(Minghui.org) La Sra. Wang Shuqing, de 80 años de edad, llevaba tomando medicamentos para la hipertensión desde hacía 30 años cuando visitó a su hija en Londres en octubre de 2016. Con la ayuda de su hija, comenzó a practicar Falun Dafa. Los beneficios que experimentó de esta disciplina tradicional de cultivación para la mejora de mente y cuerpo le cambiaron la vida. Un mes después, su presión arterial volvió a la normalidad.

Sra. Wang Shuqing.

Mirando a una mujer sana y enérgica, uno apenas se atreve a imaginar que la Sra. Wang se encontraba en una silla de ruedas hace dos años, cuando visitó a su hija. Compartió: "¡No hay palabras que puedan expresar la profunda gratitud que siento hacia Falun Dafa!".

Explicó: "Tenía las rodillas mal. Mis piernas estaban tan doloridas que no podía bajar las escaleras. Para moverme tenía que usar una silla de ruedas. Mi presión arterial estaba por encima de 200. A veces me sentía tan mareada que no podía estar de pie. Tenía que acostarme y mantener los ojos cerrados".

"No podía pasar un día sin tomar mis medicinas", continuó: "las guardaba junto a mi almohada, para no olvidarme de tomarlas". Tan pronto como me levantaba por la mañana, tenía que tomar mis medicinas, o me sentiría fatal. Todo lo que hacía aquella medicina era mantener mi presión arterial bajo control, en lugar de curarme. Tenía que tomarlas para vivir".

Practicando Falun Dafa después de conocer la verdad

La hija de la Sra. Wang había estado practicando Falun Dafa durante algún tiempo. Le contó a su madre cómo se había beneficiado personalmente de Falun Dafa, y le enseñó a encontrar información sobre esta práctica de cultivación en Internet.

La Sra. Wang se sorprendió por la información que encontró. "Resultó que el partido comunista chino (PCCh) había envenenado las mentes de la gente al publicar información difamatoria. Después de buscar la información, descubrí que Falun Dafa no era en absoluto lo que el partido había dicho".

La Sra. Wang comenzó a leer el libro Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Lo leyó dos veces y pensó: "¡El Maestro de Falun Dafa tiene un corazón puro! No ha escrito una sola palabra contra el gobierno o sobre la persecución política. Todo lo que hizo fue guiar a la gente a niveles más altos. Enseñó a la gente a cultivar su carácter y a mejorar su salud. ¿No es grandioso? ¿Cómo podría el gobierno oponerse a ella y calumniarla?".

Experimentando cambios después de practicar Dafa

La Sra. Wang recordó: "Mi mente cambió gradualmente. Comencé a practicar en noviembre, justo un mes después de mi llegada. Me volví más vigorosa. Cuando empecé a hacer los ejercicios, mis piernas temblaban. Tenía que disponer de una silla cerca para poder sentarme después de cada ejercicio. Lentamente me hice más y más fuerte".

La Sra. Wang y su hija haciendo los ejercicios de Falun Dafa.

La Sra. Wang finalmente se deshizo de los medicamentos que había estado tomando durante 30 años. "Traje todo tipo de medicinas cuando vine a Londres. Dependía tanto de aquello. Sin embargo, aproximadamente un mes después de que empecé a practicar Falun Gong, ya no sufría ningún problema de presión arterial. Mi confusa mente se aclaró. Probé a estar una semana sin tomar ninguna medicina y me encontré completamente bien. Pasó otra semana y continuaba bien. Al final me deshice de todas las medicinas. Ahora, han pasado dos años desde que dejé de tomarlas".

Elevando el reino espiritual

La práctica de Falun Dafa ha enseñado a la Sra. Wang los grandes valores de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y ha elevado su reino espiritual. Mencionó: "He sido feliz desde que empecé a cultivar Dafa. Solía tomarme en serio las cosas pequeñas, me costaba aceptar cualquier comentario negativo y era muy tímida".

"Por ejemplo, mi hija me dijo que los tazones que había lavado no estaban limpios. Me disgusté y le dije que era muy quisquillosa. Sin embargo, ahora creo que lo que me dijo era correcto, y que debería mejorar mi forma de pensar en ese aspecto".

La Sra. Wang se siente muy afortunada de haber encontrado finalmente esta vía de cultivación. "Cuando estuve en China, tuve el mismo sueño una y otra vez durante dos años. En el sueño, estaba perdida y me preguntaba dónde estaba mi casa. Tuve la misma sensación de encontrarme perdida cada vez que tenía ese sueño. Dejé de tener este sueño cuando empecé a practicar Falun Dafa".