(Minghui.org) La hija de una pareja de la ciudad de Mudanjiang tenía 13 años cuando en el 2000, sus padres fueron arrestados por negarse a renunciar a Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino.

La jovencita recibió otro duro golpe de vida cuando sus progenitores fueron arrestados nuevamente por su fe tres años después, casi luego de haber sido liberados. Entonces la policía la obligó a observar cómo los torturaban  y también la hizo permanecer de pie bajo el sol abrasador durante muchas horas afuera de su vivienda, después de lo cual la adolescente enloqueció y, desde entonces vive totalmente incapacitada.

Una familia rota por la persecución

Cuando Yuanyuan era pequeña, sus padres padecían muchos problemas de salud. Su padre tenía visión borrosa y dificultades para caminar como resultado de un derrame cerebral que sufrió en 1996. Su madre tuvo que ser operada varias veces y perdió la capacidad de trabajar y hasta de cuidarse.

Sin embargo, su padre y su madre recobraron la salud después de comenzar a practicar Falun Dafa en 1998. Su hasta entonces desesperanzada familia estaba llena de optimismo nuevamente.

Pero sus días felices no duraron mucho. Se convirtieron en uno de los objetivos de represión cuando el régimen comunista chino lanzó la persecución nacional contra Falun Dafa en julio de 1999. Millones de practicantes como ellos han sufrido graves retrocesos en sus vidas a causa de la brutal persecución a Falun Dafa a manos del régimen comunista chino.

Los padres de Yuanyuan fueron arrestados en julio de 2000 mientras apelaban por Falun Dafa en Beijing.

Después de que la pareja fue llevada de regreso a la ciudad de Mudanjiang, mientras estaban retenidos en el centro de detención local, fueron torturados y alimentados por la fuerza.

Yuanyuan tuvo que soportar sola todas las dificultades de su familia, pero no se quejó. El fuerte amor por sus padres le dio la fortaleza para soportar los sufrimientos inimaginables para una persona de su edad. Solo deseaba que sus padres regresaran a casa para vivir como cualquier familia.

La determinación de la jovencita para entregar dumplings a su padre

En un fin de semana largo sin clases, Yuanyuan preparó algunos dumplings y viajó en bicicleta al centro de detención, en el suburbio de la ciudad de Mudanjiang, donde tenían detenido a su padre. Pero al llegar se sintió desconsolada al saber que lo habían transferido al campo de trabajo forzado de Sidaocun donde cumpliría un año, sin que ninguno de sus familiares haya sido informado de ello.

Sin darse por vencida para ver a su padre, la jovencita viajó en bicicleta desde el centro de detención hasta el lugar, quedando completamente agotada al final del recorrido.

Aunque el guardia de la puerta inicialmente le negó ver a su padre, la hija le dijo con insistencia que lo extrañaba  y que solo quería que probara las empanadillas que le había preparado.

El guardia se conmovió y Yuanyuan se puso muy feliz al recibir la autorización de visita. Su padre comió con emoción las empanadillas que le había llevado.

No mucho después, Yuanyuan supo que sus padres, el señor Hou Guozhong y la señora Cheng Xiuhuan, habían recibido uno y dos años de trabajo forzado, respectivamente.

Mientras sus padres cumplían su ilegal condena en los campos de trabajo, donde fueron sometidos a inhumanas torturas mentales y físicas, Yuanyuan vivió sola en casa sin que nadie pudiera cuidarla.

En el frío invierno en la provincia de Heilongjiang, sobrevivía al crudo invierno en su apartamento vacío, sin electricidad ni calefacción, y con insuficientes mantas para mantenerse abrigada por la noche. Sus vecinos a menudo la veían caminando en la calle en sandalias.

Jefe de policía: "¡Golpéenlos hasta matarlos!"

Solo unos pocos meses después de que los padres de Yuanyuan regresaron a casa al término de su condena en los campos de trabajo, nuevamente fueron arrestados el 19 de abril de 2003 por distribuir información y materiales de Falun Dafa.

