(Minghui.org) Hace 20 años comencé a practicar Falun Dafa y el Maestro me dio una segunda vida. Ahora tengo 79 años.

Durante mi infancia mi padre enfermaba casi 9 meses cada año. Como mi hermano tenía 10 años menos que yo y mi madre no podía hacer trabajos pesados, me encargaron trabajar los campos de nuestra familia.

En 1950 nuestra aldea construyó un embalse y tuve que dirigir a 300 mujeres para hacer el trabajo. Cuando algunas no trabajaban lo suficiente, las criticaba y el líder del pueblo estaba muy satisfecho. Fui nombrada jefa de dos granjas de campo y de una granja forestal. Por mi buen desempeño, me dieron distintos cargos y gradualmente me acostumbré a dar órdenes.

Pero mi arduo trabajo afectó mi salud y quedé discapacitada. Mi esposo me llevó a varios hospitales dentro y fuera de nuestra ciudad, lo cual era bastante caro. Como mi salud no mejoraba, sentía que era una gran carga para él y para mis 5 hijos, e incluso en algunos momentos, anhelaba la muerte. Esto se prolongó durante 10 años, hasta que conocí Falun Dafa.

En 1997 comencé a practicar y en poco tiempo me recuperé de todas mis enfermedades. No solo tengo buena salud y un andar ligero, también puedo hacer trabajos pesados. Al acercarme a los 80 años, la gente piensa que tengo algo más de 60.

Mostrando el comportamiento de un practicante

El Maestro dijo:

“Si mantienes en todo momento un corazón misericordioso y una actitud serena y pacífica, al encontrarte con problemas podrás actuar bien, porque eso da espacio para amortiguar. Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa, y cada vez que se presenta un problema piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema. Por consiguiente, debes refinar gong según estándares altos, exigirte con estándares aún más altos" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Siempre me recuerdo ser una buena persona, nunca hacer cosas malas y siempre pensar primero en los demás. Ayudo a los ancianos cuando llevan algo pesado. Cuando me doy cuenta de que las personas ya no pueden cuidarse, yo las cuido. Cuando la gente tiene hambre, les doy comida, y cuando veo que un lugar público está sucio, lo limpio.

La gente a mi alrededor ha sido testigo de mi voluntad de ayudar y me dice que soy una buena persona. Mi respuesta es: "Hago todo eso porque soy practicante de Falun Dafa, el Maestro nos dice que seamos buenas personas".

Antes de practicar  tenía un temperamento fuerte, no aceptaba que las personas se aprovecharan de los demás y a menudo peleaba con ellos. Ahora permanezco tranquila y no discuto con nadie. El año pasado salí de la ciudad para cuidar a mi nieto y algunas personas se apropiaron de mis mejores campos, pero no les reclamé ya que tenía otros campos que atender. Cuando encontré a uno de ellos y le dije que si lo necesitaba se lo daría, avergonzado y conmovido me agradeció.

Experimentando el poder de Dafa

La tarde de un día en diciembre de 2015 me sentí mareada y salí para llamar a mi hija y a mi yerno. Cuando llegaron me había desmayado y no podía hablar con claridad. Entonces me llevaron al hospital del condado, donde me diagnosticaron un derrame cerebral.

Aunque no podía hablar, pensé que no estaba enferma y que no necesitaba un médico. Cuando la enfermera se preparó para inyectarme un medicamento, envié un fuerte pensamiento recto para que nada entrara en mi cuerpo y la enfermera no pudo hacerlo. A la medianoche estaba completamente recuperada.

Al siguiente día el médico me dio de alta porque no me encontró nada malo. Cuando le preguntaron a mi hija: “¿Tu madre está bendecida por el Cielo?”, les dijo que el Maestro de Falun Dafa me cuida.

Aclarando la verdad sobre Dafa y exponiendo la persecución

Muchas personas me conocen porque dirigí tres granjas rurales, mi esposo fue un oficial de la aldea y mi hija trabajó para el gobierno de la aldea. Además, a mi avanzada edad, tengo muchos parientes y amigos. Eso me da oportunidades para aclarar la verdad sobre Dafa a muchas personas.

Además de hablar con la gente, he repartido materiales informativos de Dafa recorriendo los 30 pueblos de la zona. La mayoría de los aldeanos escuchan y aceptan los materiales. Para aquellos que se han negado a escuchar, envío pensamientos rectos deseando que en futuro tengan la oportunidad de ser salvados.

También decidí visitar pueblos más lejanos. Como ningún practicante pudo acompañarme, los recorrí sola. Mis cuatro hijas y una nuera trabajan en el condado, y con ellos me hospedé.

Sin embargo, si más de tres personas renunciaban al partido comunista chino (PCCh), no podía escribir ni recordar sus nombres. Afortunadamente, el año pasado, otra practicante anciana de una aldea vecina con familiares en el condado aceptó acompañarme.

Enfocadas en salvar a la gente, a menudo nos saltamos el almuerzo, pero siempre estudiamos el Fa todas las mañanas y nos aseguramos de enviar pensamientos rectos. Vivimos de forma simple y dura, pero haciendo lo que nos dice al Maestro, nuestra vida es muy satisfactoria.

Eliminando apegos

El Maestro dijo en uno de sus poemas:

“Estudia el Fa y obtén el Fa,
comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación,
haciéndolo todo de acuerdo a Él,
si puedes hacerlo así, cultivación será"

(Cultivación genuina, Hong Yin)

Todos los días me esfuerzo para seguir los principios de Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Cuando regreso a casa, me uno a un sitio de práctica local. Después de varias sesiones de estudiar el Fa juntos, descubrí que mis compañeros practicantes no respetaban a Shifu y a Dafa.

Cuando estudiamos el Fa algunos jugaban con niños, otros hablaban entre ellos, unos más no se sentaban derechos y tenían sus piernas junto al libro Zhuan Falun. Entonces, un día señalé todo esto. Un practicante se enojó y dijo: "Antes de unirte a nosotros, todos estábamos bien. Ahora siempre señalas problemas. ¡Bueno, ninguno de nosotros es bueno, excepto tú!”.

Esta fue una llamada de atención. Cuando miré hacia adentro para saber qué hice mal, descubrí que en la superficie lo dije por su bien, pero en realidad, en lo más profundo de mi corazón, los juzgué. Cuando me di cuenta, eliminé ese apego.

Después de estudiar el Fa y compartir experiencias por un tiempo, estábamos mejorando. La mayoría de nosotros ahora tomamos en serio el estudio del Fa y respetamos a Shifu y a Dafa.

Una practicante y yo, al salir a esclarecer la verdad, tuvimos un malentendido. Si hubiera sucedido antes de practicar Falun Dafa, me habría sentido terriblemente mal. Pero recordé lo que dijo el Maestro:

“Cultivador practicante

Busca tú mismo los errores

Elimina todo tipo de corazones humanos

No te quedes atrás en grandes pruebas, pequeñas pruebas, no pienses en caer

El que tiene la razón es él

El que está equivocado soy yo

(Quién tiene razón, quién no, Hong Yin III)

Mi apego a discutir se había ido. Le pedí disculpas a esa practicante y le dije que estaba equivocada, ya que había malinterpretado sus intenciones.

Al estudiar bien el Fa, elimino mis apegos al fanatismo, a la ostentación y a evitar los problemas. ¡Siento tanta alegría por cultivar Falun Dafa!