(Minghui.org) Soy un oficial retirado del ejército indio de 87 años de edad. Mirando hacia atrás a mis diez años de cultivación en Dafa, me sorprendí por la organización por parte del Maestro de cada suceso a lo largo de mi vida que estableció el escenario para mi aprendizaje de Dafa y para los arreglos subsiguientes en mi trayecto.

Definitivamente no fue una coincidencia que la búsqueda de alivio para mi hombro paralizado me llevara a un acupunturista que practica Falun Dafa, quien me mostró los ejercicios y me entregó los libros. Empecé a leer Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Me pareció un tesoro de sabiduría acerca de la vida y de cómo vivirla. A medida que lo iba leyendo, empecé a adquirir más conocimientos y mayor sabiduría. Poco tiempo después descubrí que los síntomas de mi hombro paralizado habían desaparecido por completo.

Rememorando mi juventud, recuerdo cómo siempre había estado buscando respuestas a las preguntas sobre mi existencia: de dónde venía, a dónde iría, y si existía algo parecido a la reencarnación. No había hallado las respuestas a través de mi familia ni de mis profesores. Siempre fui consciente de la realidad e incluso podía aceptar las diferencias de estatus social, la disparidad entre ricos y pobres.

La educación en mi familia era tal, que mostrábamos tolerancia hacia todas las religiones y denominaciones. Nací hindú, pero crecer en un internado dirigido por misioneros cristianos me hizo permeable a los principios del cristianismo, aunque no abrazara la religión.

Me uní al ejército a la temprana edad de 17 años porque sentía la necesidad de ser autosuficiente e independiente. Me abrí camino a través del trabajo duro, la disciplina y la diligencia. Cuando me retiré como Teniente Coronel, quise desacostumbrarme de las trampas de la vida de un oficial del ejército.

Dejar de beber, fumar y socializar no me resultó difícil, pero me di el gusto de jugar en el mercado de valores y en las carreras de caballos. Nunca me consideré un perdedor, y esto me dio la confianza y la alegría de hacer apuestas y ganar. Cuando obtuve Dafa, le pregunté a un practicante veterano qué decía Shifu sobre participar en el mercado de valores. Aquello me hizo reflexionar, aunque estaba demasiado apegado como para dejarlo.

Eliminando mis apegos con la cultivación

Cuando empecé a cultivarme, estudiaba el libro regularmente y solía ir a un parque cercano para hacer los ejercicios por mi cuenta porque no había practicantes que vivieran cerca. Siempre que practicaba los ejercicios, deseaba que la gente me preguntara qué estaba haciendo para poder hablarles sobre Falun Dafa, pero nunca ocurría. Empecé a repartir volantes y, aunque algunas personas mostraron cierto interés, no les gustaba mucho aprender los ejercicios. Aunque regalé muchos ejemplares de Zhuan Falun a familiares y conocidos, no muchos se iniciaron la cultivación. He llegado a entender que solo aquellos que están predestinados se la tomarán en serio.

Poco a poco fui tomando conciencia de mis apegos. No fue difícil para mí renunciar a cosas simples como tomar té y bocadillos en ciertos momentos. Sé que hay muchos apegos a los que tengo que renunciar, y sé que serán expuestos a medida que me cultive.

Renunciar al sentimentalismo

Hace cinco años, perdí a mi esposa de 60 años, y fue un gran golpe. Después de derramar muchas lágrimas, recobré la compostura. Entendí que su momento había llegado y que yo no tenía control sobre estas cosas. Guardé algunos recuerdos felices, pero más tarde los dejé ir cuando recordé lo que el Maestro dice acerca de abandonar el sentimentalismo y no ceder a las emociones ya que pueden deteriorar la calidad de vida de uno. Reproducir el pasado una y otra vez no iba a ayudarme en nada.

Hace un par de meses, perdí a mi hijo. Siempre es difícil para un padre ver morir a su hijo. Me sentí triste, pero en mi mente volví a recordar la enseñanza del Maestro acerca de que no tenemos control sobre el destino de otras personas.

Tengo muchos nietos y bisnietos. Les tengo afecto, pero el sentimentalismo ha sido reemplazado por la compasión y el sentido de responsabilidad que siento ahora por todos los niños.

Falun Dafa me ha enseñado a no perseguir nada, a no hacer comparaciones y a no depender de nada ni de nadie.

Pagar una deuda del ye (kármica)

Decidí detener todas mis actividades especulativas en el mercado de valores en octubre de 2016, e incluso aconsejé a mi corredor de bolsa que lo hiciera. Cerré todas las transacciones, algunas con pérdidas, pero en general obtuve beneficios considerables. Mi agente de bolsa entonces entró en una transacción sin mi aprobación. Cuando lo interrogué, me suplicó que siguiera con el trato y me prometió que sería una mina de oro. Acepté, y suspendí el cierre de mi cuenta por pura codicia.

Ese fue el comienzo de una pesadilla. Mis pérdidas se dispararon, y mi agente de bolsa me incitó a aportar más dinero para tratar de recuperar las pérdidas. Finalmente me desperté cuando había perdido tres cuartas partes de mis ahorros. Tuve que decidir entre seguir aportando dinero o informar del asunto a la Casa de Bolsa. Esta última opción significaría que mi corredor, un joven con esposa e hijos, sería puesto en la lista negra y perdería su trabajo o terminaría en la cárcel.

Me di cuenta en mis momentos de quietud de cuánta compasión me había otorgado el Maestro, y de cómo estos asuntos me habían ayudado a pagar una enorme deuda de yeli (kármica). Me sentí feliz de haber tomado la decisión correcta, y en mi corazón agradecí al corredor que eliminara mi deuda y mi apego. Después de este incidente a principios de 2017, me retiré completamente de la especulación en el mercado de valores y de las apuestas en las carreras de caballos. Continué como un simple inversor.

Aprendí una amarga lección, de lo cual no me arrepiento. Después de quitar un apego tan crucial, me resultó mucho más fácil eliminar otros apegos. La lección fue valiosa ya que como dice el Maestro, no puedes poseer lo que no es tuyo.

Le agradezco al Maestro que me ayudara y guiara para encontrar la paz en mi interior. Mi proceso de cultivación continúa, y obtengo nuevos entendimientos casi todos los días. Muy a menudo encuentro respuestas a mis preguntas cuando abro Zhuan Falun para leerlo. Hago los ejercicios y estudio el Fa, pero necesito ser más firme con el envío de pensamientos rectos. Además, hasta ahora solo he logrado aclarar la verdad a aquellos que muestran cierto interés en conocer Dafa.

Entiendo en mi corazón que el Maestro tiene una misión preparada para mí, y continuaré en mi camino de cultivación de una manera firme realizando mi mejor esfuerzo para disolver mis apegos fundamentales.