(Minghui.org) Saludos, ¡estimado Maestro y compañeros practicantes!

Soy una estudiante universitaria que vino a los Estados Unidos hace tres años. Mis padres son practicantes de Falun Dafa quienes me enseñaron la práctica de cultivación desde muy temprana edad.

A la deriva junto con la corriente de la sociedad

Estudié Zhuan Falun desde que era muy pequeña con mis padres e hice los cinco ejercicios de Falun Dafa. En aquel momento, no tenía muchos apegos y hacía lo que sea que mis padres me dijeran que hiciera. Leía el Fa y hacía los ejercicios todos los días. Leía los artículos de las páginas Minghui y Zhengjian cada semana. En algunas ocasiones salía a distribuir materias de clarificación de la verdad de Dafa.

Me parecía que era diligente en la cultivación. De hecho no entendía qué significaba la cultivación, o por qué me cultivaba. En la secundaria, pasaba mucho tiempo en la escuela, y la mayor parte del tiempo salía con mis amigos no practicantes. Gradualmente, me volví reacia a leer el Fa y hacer los ejercicios.

Mi madre, mi tía, y yo vinimos a los Estados Unidos en 2012 para asistir al cuarto Festival de Música Internacional de Washington DC. Con la ayuda de algunos compañeros practicantes de New Jersey, tuvimos la suerte de asistir a la Conferencia del Fa de DC en julio de 2012. Sin embargo, como acabábamos de llegar a los Estados Unidos desde China, fuimos asignados a otra sala de conferencias y no pudimos ver al Maestro en persona.

El día antes de la conferencia del Fa, algunos compañeros practicantes nos dijeron que habíamos sido asignadas al salón principal de conferencias. Cuando llegamos allí, nos dijeron que teníamos que asistir a la conferencia en la ubicación secundaria. Nos tomó otros 30 minutos llegar en taxi.

Además de la decepción de no haber visto al Maestro, albergué muchas quejas sobre los otros practicantes en mi corazón. Ni siquiera pude escuchar al Maestro con atención. Aunque vine a los Estados Unidos y asistí a la Conferencia del Fa, mi actitud no cambió cuando regresé a China. Fue incluso peor en cierta medida.

En la universidad mis padres me compraron un smartphone, entonces podía ingresar a Internet en cualquier momento. Era bastante práctico, pero me llevó a dejarme ilusionar muy fácilmente por la fama, la fortuna, y el sentimentalismo. Me estaba volviendo cada vez más como la gente común.

Me inscribí para la competición de NTD televisión para jóvenes pianistas en Nueva York en 2013. Dos días antes de viajar a los Estados Unidos, unas personas rompieron la puerta de entrada de nuestra casa y arrestaron a mi madre. La detuvieron durante dos meses. Me quedé sola en casa. Me volví aún peor e indulgente conmigo en los videojuegos. Me quedaba despierta hasta las cuatro o cinco de la mañana, o la noche entera jugando videojuegos. Además de eso, me volví adicta a las novelas online.

También me enamoré de un compañero de clase. Aunque no hicimos nada malo, lo poco que hicimos ya se desvió del estándar de los cultivadores. Era la ayudante de nuestro profesor, así que podía entrar y salir de su oficina en cualquier momento. Un día, robé las respuestas de la tarea y las compartí con toda la clase. No me sentí avergonzada de haberlo hecho. Estaba orgullosa de ello.

Luego liberaron a mi madre. Insistió en que yo debería estudiar en el extranjero. Me inscribió para los exámenes TOEFL y SAT. Los pasé y me fui a los Estados Unidos en 2015. Me acompañó y contactó a los practicantes de Dafa locales. Hicieron los ejercicios en mi escuela los domingos en la mañana. Debido al miedo y la pereza, hice todo lo posible por evitar los ejercicios grupales. Si no podía saltármelos, llegaba tarde a esperar a que el resto de practicantes terminaran el quinto ejercicio.

