(Minghui.org) ¡Saludos, Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Soy de Rumania. Vine a trabajar como programador/diseñador de software para La Gran Época versión en inglés.

Obtuve a Dafa en 2006 en Rumanía. Después de leer Zhuan Falun, comprendí que la búsqueda de toda mi vida había terminado y que había encontrado lo que estaba buscando, desde muy joven. Me alegró que a través del libro comprendí el significado de la vida y la forma en que uno debe gobernar su vida. Finalmente, me permitió salir del dolor interminable de vivir en una sociedad humana ordinaria. Desde entonces no he dejado el libro, y constantemente me he iluminado y elevado en la cultivación.

Antes de comenzar la cultivación, trataba de arreglar y controlar a todos y todo lo que tenía alguna conexión conmigo en un intento de mantener limpio mi medio ambiente. Esto resultó ser uno de mis mayores apegos al principio de mi cultivación, hasta que comprendí que no puedo controlar la vida de los demás y que Dafa limpiaría mi medio ambiente por sí solo.

El Maestro dijo:

"Te digo que estas fantaseando, no eres capaz de intervenir en las vidas de los demás ni de manipular sus destinos, incluidos los destinos de tu esposa, hijos, padres, hermanos" (Cuarta lección, Zhuan Falun).

Después de entender los arreglos de las viejas fuerzas, como nos explicó el Maestro en las conferencias, he estado involucrado en todos los proyectos que he podido y he hecho todo lo posible para salvar a más y más gente. En los primeros años, el hecho de aclarar la verdad fue arduo, duro y lleno de interferencias. La única manera en que podía avanzar era enviando fuertes pensamientos rectos.

Una vez, estuve en Praga para ayudar a los practicantes allí a distribuir volantes de Shen Yun a las zonas residenciales. Con otro practicante fuimos a una ciudad cercana a Praga. A medida que nos acercábamos a la ciudad, una tormenta comenzó a formarse y se dirigía a la misma dirección que nosotros. Comprendimos que la tormenta trataba de interferir con nuestra distribución de volantes y empezamos a enviar pensamientos rectos.

Le pedí amablemente a la lluvia que se desviara a Praga, ya que allí habíamos terminado de distribuir los materiales. Como en ese preciso momento estaba lloviendo, vi que la lluvia empezó a moverse. Pero entonces algunos elementos malos dentro de la lluvia comenzaron a volver a la cima, y la tormenta regresó. Envié pensamientos rectos hacia esos elementos malos, y la tormenta se alejó en dirección a Praga.

Distribuimos con éxito los volantes y regresamos a Praga. Todos los practicantes en Praga estaban decepcionados porque pensaron que iba a llover todo el tiempo mientras distribuíamos los volantes y estaban convencidos de que también llovería en esa ciudad cercana. Pero les dijimos que no llovió porque les enviamos la lluvia a Praga.

En otra ocasión, algunos practicantes me dijeron que cuando enviaba pensamientos rectos, me veían como un inmenso guerrero con armadura en el pecho y sosteniendo dos grandes espadas antiguas, aplastando todo el mal en el campo de batalla.

Enviar pensamientos rectos ha sido una de mis mejores y más poderosas herramientas, y me ha ayudado mucho. En ese tiempo, el Maestro desarrolló mi sabiduría y capacidad para soportar en todos los niveles mi cultivación, y me enseñó cómo funcionan los pensamientos rectos y cuán efectivos son en el momento. Cuando envío pensamientos rectos, me siento como lo describe el Maestro en su poema:

"Suben como relámpagos hasta el cenit del Cielo. Rugen con poderosa fuerza, llegan más allá del Cielo. Barren el cosmos sin dejar grietas. Eliminan juntos todo lo degenerado y desviado" (Pensamientos Rectos).

El Maestro también me permitió ver cómo aparta mi parte cultivada. Una vez, sentí que mis pensamientos rectos eran muy fuertes, mi cabeza y mi entendimiento eran muy claros, y mi nivel general de cultivación era bastante alto. Tan pronto como sentí eso, al siguiente segundo sentí que esa parte me abandonó. Lo que quedaba era la parte débil. Tenía poco poder cuando enviaba pensamientos rectos y entendí que tenía que empezar todo de nuevo.

El Maestro señala en Enseñanza del Fa en el Fahui de San Francisco 2014:

"Por supuesto, yo también estoy diciendo esto, vuestro lado humano ha llegado al lugar superficial de poca capacidad, (Shifu sonríe) yendo a lo más superficial del hombre, por eso la fuerza que manifiesta tampoco es tan grande como antes, pero si tus pensamientos rectos son fuertes, igualmente pueden provocar una fuerza así de grande, por lo tanto, ustedes deben prestar aún más atención al envío de pensamientos rectos".

