(Minghui.org) Conocí a Falun Dafa en mi niñez porque mi abuelo era practicante. Sin embargo, nunca transité verdaderamente el camino de la cultivación. Ahora, a la edad de 20, comencé a cultivarme en Dafa.

Mis padres me compraron una computadora cuando tenía 11 años, lo que fue perjudicial para mi vida. Navegué por diferentes sitos web, fui atraído a mirar sitios pornográficos y formé muchos pensamientos incorrectos.

Con frecuencia estaba agotado a pesar de tener el descanso suficiente. No podía pensar profundamente y sentía que mi conciencia era separada de mi cuerpo. Me volví frío e insensible, y desarrollé depresión y ansiedad. Estos estados causaron daño a mi cuerpo, a mi vida y a mis tareas escolares.

Quizás las viejas fuerzas sintieron que yo no era merecedor del Fa e intentaron destruirme haciendo que mis compañeros de clase me maltrataran mentalmente. Estuve al borde del derrumbe, y renuncié a la escuela por un año.

Muchas noches me desperté a causa de las pesadillas. Quería estudiar el Fa, pero me dormía al momento que comenzaba a leer. Por ello, lloré ante el retrato del Maestro y le pedí ayuda. Sin embargo, mi yeli (karma) de pensamiento era demasiado fuerte. Estaba lleno de groserías que atacaban a Dafa y al Maestro, y no podía reprimirlas. Sabía que esto estaba mal, y me sentí culpable.

Estaba confundido, y aparte del cansancio sentía que las malas sustancias me obstruían y me detenían en el estudio del Fa. Me sentí extremadamente molesto y perdido después de haber renunciado a la escuela. Gradualmente estuve más despierto y estudié el Fa, cuando le hablaba al portarretrato del Maestro, una clara respuesta entraba en mi mente. Entonces sentía un fuerte campo de energía.

Estudiar el Fa aclaró mi mente

Después de un año lejos de los estudios, comencé la escuela secundaria. Pero mis encuentros desagradables de la escuela primaria me impedían estar interesado en estudiar. Por lo que tuve varias excusas para evitar las clases y no me comporté como un practicante.

Sin embargo, el mayor estudio del Fa aclaró mi mente y me facilitó las tareas escolares. Mis profesores y compañeros estaban sorprendidos de mi superación. Supe que Dafa me estaba dando sabiduría.

Hace dos meses, me di cuenta que mis exámenes para el ingreso a la universidad estaban cerca. Me sentía muy ansioso y arrepentido de no haber trabajado más duro, y preocupado por si no me iba bien. Mirando el portarretrato del Maestro, un claro mensaje entró en mi mente: “¡Estudia duro e insiste, no hay de qué preocuparse!”.

Cuando me sentí abatido por algunos problemas con mis estudios, escuché las Conferencias del Maestro. Cada palabra ingresó en mi mente. Mientras escuchaba, me daba cuenta que estaba experimentando algo realmente valioso y bonito. En ese momento, la barrera que había obstruido mi camino a Dafa colapsó.

Mirando hacia adentro

Ahora cuando estudio el Fa, la Gran Ley, Dafa se despliega ante mí. Siento su poder y compasión, como también la suerte que tengo de haberlo obtenido. Siento que mi cuerpo y mi mente están cambiando y que mejoro mi comportamiento y mis pensamientos.

Una mañana, me desperté cuando las palabras “mirar hacia adentro” aparecieron en mi mente. Supe que tenía muchos apegos que eliminar.

Nada se puede forzar, por lo tanto si es mío, no lo perderé. Aunque necesitaba poner más esfuerzos en mis estudios, no perseguí los resultados. Esto me ayudó a abandonar la mayor parte de mi carga mental hacia el examen.

Previamente había querido esperar hasta después de los exámenes para comenzar a memorizar Zhuan Falun. Ante esto me di cuenta que el examen era solo una de las tareas dentro del ambiente de la gente común, y que no había nada único en ello. Memorizar el Fa sería más importante para mi camino de cultivación por el resto de mi vida.

Cultivándome más diligentemente

Mientras continuaba mi estudio del Fa, lamenté muchos de mis errores del pasado. Sé que Fo Fa está en perfecta armonía, y que un practicante debe ser desinteresado y considerado con los demás. Me di cuenta que mi primer error era ser desconsiderado con mi madre.

Una vez vi, cuando estaba medio dormido, a una persona matarme con un revólver. Aunque se veía diferente sabía que esa persona era mi madre en esta vida. Con razón sentía resentimiento hacia ella. Aunque era consciente de esta causa y efecto, y controlaba mi accionar hacia ella, no la había perdonado verdaderamente.

Después de un mayor estudio del Fa, me di cuenta que de acuerdo con las leyes del viejo universo, la esencia de la vida es el egoísmo. Por lo tanto, la mentalidad de “ojo por ojo” apareció sobre la Tierra.

El nuevo universo usa la bondad para resolver conflictos. Las vidas son desinteresadas y el mundo es puro y maravilloso. Pensé: "¿Por qué no puedo dejar este egoísmo y retribuirle a los demás con amabilidad?". Disminuí el odio hacia mi madre y cambié la forma en que le hablaba. Ella también cambió, y ahora vivimos en armonía.

La noche que le pedí disculpas por mi egoísmo y rudeza, estaba muy conmovida y me perdonó. Luego vi una pequeña y brillante palabra azul sobre la botella que estaba frente mí que decía: “aprobado”. Cuando la giré, las palabras escritas del otro lado eran “buen futuro”. ¡Supe que el Maestro me estaba alentando a cultivarme más diligentemente!

Teniendo fe en el Maestro y en Dafa

Ocasionalmente sentí que mi lado humano estaba confundido sobre qué es real, estando atado a las palabras de la gente común. Sé que Dafa es la esencia de la bondad. Suprimí estos pensamientos embrollados, sin embargo, aun estaba confundido, y finalmente le pedí al Maestro que me guíe.

Leyendo artículos de cultivación en el sitio web Minghui, las palabras “Incapaz de distinguir entre la bondad y la maldad" vinieron a mi mente.

Esto me ayudó a entender que con una mente clara y objetiva, uno puede distinguir lo bueno de lo malo, el bien del mal. Cada pequeña confusión es una elección entre el bien y el mal. Estas elecciones determinan la clase de seres que queremos llegar a ser, y si podemos asimilarnos a Dafa.

Cada vez que nuestra fe flaquea, tenemos que tomar una decisión entre el bien y el mal. Solo cuando creemos en el Maestro y en el Fa veremos las leyes del Fa y actuaremos en forma correcta con pensamientos rectos.