(Minghui.org) Tengo 88 años. El 22 de junio de 2018, me caí abruptamente y me sentí incapaz de levantarme. Lo que pasó es que mi pierna izquierda de repente no pudo soportar mi peso. La caída me produjo una lesión extremadamente dolorosa. Al día siguiente, fui al hospital. Una radiografía mostró que mi cadera se había fracturado.

Los médicos sugirieron operar en un primer momento. Más tarde me recomendaron un tratamiento farmacológico para reducir riesgos, en consideración a mi edad. Me quedé a vivir en el hospital donde me administraban medicamentos e inyecciones todos los días. Diez días después, nada había cambiado. La zona fracturada seguía hinchada y dolía.

Mi familia empezó a preocuparse. Mi hija, que practica Falun Dafa, me sugirió que saliera del hospital y volviera a casa para cultivarme en privado. Mencionó que una practicante en el hogar beneficiaba a toda su familia.

Debido a que mi hija practica Falun Dafa, he disfrutado de una vida pacífica todos estos años. En esos días hospitalizado, seguí el consejo de mi hija y a menudo recitaba sinceramente: "Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno". Volqué gran parte de mis esperanzas en recitar este dicho con honestidad.

Al día siguiente de mi regreso a casa, mi hija me leyó dos libros de Dafa. Mientras la escuchaba leer, una especie de sentimiento de calidez y comodidad surgió dentro de mi corazón. Terminó de leerme las nueve lecciones del libro Zhuan Falun en menos de diez días. Después de eso, empecé a leerlo por mi cuenta y traté de entender su significado interior.

Alrededor de las seis de la tarde del décimo día, de repente sentí que algo giraba en mi frente. "¿Qué pasa?". Me pregunté.

En ese momento pensé en el emblema Falun del libro Zhuan Falun. ¿No es igual al Falun que vi en el libro? De repente grité: "¡Maestro Li! ¡Maestro Li!".

Olvidé mi dolor y me levanté de la cama sin dudarlo. Llegué a la sala de estar por mis propios medios. Grité: "¡He visto Falun! ¡He visto Falun!".

Estaba tan emocionado como un niño. Compartí aquella experiencia con muchas personas. Piénsenlo, todos: un joven tarda cien días en recuperarse de una fractura, ¿cuánto tardaría un anciano como yo, que tiene casi 90 años?

Sin la protección del Maestro Li, mi vida podría haber terminado en el momento en que me caí. Pero me recuperé en tan solo 20 días e incluso volví a caminar por mi cuenta. ¿No es eso un milagro?

Desde entonces, soy capaz de caminar y asearme por mis propios medios. Podía caminar desde el 4.º piso hasta el 1.er piso y de vuelta al 4.º piso.

Me siento feliz a diario. A todos les sorprende mi alegría. Les explico que es la manifestación de la maravilla de Dafa y que yo soy un ejemplo de ello en la vida real. Le cuento a la gente que pude levantarme de la cama y caminar por mi cuenta tan solo 20 días después de haber tenido una fractura de cadera.

Le digo a la gente que se lo agradezco al Maestro Li. Les explico a la mayor cantidad de gente posible lo maravillosa que es Dafa.

Regresé al hospital para un chequeo el día 53 de mi recuperación. Una radiografía no mostró rastro de fractura. Los médicos se sorprendieron.

Mi familia me dijo en broma que me tenían preparada una silla de ruedas pero que ahora ya es inútil. ¡Quisiera expresar mi más sincero agradecimiento al Maestro Li!