Todo el sufrimiento que había soportado en mi vida y en mi cultivación no ha sido en vano. Por cada pedacito de sufrimiento, recibo diez veces la recompensa y subo al siguiente nivel. El Maestro, me deja saber y ver cómo funcionan todos estos arreglos. Mirando hacia atrás, mi pasado y mis dificultades parecen estar a un millón de años de distancia y como un sueño.

Debido a que mi infancia fue muy diferente a la de los demás y a las dificultades que tuve que soportar desde muy joven, no podía relacionarme con la gente o soportar su falta de perseverancia o sabiduría. Una parte de mí no tenía ninguna comprensión, consideración o compasión hacia ellos.

Luego descubrí que eran las dos caras de la misma moneda. Una parte era muy compasiva y quería salvar a todas las personas y al mundo, y la otra parte era cruel; no tenía sentimientos ni le importaba. En mi cultivación, tuve que reemplazar la parte cruel con compasión y pensar más en el bienestar de los demás y de todos los que me rodean.

Una vez, me molestó la falta de energía, fuerza de voluntad y firmeza de un practicante local, y empecé a ser irrespetuoso con él, pensando en cómo sería capaz de vivir de esa manera.

Más tarde esa noche, tuve un sueño sobre este practicante. Estaba sentado en un sofá, pero en vez de que su cuerpo estuviera doblado hacia adelante, estaba doblado hacia atrás. Sus rodillas estaban dobladas hacia atrás; sus brazos, espalda y todo su cuerpo estaban discapacitados. Tuvo que vivir cada día en esa condición, y el hecho de que estuviera vivo en la dimensión humana era asombroso. También que fuera un practicante era simplemente un milagro. Aprendí a no juzgar a los demás porque todo el mundo tiene circunstancias complejas y nadie puede decir desde la superficie de qué se trata. También me sentí avergonzado por pensar de esa manera.

Aprendí que todas las cosas malas que pensaba de los demás volvían a mí multiplicadas. Una vez que reemplacé los malos pensamientos con compasión hacia los demás, una piedra grande y pesada se despegó de mi espalda, y me volví más ligero y pacífico.

Debido a que nunca me quedaba en el mismo lugar, por mucho tiempo, durante toda mi vida, me sentía como un viajero que se movía de un hotel a otro, a causa de esto desarrollé una sensación de no saber dónde están mis raíces, quién soy, como soy o lo que soy o no soy capaz de hacer. Desconfié de mí. Estos sentimientos desaparecieron gradualmente con un mayor estudio del Fa y la comprensión de cómo funcionan las viejas fuerzas.

Una vez tuve un sueño. Un ser vino a mí. Vestía de negro, era alto y tenía una cara malvada. Entendí que representaba a las viejas fuerzas. El ser tenía una bolsa que parecía una bolsa de médico de los viejos tiempos. Abrió la bolsa y empezó a sacar diferentes instrumentos de tortura. Trató de aplicar y probar cada uno de ellos sobre mí, midiéndome de la cabeza a los pies, tratando de averiguar qué instrumento me rompería. Después de probar todos los instrumentos, se alteró y se puso nervioso de que ninguno de sus instrumentos funcionaría conmigo. Finalmente, volvió a poner todos los instrumentos en la bolsa, me miró mal y se fue.

Comprendí que los practicantes estamos hechos de un tipo de materia diferente a la del viejo cosmos. Los seres del viejo cosmos no pueden alcanzarnos mientras estemos en el Fa. Debido a que somos discípulos del período de la rectificación del Fa, firmamos un contrato con el Maestro para venir aquí a ayudarle a rectificar este mundo, y somos seres que trascienden el viejo cosmos, el material del que estamos hechos es diferente: es mejor y más puro. De hecho, somos capaces de tener un impacto en la rectificación del Fa del Maestro. Era la hora de dejar de hacerme daño de esa manera y empezar a apreciar más lo que soy y todo lo que el Maestro tuvo que atravesar por mí, para que yo pudiera estar hoy aquí.

Comprendí que como somos este tipo de seres, no podemos actuar como monjes del pasado, ni siquiera en nuestra vida privada. Nuestra mentalidad debe ser abierta, alerta y comunicativa en todo momento. Tendremos que presidir a tantos seres en el futuro, y no podemos llegar allí pensando en escapar a nuestras cuevas y alejarnos de nuestros problemas.

