(Minghui.org) Soy una enfermera de 43 años. He sufrido varias enfermedades desde que cumplí 33 años. Alrededor de la época del Año Nuevo Chino en 1989, el lado derecho de mi cuerpo se paralizó repentinamente. Mi forma de hablar era confusa, y tuve dificultad para comer y beber. Los músculos alrededor de mi ojo y boca se aflojaron incontrolablemente, de modo que me veía como alguien que había sufrido un derrame cerebral. Babeaba constantemente. Estaba confinada en una cama de hospital con dolor agonizante.

Una tomografía computarizada mostró una sombra del tamaño de una castaña en el lóbulo parietal derecho de mi cerebro. Me dijeron que tenía algún tipo de tumor cerebral. Toda mi familia temía por mi salud. Los especialistas me diagnosticaron esclerosis múltiple y me recetaron una dosis alta de esteroides para tratarme. Sin embargo, después de 10 meses, aunque mi condición se había estabilizado, todavía no podía mover el brazo ni pierna derecha. Un año y medio después, desarrollé una complicación grave de necrosis aséptica de las cabezas femorales [una enfermedad ósea difícil de curar que afecta al fémur, el hueso grande de la pierna]. Mi cadera izquierda se deformó. Los médicos expusieron su diagnóstico y me indicaron que me mantuviera en reposo en cama de inmediato. Me dijeron que no caminara en absoluto, de lo contrario tendría que pasar por varias cirugías para que me colocaran prótesis de la cabeza femoral. Al escuchar esto, caí al suelo y lloré durante mucho tiempo. Casi pierdo el valor para seguir viviendo.

Luego tuve tratamientos prolongados para la necrosis aséptica de las cabezas femorales. Seguí un régimen de tratamiento herbal diario. Seis veces al mes, tuve que ir al hospital para aliviar la presión ósea mediante un procedimiento en el que los médicos perforaron las cabezas femorales bajo la guía de rayos X para inyectar medicamentos en las caderas. Este procedimiento fue tan doloroso que tuve que tomar dosis masivas de analgésicos durante tres días después de cada sesión. Había estado en muchos lugares buscando una cura y gastado mucho dinero en tratamientos, pero no vi ningún efecto que valiera la pena. Día tras día durante más de tres años tuve un dolor insoportable.

Entonces descubrí Falun Dafa. Las palabras del Maestro Li movieron mi corazón y me condujeron como un faro de luz para salir del amargo mar del sufrimiento. Inmediatamente decidí que quería aprender Falun Dafa. Leí repetidamente los libros de Falun Dafa. Ni el viento ni la lluvia, ni el calor del verano ni el frío del invierno me han llevado a perderme las sesiones diarias de la práctica al aire libre. Me mido con los estándares de Falun Dafa en todo lo que hago y me esfuerzo en el difícil camino de la cultivación.

Después de practicar Falun Dafa firmemente durante un año y 10 meses, me recuperé del habla confusa y pude leer claramente en voz alta Zhuan Falun. En lugar del estricto reposo absoluto, podía andar en bicicleta. Mis tobillos y dedos de los pies son ágiles, y el dolor en la cadera por la enfermedad ósea ha desaparecido. Un chequeo médico de seguimiento confirmó que las cabezas de los fémures se han vuelto normales.

La necrosis aséptica de las cabezas femorales es una de las enfermedades más difíciles de tratar del mundo y no se puede curar con dinero o tecnología. Sin embargo, desapareció silenciosamente en esta practicante de Falun Dafa sin ningún tratamiento. Esta es otra demostración clara del poder milagroso de Falun Dafa.

Nota del editor: Publicado en el libro: Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa Copyright (C) 2005, www.Falun Dafa.Org