(Minghui.org) Cuando era joven, me encantaba leer la novela Viaje al Oeste. Cuando crecí, descubrí que el monje Tang Xuan Zang era una persona real. Su nombre original era Chen Wei y era de Yanshi, provincia de Henan. Para encontrar las escrituras budistas, viajó al oeste a Tianzhu, ¡lo cual le llevó 19 años! 

Siguiendo la orden del emperador Tang Taizong, escribió un libro, "Registros budistas del mundo occidental (Buddhist Records of the Western World)". La novela Viaje al Oeste se basó en las historias del monje Xuan Zang.

Después de leer "Registros budistas del mundo occidental", sentí que el verdadero Xuan Zang merecía aún más respeto que el Monje Tang de la novela. Hizo algo que ninguna persona común podría hacer. Viajó más de 400 kilómetros a través del desierto, escaló montañas nevadas y cruzó glaciares. Hubo bandidos y tribulaciones inesperadas a lo largo del camino, pasó muchas más que las 81 penurias registradas en la novela.

Me surgieron muchas preguntas: Viajó a 110 países, ¿cómo pudo entender todos esos idiomas? Durante los 19 años, ¿qué pasó cuando se enfermaba? Mientras caminaba de un lugar a otro, especialmente donde no había gente alrededor, ¿cómo consiguió algo de comer? ¿Cómo logró que tanta gente, buena y mala, lo admirara? Lo que era aún más difícil de creer eran los milagros que experimentó.

Por ejemplo, durante los cinco días que estuvo cruzando el desierto, confió solo en cantar el nombre de Buda; cuando se arrodilló con su sincero corazón en la cueva de las Sombras de Buda, Buda Shakya Muni se manifestó en la pared de la cueva. Como ateo, encontré esas cosas muy perturbadoras.

Me convertí en practicante de Falun Dafa en 2005 cuando me diagnosticaron cáncer de hígado en etapa terminal. La medicina moderna no pudo salvarme, pero después de que empecé a practicar Dafa, el cáncer y todas mis otras enfermedades desaparecieron. Yo, personalmente, he experimentado muchos milagros. También he visto a los Fashen del Maestro. Otros practicantes que conozco también han tenido experiencias milagrosas.

Finalmente comprendí que los seres divinos realmente existen! ¡El Monje Tang Xuan Zang no me engañó! Todas esas historias de la historia antigua estaban destinadas a construir la base de una cultura de inspiración divina para que la gente de hoy pudiera usarlas como referencia.