Llegando a Nueva York

Después de un viaje de 20 horas desde Europa, llegué a la sede de los medios de comunicación de Nueva York cansado y sediento. Pensé que tenía tanta sed que podía beber agua de un zapato. Vi un dispensador de agua, pero no pude encontrar vasos o tazas. Un niño chino me vio e iba de un lado a otro a la cocina, buscando desesperadamente una taza, pero no encontró nada. Volvió a aparecer y extendió su brazo para darme un plato de plástico muy fino que se dobló al tacto. "Toma esto", me dijo. Tomé el plato, pero no podía creer que él esperara que yo pudiera beber de ese plato.

Pensé dentro de mí: "Tal vez ese pensamiento con el zapato no era del todo correcto". Inmediatamente, apareció una sonriente dama china. Al verme, un caucásico tratando de beber agua de un plato de plástico, me dio un vaso y me dijo: "Puedes beber de esto".

Mis días en la compañía han sido muy buenos, e inmediatamente sentí que este entorno era muy valioso. Tenía la sensación de que finalmente había regresado a casa después de una larga y dura estancia lejos.

Durante este tiempo, noté que parte de mi yeli (karma) y apegos reaparecieron. El Maestro, me permitió ver cómo se disolvieron y sentí su compasión por mí durante este proceso.

Ya no sentí la presión de Europa, y encontré este entorno más libre y abierto. Podía soltar más mi lado yang y no tenía que estar en guardia y prepararme para luchar todos los días. Esto me permitió ser más cordial y gentil. Creo que esto era un paso hacia mi naturaleza original.

También pude entender mejor el concepto de wuwei (no acción). Soy una persona que no va con la marea. Tenía que tener el control de mis acciones y de mi destino, y tenía que saber en todo momento qué estaba haciendo, adónde iba y por qué. Por supuesto, el Maestro enfatizó la necesidad de tener una conciencia principal fuerte.

Pero wuwei no trata de cosas pequeñas. Se trata de cosas mucho más grandes: cambios cósmicos, ciclos y arreglos que automáticamente influyen en la vida de uno y están fuera de nuestro control. En ese momento, cuando uno insiste en hacer las cosas a su manera y no de acuerdo con el flujo cósmico, entonces, por supuesto, los resultados serán malos, y uno se quedará atascado o incluso perjudicado. Una vez que entendí esto, me sentí más aliviado y menos estresado, en comparación con tener que manejar y controlar cada cosa en mi vida.

Mi paciencia y compasión también mejoraron a la par con mi cultivación general.

Una vez, viajaba en un autobús cuando noté que el conductor estaba esperando que una mujer cruzara la calle para permitirle subir. Ella estaba bloqueada por el tráfico, y la luz verde parecía que nunca iba a llegar. Me impacienté, pensando en cómo el conductor del autobús estaba esperando tanto tiempo a esta mujer a pesar de que tenía un horario que seguir. Para mí, la espera era interminable. Más tarde me di cuenta de que mi paciencia y compasión en ese momento ni siquiera estaba al nivel de ese conductor de autobús.

En otro momento, estaba en el metro volviendo a casa del trabajo. Varios niños entraron en el tren y empezaron a tocar la batería y a cantar. Hicieron tanto ruido que era difícil oír otra cosa. Estaban tratando de ganar un centavo y vendiendo su entretenimiento. Pero en mi mente, pensé en cómo la ciudad podía permitir que esta gente entrara al metro e hiciera tanto ruido. Si yo fuera la policía, los habría sacado de inmediato.

En cambio, cuando terminaron de cantar, toda la gente empezó a aplaudir. Les dieron a los niños confianza en sí mismos por hacer un buen trabajo. Me sorprendieron las sonrisas de los niños. Ese día mi compasión y paciencia estaban a un nivel tan bajo. Ya no me pregunto por qué algunas de estas reacciones vuelven a mí de otras personas.

Ahora entiendo cuando miro hacia atrás, cómo ha sido arreglado el camino de mi cultivación y las razones detrás de ello. Siento que incluso si corro en círculo con mis apegos, aun siendo iguales en todos los niveles, el círculo gira hacia arriba y no se queda al mismo nivel.

Veo mi camino de cultivación como la semilla de una flor de loto, que al principio de la vida se vierte en el fondo del estanque. Lentamente, pero con seguridad, asciende a través del agua fangosa y se eleva en el agua más clara hasta llegar al sol y se convierte en una hermosa flor de loto, en un precioso lago mágico.

Corríjanme cualquier cosa inapropiada, por favor.

¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!

(Presentado en la Conferencia del intercambio de experiencias en inglés de Nueva York 2018)