Luego, me asignaron nuevamente al salón secundario de conferencias para la Enseñanza del Fa en el Fahui de la Costa Oeste 2015. Durante la conferencia, al comienzo había un problema con el proyector y no pude oír al Maestro claramente. Una vez más, me quejé en mi corazón de las malas habilidades organizativas de los practicantes y la mala condición de la sala de conferencias.

En aquel momento, tenía muchas preguntas en mi corazón: “Una persona común puede ser salvada inmediatamente en cuanto renuncie al partido comunista chino (PCCh). Serán bendecidos por Dafa y serán capaces de entrar al nuevo universo. ¿Por qué los practicantes de Dafa necesitan hacer las tres cosas? Si yo fuera una persona común haría la renuncia al PCCh y luego, no debería hacer nada más. Aún así sería bendecida por Dafa”.

Por esta noción, siempre pensaba que mi cultivación me la impusieron mis padres, y que no era algo que yo hubiera elegido hacer por mi propia voluntad. No consideraba que ser una discípula de Dafa representa un honor y no una carga.

Viendo al Maestro en persona

Presencié la Conferencia del Fa en Nueva York en mayo de 2016, y por primera vez en mi vida vi al Maestro en persona. Mi cuerpo se sacudido. Me sentía exaltada. Cuando el Maestro habló, me sentí extremadamente calmada y en paz, sus enseñanzas me despertaron.

Ensa noche luego de la Conferencia del Fa, estudié el Fa con mi madre. Repentinamente, vi a satanás. Era incapaz de quitar esta imagen de mi mente, sentí mucho miedo, y comencé a pensar: “¡Maestro, por favor ayúdeme!”. Sentí que carecía del poder necesario para deshacerme de la imagen de satanás.

Luego, vi una gran inundación destruyéndolo todo. Después de esto. Un dorado Zhuan Falun flotó en el aire. El mundo entero estaba sin vida. Sentí que el mundo que veía era mi propio mundo; no contenía seres conscientes. Entonces, sentí una gran calma. Sentí que todos mis apegos se habían esfumado. Nada podía molestarme.

Había otra pequeña 'yo' saltando en mi mente, quien trató de recordarme mis clases, mi relación romántica y mis planes futuros. Estas tres cosas son las que consideraba extremadamente importantes. Pero en ese momento sentía una gran compasión. Como si los apegos nunca pudieran volver a mover mi corazón. La pequeña 'yo' que pensaba en diferentes apegos no merecía mi atención. Sentí una solemne sensación de paz sin parangón en mi corazón, como si fuera un ser divino a cargo del cielo y la tierra.

A mi madre le costó un gran esfuerzo despertarme. Dijo que mientras estaba leyendo el Fa, de repente estallé en lágrimas. Aunque solo habían pasado unos pocos segundos, sintió que mi espíritu primordial habían abandonado mi cuerpo. La encontré muy sorprendida. ¿Solo han pasado unos segundos? Sentí que había pasado un tiempo tan largo como un siglo.

Me iluminé a que como no me consideraba una cultivadora, mi propio mundo estaba vacío y no tenía seres conscientes. Aún así el Maestro fue compasivo y no renunció a mí. El Maestro me mostró cómo debe sentirse un ser divino recto. El corazón debe estar lleno de compasión benevolente. Tal sentimiento era diferente de las emociones, que eran amargas y tenían un mal sabor. La compasión era libre de intenciones y maravillosa. Después de un tiempo, me di cuenta de que todavía mantenía algunos apegos. Nunca podré olvidar cómo fue sentirme sin apegos, a pesar de que solo duró unos segundos. Esto me motivó para cultivarme diligentemente.

Lograr estar una hora con las dos piernas cruzadas

Como había decidido cultivarme diligentemente, pasé cerca de dos semanas estudiando las enseñanzas del Maestro. Luego de leer todos los libros, entendí la razón por la que antes estaba confundida. Parecía que nunca había leído ningún libro de Dafa en estos dieciocho años. Comencé a memorizar Zhuan Falun en marzo del 2018, y aún no he acabado el libro entero. A través del estudio y la memorización del Fa, he acabado entendiendo esto profundamente. Siento felicidad y excitación cuando me ilumino y mi nivel se eleva.

