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​Propietaria de restaurante encuentra inspiración en Falun Dafa

Ene. 31, 2018 |   Por una practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) Desde su publicación en 1994, el libro Zhuan Falun ha transformado la vida de decenas de millones de personas. Esta es la historia de Yan, dueña de un restaurante que vive en Taiwán.

Como mujer amable y cordial, Yan siempre ha trabajado duro desde su niñez. Sin embargo, tenía mala salud y a menudo se enfermaba. Un día, mientras jugaba con su hermana, recibió un empujón y se fracturó un pie. También tenía un tumor en la boca, debido al cual tenía que llevar medicamentos dondequiera que fuera.

Estos problemas le hacían sentir curiosidad por la vida y empezó a buscar formas de mejorar su salud. No pudo encontrar nada que funcionara. Un día de 2005, volvió a caer gravemente enferma. En el hospital, escuchó sobre Falun Dafa y decidió comenzar a practicarlo.

Al recordar su pasado, Yan está muy agradecida: "Falun Dafa me salvó la vida y me dio mucho más".

Yan E comenzó a practicar Falun Dafa cuando estaba gravemente enferma.

Aprendiendo a practicar

Antes de unirse al negocio de los restaurantes, Yan trabajó como enfermera durante seis años. Después de eso, trabajó con su esposo y su hermana menor para dirigir un restaurante. Tres años después, no pudo soportar el intenso trabajo físico y fue hospitalizada. Su hermana mayor la visitó y le recomendó que aprendiera Falun Dafa. Le dijo: "No puedes vivir así todo el tiempo. Si intentas Falun Dafa, las cosas mejorarán. Es una práctica de autocultivación".

Curiosa acerca de las palabras "cultivación" y "práctica", Yan decidió averiguar qué es Falun Dafa. Al día siguiente, escuchó las nueve lecciones de audio que su hermana mayor le trajo. Impresionada por los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia que Falun Dafa enseñaba, obtuvo un libro Zhuan Falun al regresar a casa. Así comenzó a practicar Dafa.

En el restaurante, su marido suele recibir a los clientes mientras ella trabaja en la cocina. Curiosamente, sus habilidades culinarias mejoraron drásticamente desde que comenzó a practicar Falun Dafa. "No era buena cocinera en ese entonces", dijo: "pero ahora a mis clientes les gustan mis platos y dicen cosas buenas de estos".

Yan dijo que ahora tiene una mejor comprensión de cada ingrediente y sabe cómo mezclarlos para obtener un mejor sabor. A los clientes les gusta y vuelven a menudo. Cuando miraba las recetas, Yan siempre podía encontrar maneras de mejorarlas. "Creo que estas inspiraciones vienen de mi práctica de cultivación", dijo: "Falun Dafa enseña a la gente a ser compasiva. Descubrí que cuando realmente pongo mi corazón en cocinar, mi corazón está calmado, y mi mente está clara".

Un ambiente armonioso

Yan dijo que la energía positiva de Falun Dafa también influyó en los empleados, que trabajaban en dos turnos. Al principio, la rotación era alta y se dedicaba mucho esfuerzo a la contratación y formación. Yan trató de aplicar los principios de Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia: "Cuando algunos trabajadores necesitaban cambiar de turno o pedir permiso por enfermedad, problemas familiares o razones personales, la mayoría de las veces recibían permiso", explicó. Si tuviera que hacerlo, Yan haría el trabajo ella misma en lugar del trabajador.

Conmovidos por su consideración, los trabajadores también se trataban mejor entre ellos y permanecían más tiempo en el restaurante. El restaurante es como una gran familia feliz. A medida que el servicio mejoraba, cada vez llegaban más clientes.

Yan trabajaba de 9 a. m. a 8 p. m. todos los días sin descanso. Dijo que hacer los ejercicios de Falun Dafa temprano en la mañana la mantiene fuerte y enérgica durante todo el día. La práctica también le abrió la mente, haciéndola más sincera y feliz.

Viéndola sonreír siempre, un cliente preguntó: "¿Cuál es tu secreto para la felicidad?".

"Es practicar Falun Dafa", respondió Yan sin dudarlo.

"¡Yo también quiero ser practicante!", exclamó otro cliente.

Para equilibrar su tiempo entre trabajo, vida y cultivación, Yan y su esposo vendieron el restaurante hace unos cinco años. "Falun Dafa es tan bueno. Realmente quiero dedicarle más tiempo a eso", dijo. "Además, ahora tengo más tiempo para contárselo a los demás para que todos se beneficien". Su esposo se unió al negocio familiar de sus suegros, que encaja muy bien con su experiencia.

Yan se alegra de que las cosas a su alrededor hayan salido bien. Y lo que es más importante, está feliz de encontrar su destino: "Falun Dafa me guía y me muestra el camino a casa".