(Minghui.org) Una empleada jubilada de un banco en la ciudad de Yingtan, fue brutalmente torturada durante sus cuatro años de encarcelamiento por mantenerse fiel a su creencia espiritual, Falun Dafa. Sus brazos quedaron casi atrofiados, y no ha recuperado la movilidad de su mano izquierda tras ser liberada, en octubre de 2018.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una disciplina de mejora integral para la mente y el cuerpo basada en los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia, que se ha visto perseguida por el régimen comunista desde 1999.

La Sra. Liu Chang'e fue arrestada el 10 de octubre de 2014 por repartir folletos de Falun Dafa y condenada, el 29 de enero de 2015, a cumplir cuatro años en la prisión de mujeres de Jiangxi por el tribunal de Bailuxiang en la ciudad de Yingtan.

Antes de su último encarcelamiento, había recibido dos sentencias de trabajo forzado, en 2002 y 2009, respectivamente, por negarse a renunciar a Falun Dafa.

La Sra. Liu, de 65 años, recientemente le contó a un corresponsal de Minghui algunas de las torturas que soportó en la prisión.

Le comentó que los guardias de la prisión a menudo instigaban a las reclusas para que llevaran a cabo torturas específicas, prometiéndoles reducciones de sus períodos de condena. En los primeros ocho meses, a menudo la obligaron a permanecer de pie durante días enteros, sin dormir. A veces, los guardias no le permitían que se aseara o usara el baño.

A punto de padecer una discapacidad debido a la tortura, a mediados de enero de 2016, los guardias la encerraron en una celda de aislamiento durante dos semanas en su intento por hacer que renunciara a Falun Dafa. Las paredes de la habitación estaban cubiertas de carteles de propaganda que difamaban a Falun Dafa.

Los guardias le levantaron los brazos por detrás de la espalda. Entonces le amarraron las bandas de restricción en las muñecas y los tobillos, y la colgaron en el aire.

Reconstrucción de la tortura: Colgado.

La Sra. Liu dijo que el dolor resultaba insoportable y sintió que se le habían roto los brazos, ni siquiera acertaba a mover los dedos.

Para evitar que gritara durante la dolorosa tortura, las internas le taparon la boca con calcetines y ropa interior. Amenazaron con torturarla hasta la muerte.

“El dolor era indescriptible. Estaba al borde de la crisis y no podía mantener mi mente clara y estable ", recordó.

Finalmente, la forzaron a maldecir a Falun Dafa contra su voluntad. Después de que las guardias la descolgaran, se vio obligada a escribir una declaración de renuncia a su fe.

Durante más de dos semanas, no pudo mover las manos. Casi tres años después de la tortura, todavía no ha recuperado completamente la movilidad en su mano izquierda.

Drogas desconocidas en el termo

De acuerdo con información privilegiada, el guardia Wu Jingmin ordenó a la reclusa Anhui que le pusiera drogas desconocidas en el termo todos los días, desde el 12 de marzo de 2017 hasta finales de diciembre de ese año.

La Sra. Liu no descubrió lo que sucedía hasta que un día, tras tomar un sorbo de agua del termo, sintió un repentino y agudo dolor del nervio del lado derecho de su cabeza. "No quiero pensar en lo que podría haber pasado si hubiera bebido todo el termo de agua", advirtió.

A partir de entonces, nunca volvió a usar ese termo (sin que Anhui se enterara) y solo bebía agua del grifo.

Los informantes sospechaban que Anhui no había dejado de incorporar más y más drogas potentes todo el tiempo, lo que finalmente causó que la Sra. Liu experimentara el dolor nervioso en su cabeza.

Reportes previos:

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55 Falun Gong Practitioners Still Incarcerated in Jiangxi Province Women’s Prison