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Manteniendo mi edificio de departamentos limpio y en buenas condiciones

Dic. 20, 2018 |   Por un practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) Me mudé a un nuevo edificio de departamentos en 1994. Tenía siete pisos de altura con dos departamentos en cada piso. Mi departamento estaba en el último piso. Por años, cada uno mantenía limpia el área frente a su departamento, las áreas comunes y las escaleras.

Con el paso del tiempo, algunas personas se mudaron y vendieron o alquilaron sus departamentos. Los nuevos inquilinos no se preocupaban por mantener limpias las áreas comunes. Cuando subía y bajaba las escaleras, siempre veía colillas de cigarrillos, papeles tirados y basura. Recuerdo que pensé, debe haber una razón para que vea toda esta basura. Como practicante de Falun Dafa, el Maestro Li Hongzhi nos enseña a ser buena persona sin importar donde estemos. Así que empecé a limpiar las áreas comunes y las escaleras del edificio. Ni siquiera recuerdo cuando empecé.

Descubrí muchos apegos y nociones humanas cuando me convertí en un "conserje voluntario". El Maestro dijo:

"Si realmente puedes mejorarte de esta forma, las cosas que haces con un corazón puro serán lo mejor y lo más sagrado" (Entendiendo aún más, Escrituras esenciales para mayor avance).

Veo esta tarea como parte de mi cultivación y trato de no ser perturbado por las ganancias o pérdidas.

Eliminando las nociones humanas

Empecé a practicar Falun Dafa en 1997. Luego de que comenzó la persecución, me despidieron de mi trabajo en el gobierno, porque me negué a abandonar la práctica y como resultado no tenía dinero y la pasé muy mal desde entonces. Algunas veces solo podía permitirme el lujo de comer un panecillo al vapor y algunas verduras en conserva. Cuando vi algo de comida para perros guardada, que costaba 40 yuanes por una bolsa pequeña, sentí lástima por mí, mi comida era más barata que la de un perro. Me sentí ofendido y celoso, entre otras cosas. Entonces pensé en lo que dijo el Maestro:

"Pero generalmente cuando viene un conflicto, si a uno no lo irrita hasta lo profundo del corazón, no vale, no sirve para elevarse" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Sabía que debía eliminar esos pensamientos. Un día vi tres escobas frente a nuestros departamentos. Las dejaron allí durante mucho tiempo. Me recordaron que debía mantener limpio mi mundo interior, mis pensamientos y mi cuerpo. Decidí hacer todo lo posible para limpiar las áreas comunes y las escaleras de los departamentos, aunque me pareció insignificante y servil.

Al principio, barría y luego fregaba el suelo desde el séptimo piso hasta el primer piso. También limpié todos los pasamanos. Tardaba más de una hora cada vez. Después de un tiempo, la gente notó que el piso estaba limpio y también trataron de mantenerlo así. Ahora solo tengo que fregar el suelo sin necesidad de barrer primero y me lleva unos 40 minutos.

Reparando el portero eléctrico

Nuestro edificio tiene un sistema de portero eléctrico en la puerta de entrada. Las visitas llaman al departamento que quieren y el inquilino abre la puerta. Un día, el sistema se rompió y fue muy incómodo para los vecinos. Cuando sus hijos volvían de la escuela, algunos gritaban a sus padres para que les tiraran la llave de la puerta, otros los llamaban por teléfono celular y alguno tuvo que bajar para abrir la puerta. Una vez, un pariente vino a visitarme y tuvo que esperar mucho tiempo antes de poder entrar.

Averigüé por ahí y encontré un taller para reparar el sistema por 1.400 yuanes. A pesar de ser mucho dinero para mí, decidí ahorrar para la reparación. Reduje todos los gastos innecesarios y gasté aún menos en comida. En seis meses tenía el suficiente dinero e hice reparar el portero eléctrico. Los vecinos estaban muy contentos de tenerlo en funcionamiento de nuevo. Un vecino me preguntó cuánto costó la reparación. Al contarle, me dijo: "No deberías pagar todo tú solo". Todos mis vecinos sabían que había perdido mi trabajo porque practicaba Falun Dafa.

Un día, un aviso fue colocado en la entrada del departamento de cada familia pidiendo que me dieran 100 yuanes por la reparación. Me dije: "El Maestro arregló todo para mí, siempre y cuando soltara mis apegos". También he notado que los pasillos de los apartamentos y las escaleras se mantienen más limpios. Ahora la gente está recogiendo los papeles y las colillas de cigarrillos por su cuenta.

¡Estoy agradecido con el Maestro por enseñarme a ser una buena persona!