Procesada y condenada por su fe a 7 años de cárcel en Shandong, tras cumplir dos penas en campos de trabajo forzado

(Minghui.org) Una señora de 70 años de edad de la aldea de Qijia, ciudad de Shouguang, ha sido condenada a 7 años de prisión por negarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino.

Antes de ser condenada, la Sra. Guo Xiuqing, había cumplido dos períodos recluida en campos de trabajo forzado. Durante su primer período en un campo de trabajo forzado, su hija se deprimió tanto que se suicidó saltando al río. Cuando la Sra. Guo fue enviada, por segunda vez, al campo de trabajo local su hijo quedó tan traumatizado que no conseguía concentrarse en lo que hacía. Sufrió un horrible accidente automovilístico que lo dejó completa y permanentemente discapacitado.

La Sra. Guo fue detenida el 13 de marzo de 2017, después de que la secretaria del partido comunista de la aldea local, Qi Huafeng, la denunciara a la policía por practicar Falun Gong. Zhang Hongwei y Yang Yigui, del departamento de policía de la ciudad de Shouguang, junto a agentes de la comisaría local de Jitai allanaron la casa de la Sra. Guo. Confiscaron 27.000 yuanes en efectivo y otros objetos de valor.

El esposo de la Sra. Guo escribió a las autoridades de la ciudad de Shouguang, solicitando la liberación de su esposa porque tenía que encargarse de los cuidados que su hijo requiere. También contrató a un abogado para que presentara una denuncia contra los agentes que la detuvieron. En ese momento, la policía devolvió el efectivo confiscado.

Lin Dongming de la procuraduría municipal de Shouguang firmó la orden de detención de la Sra. Guo el 20 de abril. Otro fiscal, Zhu Lianghua, presentó la acusación contra ella.

La Sra. Guo compareció ante el tribunal de la ciudad de Shouguang el 1 de agosto. El juez Zhang Zhizhong la sentenció a 7 años de prisión a finales de diciembre de 2017.

La Sra. Guo apeló ante el tribunal intermedio de la ciudad de Weifang. Los jueces Ran Qingsong y Liu del tribunal superior la interrogaron en el centro de detención de la ciudad de Weifang. Le preguntaron si admitiría su culpabilidad. Respondió que no.