(Minghui.org) Antes del 6 de octubre de 1994, cuando empecé a practicar Falun Dafa, estaba muy enferma. Padecía de más de una docena de enfermedades, incluyendo enfermedad coronaria, hemorragia cerebral, cálculos renales, mareos y reumatismo. Tenía dos cajones grandes en mi casa y un armario en la oficina llenos con medicamentos recetados. Iba al hospital para ponerme inyecciones y recibir acupuntura y terapia eléctrica. Ya había agotado todos los métodos de tratamientos médicos y ni así se aliviaron mis padecimientos.

En 1991, tras una cirugía para extirpar los tumores uterinos, pasé casi todos los días en el hospital. Mi salud se deterioraba velozmente. Cuando caminaba me ponía temblorosa. Ni siquiera era capaz de acarrear un objeto que pesara 2 kilos, pero de todas formas tenía que ir a trabajar puntualmente todos los días, e intentaba cumplir con mis tareas domésticas. En ese entonces sentía que la vida era solo sufrimiento.

Al borde del colapso total, me encontré con Falun Dafa, el cual se extendía rápidamente por todo el país. Ambas revistas: Qigong y Deportes, y Qigong, informaban sobre la efectividad de Falun Dafa (Falun Gong) para mantener en forma y mejorar la salud de la gente. La revista Personas Mayores detalló los cinco ejercicios de Falun Dafa en varios números consecutivos. 

Finalmente, cuando tuve el libro Falun Gong, estaba tan emocionada que no quería dejarlo. Terminé de leer todo el libro sin haber tomado mi almuerzo. Cada palabra se adentró profundamente en mi corazón y sentí que nunca antes había leído un libro tan bueno. Inmediatamente atesoré las tres palabras, "Verdad, Benevolencia, Tolerancia".

De pronto me di cuenta que llegaría tarde a mi turno en el trabajo, salí corriendo. Aunque apenas podía respirar por correr tan rápido, estaba sorprendida de la cantidad de energía que tenía, inesperadamente. "¡Es increíble!". Después de ese episodio, me decidí a practicar Falun Dafa. En menos de dos semanas, pude leer sin mis lentes. Esto me animó nuevamente. Además de ir a trabajar y terminar mi trabajo doméstico, usé mucho de mi tiempo estudiando las enseñanzas y haciendo los ejercicios de Falun Gong. Más tarde, obtuve el libro Zhuan Falun, el cual tiene las principales enseñanzas de Falun Dafa. ¡Entonces entendí completamente que Falun Dafa era una práctica de cultivación! "Me cultivaré constantemente", pensé. 

Mi cuerpo se sentía tan ligero, e igual mi corazón. Seis meses después, en mi lugar de trabajo se nos pidió a todos los empleados que nos sometiéramos a una revisión médica. En mi examen médico, no se detectó ni un solo problema de salud. Todo era normal. Con los resultados médicos en la mano, mi doctora exclamó: “¡Qué belleza de electrocardiograma!”. Al hacer el ultrasonido, la doctora buscó cuidadosamente los cálculos renales que se habían detectado anteriormente. “¡De verdad han desaparecido!”, dijo. Yo estaba tan gozosa. "Es Falun Gong que ha purificado mi cuerpo", dije. De hecho, no supe cuando desaparecieron las enfermedades. Simplemente me sumergí en la práctica de cultivación sin prestar atención a mis enfermedades.

Desde entonces, he practicado Falun Dafa durante siete años. En ese tiempo, no he tenido que tomar ningún medicamento. Me veo joven de nuevo. Por mi experiencia, todos mis amigos saben que Falun Dafa es realmente magnífico. Salvó mi vida y me dio todo lo que hoy tengo.

30 de diciembre de 2001

Nota del editor: Publicado en el libro: Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa
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