Viví en Flushing, Nueva York durante el verano de 2016. Participé en los ejercicios grupales en el Jardín Botánico de Queens todos los días. Aunque comencé a cultivarme en la infancia, solo podía cruzar las piernas durante unos 40 minutos, incluso si me sentaba en una cama muy suave.

El grupo de ejercicios comenzaba con el envío de pensamientos rectos a las 5:55 a. m. seguido de una hora de meditación sentada, y otra hora de los ejercicios de pie. Con el tiempo añadido del envío de pensamientos rectos, necesitaba estar sentada en el pavimento por un total de una hora y quince minutos con mis piernas doblemente cruzadas. Era incapaz de mantenerlas dobladas tanto tiempo. Cuando meditaba, usualmente cambiaba de posición entre loto completo y medio loto. Trataba por todos los medios de la gente común de aliviar el dolor.

Después de completar la meditación sentada, algunos practicantes se levantaban inmediatamente para hacer los ejercicios de pie. Pero yo, antes de poder levantarme, me quedaba en el suelo por más de diez minutos.

Más tarde, me di cuenta de que la idea de no poder cruzar las piernas durante más de 40 minutos era una idea humana, de la que necesitaba deshacerme. Por lo tanto, me puse una meta, y aumenté el tiempo de mis piernas cruzadas en 5 minutos todos los días. 

Lo hice durante 40 minutos el primer día. Luego probé 45 minutos el segundo día y 50 minutos el tercero. Sin embargo, no fue fácil. Seguí recitando el Fa de Shifu: “Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer” (Zhuan Falun). Apreté los dientes con fuerza para soportar el dolor en mis piernas. Me tomó cerca de un mes poder hacer la meditación durante una hora en la posición de loto completo.

Clarificando la verdad sobre Dafa

Además de estudiar el Fa y hacer los ejercicios, también esclarezco la verdad en los sitios turísticos. Fui asignada a la Plaza de la Naciones Unidas en Nueva York. Nunca le había aclarado la verdad a nadie excepto a mis buenos amigos de la secundaria antes del 2016. Cuando estaba frente a los turistas chinos, no sabía cómo comenzar una conversación.

Seguí a algunas practicantes en mi primer día para ver cómo ellas hablaban con los turistas. Gradualmente me atreví a hablar con los turistas chinos después de abandonar el miedo. Algunas personas tomaron el volante con la aclaración de la verdad, pero algunos no lo hicieron. Poco a poco descubrí mi propio método para entablar conversación. Normalmente llevaba conmigo varios folletos de aclaración de la verdad y preguntaba si necesitaban ayuda para tomar fotos. A veces iniciaba una conversación rápida con ellos. A veces les preguntaba si sabían qué significaba renunciar al PCCh. Si el turista sabía, le daba un volante básico sobre Dafa. Algunos turistas se mostraban dispuestos a escuchar, mientras que otros me insultaban cuando escuchaban las palabras Falun Dafa.

Comprendiendo que valía la pena que me insultaran

Hubo un incidente que me impresionó. Un hombre chino de mediana edad se apoyó en un árbol y miró al edificio de las Naciones Unidas. Comencé a hablar con el sobre el incidente de la autoinmolación en Tiananmen. Cuando escuchó las palabras “Falun Dafa”, el turista me miró pero permaneció en silencio. Pensé que su reacción era una buena señal, y me exalté mucho. Pensé que iba a poder hacer que renunciara al PCCh, entonces continué hablando sobre Dafa. Me escuchó atentamente sin decir nada.

Cuando le pregunté si quería renunciar al PCCh, sus amigos vinieron. Cuando me escucharon hablar sobre Falun Dafa, se echaron a reír y empujaron al hombre: "¿por qué la escuchas?". Y luego, se reunieron a mi alrededor y comenzaron a gritarme. El hombre de mediana edad dijo: “No quería escucharla. Ella solo siguió hablando”. Algunos de ellos notaron que yo era muy joven. Preguntaron: “¿Cuánto te pagó Falun Dafa para hablar sobre la práctica?”. Aunque les dije que me ofrecí como voluntaria, no me creyeron.

