(Minghui.org) Recibí una copia de Zhuan Falun en 1997. Me gustó mucho el libro, pero no me di cuenta de que guía a las personas a cultivarse hasta que comencé a hacerlo en 2011.

Estoy profundamente agradecido por la guía y protección del Maestro en los últimos ocho años. Me gustaría compartir mis experiencias con los demás practicantes.

Trabajo en una oficina gubernamental y tengo muchos colegas con los que me llevo muy bien. A veces hablo con ellos sobre Falun Dafa, y saben que soy un practicante. Quienes entienden la persecución ya se han retirado del partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles.

Antes de las vacaciones de Año Nuevo. Descubrí que algunos de mis colegas estuvieron espiándome. Fue muy difícil para mí aceptar eso. Ellos sabían que Falun Dafa es bueno, entonces me preguntaba por qué se paraban del lado del mal y participaban en la persecución. Me surgió el resentimiento, y pasé mucho tiempo suprimiéndolo.

Hace un par de meses, los miembros del PCCh en nuestra oficina vieron un video que calumniaba a Falun Dafa. Las actitudes de mis colegas cambiaron después de ver el video. Evitaron el contacto visual conmigo y ya no me hablaban. Sentada en la oficina, sentí la presencia del mal y me sentí sofocada. Todos parecían ocupados, y nadie hablaba. Desde ese día en adelante, intensifiqué el envío de pensamientos rectos para eliminar el mal.

Varios días después, noté que un colega se estaba comportando de una manera bastante extraña: cuando fui al baño, él también vino. Cuando me quedaba en la oficina, él se iba. Cada vez que tenía visitas, él caminaba a nuestro alrededor; Incluso me preguntaba quién era el visitante. Después de unos días, me di cuenta de que él estaba allí para vigilarme. Esa fue la única razón de su comportamiento peculiar.

Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, mi corazón se agitó. Resentimiento, contender, y el miedo a perder la cara. Y luego me di cuenta de que mis colegas estaban más cerca de cambiar también. Uno tras otro, incluido el gerente, todos cambiaron su actitud y comportamiento, lo que me alertó de que estaban monitoreándome. Me sentía como si estuviera rodeada de maldad con ojos en todas partes; había perdido completamente mi libertad.

Sabía que esto no estaba bien, entonces intensifiqué mi estudio del Fa y el envío de fuertes pensamientos rectos. Pero mi corazón no estaba mejorando. Me resentí, pero también sentí lástima por ellos. Busqué en mi interior y encontré muchos apegos: temor, reputación, y resentimiento. Pero sabía que no podía deshacerme de ellos. Le pedí ayuda al Maestro y su iluminación. El Fa del Maestro me llegó:

"El cuerpo yace en prisión –no se aflijan, no estén tristes
Con pensamientos rectos y acciones rectas, el Fa está presente
Reflexionen calmadamente acerca de cuántos apegos tienen
En cuanto se deshagan de la mentalidad humana, el mal naturalmente desaparecerá"
(No estén tristes, Hong Yin (II)).

Me di cuenta de que estaba siendo monitoreada y se sentía como si estuviera en prisión. Pero ¿qué podía hacer? El Fa del Maestro continuó inspirándome:

“Como he dicho, todo lo que pasa hoy en la sociedad común es el resultado de los apegos de los Dafa dizi. A pesar que las viejas fuerzas existen, si ustedes no tienen aquellos apegos, ellos no pueden hacer nada. Cuando sus pensamientos rectos son lo suficientemente fuertes las viejas fuerzas no pueden hacer nada” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002).

El Maestro enseñó:

“Todos saben, los cultivadores siempre dicen esta frase: si tienes ese corazón, tu corazón se mueve; si no tienes ese corazón, es como después de que el viento sopla, no sientes nada. Algunas personas te dicen que vas a matar y provocar un incendio, cuando lo escuchas, sientes que es realmente divertido. (Shifu ríe) ¿Cómo puede ser? Con una sonrisa ya pasa” (Enseñanza del Fa en el Fahui de San Francisco 2014).

Continué leyendo:

“Si no tienes este corazón, no aparecerá gente mala, las viejas fuerzas no arreglan este asunto, esto está tan claro puesto allí, si no tienes este corazón, ¿para que arreglarían esas este asunto? Esto sería superfluo, y encima tendría una razón para liquidarlas” (Fahui de Nueva York 2016).

Luego de la enseñanza del Fa, me di cuenta de que fue mi apego el que trajo esta tribulación; mi miedo a morir fue intensificado por este evento. Estaba temerosa de ser arrestada, sentenciada, y perseguida hasta la muerte o que tomaran mis órganos mientras aún estaba viva.

Cuando finalmente vi esto, comencé a negar completamente los arreglos de las viejas fuerzas y eliminar mi apego. Pero esto no fue fácil; esta tribulación continuó yendo y viniendo para atormentarme. Otros practicantes me señalaron que todas eran impresiones falsas y debía negarlas. También me recordaron que todos los practicantes de Dafa tienen poderes y, con el Maestro conmigo, ¿Por qué aún debería temer?

Comencé a recitar el Fa del Maestro y enviar fuertes pensamientos rectos siempre que mi miedo resurgía. Poco a poco mi miedo fue desapareciendo, y mi corazón volvió a estar en paz.

También encontré otros apegos; estaba menospreciando a mis colegas. Los estaba midiendo con las enseñanzas del Fa que había aprendido. ¿Cómo podría ser correcto? Las enseñanzas del Fa eran para que yo cumpliera y siguiera.

Descubrí que estaba viendo solo la superficie. No debería tener resentimiento, y debería cultivar la bondad. Finalmente entendí que es lo más poderoso que nos enseñó el Maestro:

"Los fo son bondadosos, y eso es seguro. Pero esa compasión es una manifestación del gran poder de FOFA. Sin importar cuán mala es una persona o cuán vicioso es algo, cosas tan fuertes como el hierro y el acero se derretirán ante el poderoso poder y la compasión de FOFA. Por eso es que los demonios se asustan cuando lo ven; se asustan realmente. Ellos se derretirán y desvanecerán. Esto es absolutamente diferente de lo que el hombre se imagina" (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos).

Me di cuenta de que estaba equivocada: resistí la persecución, pero aún así la reconocí. ¿Cómo podría ser correcto? Mis colegas estaban siendo utilizados y manipulados por las viejas fuerzas; eran lamentables para empezar.

Las viejas fuerzas querían que las eliminara instigando mi resentimiento y odio, ¡qué malvadas! Soy un ser que cultiva la bondad; todas las personas que me rodean están relacionadas con el Maestro y conmigo, y tengo que inspirarlas con mi Shan. Tengo que dejar que realmente sientan la bondad y el amplio corazón que un practicante de Dafa tiene a través de mis palabras y acciones.

Cuando realmente aprecié todas y cada una de las vidas a mi alrededor, aproveché la oportunidad para trabajar y compartir tiempo con ellos. Todo cambió. Me trataron incluso mejor que antes. Es cierto que cuando no tengo el apego, la tribulación no puede existir.

Gracias, Maestro, por iluminarme, inspirar mis pensamientos rectos y negar completamente las viejas fuerzas. Has eliminado la persecución contra mí y a los seres conscientes y me has permitido validar el Fa y salvar seres conscientes. Gracias, Maestro, por vuestra compasiva protección.