La policía ilegalmente saqueó su casa y se llevó todo su dinero y los pocos objetos de valor que aún tenían, incluyendo su televisor y algunas joyas de oro herencia de la abuela de Yuanyuan. La policía ni siquiera respetó el reproductor de DVD de la joven con el que estudiaba inglés. Cuando  corrió tras la policía para pedir que le devolvieran el reproductor, la empujaron al suelo y se fueron.

En la estación de policía, una docena de oficiales se turnaron para torturar a los padres de Yuanyuan. Los golpearon salvajemente, atándolos a un dispositivo de tortura conocido como banco de tigre para estirar sus brazos, piernas y cabeza al mismo tiempo, y los colgaron con sus manos atadas detrás de la espalda.

Escenificación de la tortura “colgado de las muñecas atadas en la espalda”.

La policía también introdujo varias veces aceite de mostaza en la nariz y boca de sus progenitores, cubriendo sus cabezas con varias bolsas de plástico resistentes para asfixiarlos. Cuando se desmayaban, la policía les arrojaba agua fría para despertarlos.

En la noche los policías colocaban una poderosa luz de 200 vatios frente a sus caras para evitar que se durmieran.

Sheng Xiaojiang, el subjefe de la comisaría de policía de Aimin, a menudo gritaba mientras dirigía las torturas: “¡Golpéenlos hasta matarlos! ¡Está bien golpearlos hasta matarlos!”.

Obligan a la adolescente a ver a sus padres siendo torturados

Cuando Yuanyuan tenía 16 años, los policías la llevaron a la estación de policía para obligarla a mirar cómo torturaban a sus padres. La jovencita quedó profundamente traumatizada por esa experiencia.

Durante nueve días la policía no permitió que la madre de Yuanyuan, la Sra. Cheng, durmiera ni un momento. Su cuerpo estaba cubierto de moretones y heridas. Su vientre quedó hinchado cuando lo frotaron con aceite de mostaza y los policías también le arrancaron el cabello por mechones.

Su madre estaba al borde de la muerte cuando la policía la llevó al centro de detención de la ciudad de Mudanjiang. No pudo ponerse de pie por más de 50 días. Las lesiones en sus piernas y espalda pronto se infectaron. Debido a que la colgaron de sus manos, sus extremidades estaban débiles y solo recuperó algo de fuerza después de más de seis meses. Se infectó con sarna y con frecuencia sufría de latidos cardíacos anormales.

Adolescente llevada a la locura

Después de un año y medio de estar cautiva en el centro de detención, el 3 de agosto de 2004 la señora Cheng fue trasladada a la prisión de mujeres de Harbin para cumplir ahí su ilegal condena de siete años. Aunque el tribunal del distrito de Aimin originalmente la sentenció a seis años de prisión, cuando la señora Cheng apeló la sentencia el juez aumentó un año más.

Mientras tanto, el señor Hou fue llevado a la prisión de Jianshanzi con una condena desconocida.

Los guardias de la prisión a menudo amenazaban a la pareja con atacar a Yuanyuan si los padres de la jovencita seguían negándose a renunciar a su fe en Dafa.

Los vecinos de Yuanyuan le dijeron a un corresponsal de Minghui que la policía a menudo la obligaba a pararse inmóvil durante horas en los calurosos días de verano en la entrada de su edificio de apartamentos. La amenazaban con golpear a sus padres para que no se moviera.

Temiendo que sufrieran más torturas, Yuanyuan permanecía inmóvil, hasta que sus pies se hinchaban y se ponían morados.

El terror al ser perseguida por la policía, la ansiedad y la impotencia de llevar una vida muy difícil en soledad, así como las traumáticas heridas mentales al presenciar las torturas despiadadas contra sus queridos progenitores, afectaron a la adolescente. Aunque era una estudiante sobresaliente, dejó la escuela y comenzó a vagar sin rumbo. Sin dinero para comprar comida, comía los restos de alimentos que recogía en los contenedores de basura.

Cuando  fueron liberados, quedaron devastados al ver que su querida hija había enloquecido.

Ahora a sus 32 años de edad, Yuanyuan no puede cuidarse y tiene que ser vigilada por sus padres en todo momento.