Entonces, uno me preguntó si era ciudadana estadounidense y mi condición social. Algunos de los más ancianos me dijeron que dejara de distribuir folletos sobre Falun Dafa. Otros dijeron palabras groseras y me insultaron. Estaba rodeada por unas ocho personas que no paraban de insultarme. Al principio pensé en enviar pensamientos rectos. Más tarde empezaron a surgir todas mis nociones humanas. Me sentí muy mal. Miré alrededor, pero ningún compañero practicante se acercó a ayudarme. Me sentí muy molesta y comencé a quejarme de los demás practicantes en mi corazón. Luego pensé: "Si no escuchas, simplemente dejaré de salvarte. ¿Por qué tengo que soportar todos tus insultos?".

Las personas siguieron gritando. Carente de pensamientos rectos, diferentes nociones humanas aparecieron en mi mente. Me quedé allí y escuché pasivamente toda clase de palabras desagradables. Después de un rato, su guía vino a buscarlos. Cuando se fueron, un practicante vino y me preguntó si me encontraba bien. Me dijo que no vino a ayudar, pero que envió pensamientos rectos.

Notó a otra persona parada cerca del árbol, se acercó a ese chico y le dijo: “Mira, ella es solo una niña pequeña y un grupo de turistas chinos la insultó. ¿Estaría dispuesta a hacer este trabajo aunque le pagaran bien? Todos los que ves aquí contamos la verdad voluntariamente". El chico tomó el folleto de aclaración de la verdad de inmediato, lo que me hizo pensar que valió la pena que me maldijeran.

Mirando hacia adentro

Luego de volver a casa, reflexioné sobre el incidente. Encontré que cuando aclaro la verdad, estaba obsesionada conmigo misma. No me importaba lo que las otras personas pensaran. Intentaba decirles a los turistas todo lo que sabía. Pero incluso cuando las personas comunes persuadían a otras, tenían cuidado de no dejar que la información los saturara.

Como discípula de Dafa, estaba haciendo la cosa más recta ¿Por qué estaba siendo tan impetuosa? Luego de mirarme internamente, encontré mi mentalidad de mostrarme: Tenía la esperanza de hacer que los turistas renunciaran al PCCh, para mostrarles mis habilidades a mis compañeros practicantes. Mentalidad competitiva: Cuando estaba rodeada y maldecida por el grupo de personas, me molestó que mis compañeras practicantes no corrieran en mi ayuda. Apego a la exultación: Cuando el turista no me dijo inicialmente que no, me sentí particularmente emocionada y que había una gran posibilidad de que renunciara al PCCh. Con tantos apegos, ¿cómo podría haberlo salvado?

A partir de entonces, comencé a prestarle atención a cada noción y ajusté cada pensamiento. Si no estaba actuando bien, mis palabras no tendrían poder y no podrían salvar a la gente. No debería temer lo difícil que fuera aclarar la verdad a los turistas. ¿Cómo podría un ser divino dejarse mover por las palabras de una persona común?

Los practicantes que persisten en aclarar la verdad en los sitios de turistas trabajan realmente duro. ¡Poseen una virtud sin límite!

El Maestro dijo: "Dafa dizi, ah, aunque Shifu ha hablado un poco duro, esto es para que ustedes se pongan vigorosos, ¡porque ustedes son la esperanza de los seres humanos! ¡La esperanza de los seres conscientes del universo! ¡Ustedes también son la esperanza de Shifu!" (Fahui de Nueva York 2016).

Equilibrando el trabajo académico, las actividades sociales y la cultivación

Hay una organización de estudio de Dafa en nuestra escuela. Yo soy la presidenta. Nuestro grupo es el primero y único que esclarece la verdad en el campus. Somos tres practicantes. Cuatro personas se unieron a nuestra organización estudiantil y están aprendiendo Dafa. Como presidenta, necesito organizar actividades para el club.

