(Minghui.org) El 3 de agosto de 2018 conocí a un anciano en el parque. Charlamos durante un rato, le conté cuán corrupto es el partido comunista (PCCh) y le describí el daño que a ha hecho a nuestra gente a lo largo de los años: la revolución cultural, la masacre de la Plaza Tiananmen y la actual persecución a Falun Dafa. 

Le dije: “Desde que el partido ha estado en el poder, ha asesinado a más de 80 millones de personas inocentes. Que eso era imperdonable, y que tarde o temprano encontraría su retribución.

“Falun Dafa es un sistema de cultivación de la Escuela Buda (Fo), en el cual los practicantes se conducen de acuerdo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. No persiguen fama ni ganancia, y no dañan a la gente. Su objetivo es elevar el carácter moral. Pero el partido comunista temeroso de perder el poder comenzó una persecución a Falun Dafa a gran escala”.

El anciano remarcó: “Me gusta lo que dijiste. Soy miembro del partido”.

Y agregué: “No podemos darle nuestras vidas. Por favor considere renunciar”.

Estuvo de acuerdo y le di un libro titulado “El propósito final del comunismo”. Con agradecimiento lo aceptó. Antes de partir, le dije que repita las frases: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”,  que lo protegería.

Dos días después, lo encontré nuevamente en el parque. Me contó que el libro que le había dado era grandioso y que todo era verdad. Y exclamó: “¡Tengo más de 80 años, por lo que experimenté todo eso!”.

Le dije que lo pasara a sus familiares y estuvo de acuerdo.

En la mañana del 13 de agosto, regresé al parque y vi al hombre rodeado por un grupo de personas. Se lo veía muy animado, describiendo el accidente de auto que había protagonizado. Contó que el coche lo había chocado mientras andaba en bicicleta. Que había salido despedido de la bicicleta y aterrizado con todo el peso sobre el suelo, que su bicicleta quedó destrozada.

El conductor lo llevó al hospital pero él estaba bien, ni siquiera tenía un rasguño. La presión arterial estaba un poco alta, probablemente por su nerviosismo. El médico y el conductor quedaron sorprendidos  que no tuviera lesiones.

Relató que su buena fortuna fue el resultado de que alguien le contara sobre Falun Dafa. Le dijeron que era una práctica recta y que salva a la gente: “Cuando el corazón de uno está libre de mentiras, y cree que esta práctica es buena, será recompensado con salud y paz”. Tomó muy en serio esas palabras.

El hombre le confió al grupo que tenía 84 años. ¿Cómo no iba a estar herido después de tan grave accidente? Su buena fortuna se debió al hecho que el Maestro (Li Hongzhi) de Falun Dafa lo había salvado del daño, y sentía una inmensa gratitud.

Las personas de la multitud comentaron: “Eso es milagroso. ¡Falun Dafa verdaderamente puede salvar a la gente!”.

Entonces me detuve y aproveché la oportunidad para contarles lo maravilloso que es Falun Dafa. Fue fácil para mí aclararle la verdad al grupo. Dos personas más estuvieron de acuerdo en renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.