó a tomarla a pesar de la insistencia del primero. Normalmente, después de terminar a estudiar Zhuan Falun, estudiamos las últimas lecciones del Maestro. Pero hoy todos se mantuvieron ocupados discutiendo si el segundo practicante debía tomar la comida.

No nos detuvimos hasta que un tercer practicante nos recordó que era la hora de estudiar una lección. A pesar de todo, después de terminar de leer la lección, volvimos al asunto de la comida.

Intercambié mi opinión con un cuarto practicante, y pensamos que era necesario mantener una mente pura durante el estudio del Fa, que nos permitiera centrarnos únicamente en el estudio y en compartir desde el Fa. Los demás asuntos, que no guarden relación con el estudio del Fa, deberían resolverse en privado.

Hace unos años asistía a otro grupo de estudio del Fa. Al principio todos compartían sus experiencias de cultivación basadas en el Fa y progresaban diligentemente. Después de un tiempo, surgieron algunas nociones humanas. Temas como la comida, la ropa y el peinado se convirtieron en puntos de discusión frecuentes. Aunque un practicante trató de alertar a todos de este problema, la situación continuó. Al final el practicante se sintió impotente y dejó de recordárselo a los demás. Cuando dejé de asistir, arrestaron al practicante que organizaba los estudios grupales del Fa. Ha seguido sufriendo la persecución hasta el día de hoy.

Aunque existen muchas razones por las que ese practicante está siendo perseguido, me pregunto si pudo ser una de ellas que el grupo de estudio no funcionara de la manera correcta. Esto tenía mucho que ver con los miembros de aquel grupo.

Tuve una experiencia parecida en un tercer grupo de estudio de Fa que conocí. Al principio todos valoraban el ambiente de cultivación. La practicante, que recibía al grupo en su casa, a menudo preparaba comida para todos. Algunos practicantes le hablaron sobre mantener un ambiente puro durante el estudio y compartir en base al Fa, mientras que otros alababan sus habilidades culinarias. Pasado algún tiempo, los que se negaban a comer su comida no quisieron seguir siendo descorteses y, también, empezaron a comer. La practicante acabó sufriendo persecución, lo que provocó que su familia albergara pensamientos negativos sobre Dafa.

Nadie desea que se produzcan este tipo de pérdidas. Todos deberíamos valorar un ambiente que nos permite estudiar el Fa juntos. Lo más importante es que debemos sentirnos responsables del resto de practicantes y de nosotros mismos.