Durante el Festival de Medio Otoño, hicimos pasteles de la luna. En el Año Nuevo Chino, organicé a los miembros del grupo para hacer dumplings (ravioles estilo chino). El propósito de estas actividades es el de celebrar las festividades tradicionales chinas y atraer a más estudiantes a nuestro club. Sin embargo, debido a que nuestro grupo no tiene muchos miembros, me toca planear y preparar todo, incluyendo el proveer materiales e invitaciones, los cuales me toman mucho tiempo.

El último semestre, tomé cinco clases principales muy difíciles y una opcional. En febrero, tuve exámenes al menos cada semana. Podía tener tres, cuatro, o incluso cinco exámenes en la misma semana. Además de una gran carga de trabajo académico, también tenía dos trabajos de medio tiempo en el campus. Asimismo necesitaba salir a cenar con mis amigos comunes para mantener nuestra amistad. Y, desde el otoño pasado, comencé a hacer subtítulos y editar videos para la televisión NTD.

Era demasiado, me sentía embrollada y exhausta al mismo tiempo. En la conferencia de Washington D.C. hablé con una practicante local. Comentó algo que me impresionó bastante: “Sí, todos los practicantes están ocupados. Si no estás ocupada, no eres una practicante de Dafa diligente”.

Los practicantes participan en múltiples proyectos de Dafa y están muy, muy ocupados. Algunas veces no tienen tiempo para comer o dormir. Siempre pienso que estoy ocupada, estoy ocupada. Estoy ocupada principalmente con mis propias cosas, como mi escuela, actividades sociales y algunas tareas de la vida trivial. ¿De qué me quejo? ¿Quejarse de estar ocupado también es un apego egoísta?

Los cultivadores quienes se funden en el Fa experimentarán el poder de Dafa. A menudo escucho a practicantes jóvenes decir: “Voy a terminar mis proyectos académicos primero y haré los proyectos de Dafa después” o “tengo examen esta semana. Déjame hacer el proyecto de Dafa luego del examen”. Estas palabras aparentan ser razonables. Sin embargo ¿No son básicamente las mismas cosas que practicar la cultivación después de jubilarse?

Desde mi perspectiva, cuando te sientes ocupado, no deberías sentirte depresivo y estresado. En su lugar, deberías sentir que es la vida normal de un practicante de Dafa diligente.

Los practicantes de China siguen sufriendo la más severa de las persecuciones. Como joven practicante de Dafa, poseemos habilidades técnicas que casi todos los proyectos de Dafa necesitan. ¿Qué razones tenemos para evadir nuestras responsabilidades?

Cuando te quejas de que estás muy ocupado, ¿realmente no pierdes el tiempo? ¿Usas cada minuto de tu tiempo libre para esclarecer la verdad de Dafa? Los seres divinos ayudan a los practicantes de Dafa. Podemos aparentar estar muy ocupados en la superficie. ¿Puede la carga de trabajo aparentemente pesada no ser una prueba para tu corazón? ¿Harás menos proyectos de Dafa porque estás ocupado con tu escuela? ¿O creerás firmemente en Shifu y en el Fa? Descubrí que no importa lo ocupada que esté, siempre puedo terminar todas las tareas que se me asignan. Siento que soy como un contenedor infinito. Todo se reduce a cuán firmemente creo en el Fa, y cuántas tareas puedo realizar.

Quiero compartir mi experiencia con todos los practicantes de Dafa jóvenes. En tanto tú creas en el Fa, podrás hacerlo todo. El poder del Fa es infinito. No uses el sentirte cansado como una excusa para no participar en las actividades de aclaración de la verdad.

Me reuní con los padres de algunos jóvenes practicantes de Dafa. Cuando no quieren participar en las actividades de aclaración de la verdad de Dafa, sus padres explican en nombre de sus hijos que estos están ocupados estudiando.

Lo que quiero sugerir es que, como padres, suelten todos sus apegos humanos. Mientras no estén demasiado apegados a sus hijos, sus hijos tienen la capacidad de hacer todo.

(Presentado en la conferencia del Fa del Centro de los Estados Unidos 2018)