(Minghui.org) En China la gente es desconfiada entre ellos. Por mucho tiempo no clarifiqué la verdad acerca de Falun Dafa a aquellos que no conocía cuando venían a mi casa, sentía que el tema era demasiado delicado.

Por mi aprehensión, perdí muchas oportunidades de ayudar a la gente a saber la verdad. Después de algunos pensamientos sobre esto me di cuenta de que tenía el apego al miedo. Trabajé duro para superar el apego y ahora tengo historias que contar sobre cómo salvar a la gente en mi casa.

No voy a intimidar a nadie

Después de limpiar y organizar mi casa. Recogí cosas que quería vender. Encontré a un señor quien compra enceres domésticos para revenderlos y le pedí que viniera. Así lo hizo, y conversamos mientras arreglábamos las cosas.

Me contó de su situación: “Por el partido comunista chino (PCCh), tuve que dejar mi pueblo cuando mi esposa y yo tuvimos un segundo hijo, lo que no obedece a la política de un solo hijo. Querían multarme y sacarme de la oficina. No tuve otra opción más que tomar a mi hijo y dejar el pueblo. Así que aquí estoy errante de lugar en lugar. Mi hijo vive conmigo y tiene casi la edad de ir a la escuela. Mi hija está en casa con mi esposa. Quiero mandar a mi hijo a la escuela pero no estoy seguro en cual escuela inscribirlo”.

Ya que soy maestra pude ayudarlo. Mientras íbamos hablando él se relajó y dijo: “El campo es muy diferente que la ciudad. Se requiere un hombre fuerte para hacer gran parte del trabajo pesado en una granja. Las chicas no son suficientemente fuertes para hacer todo eso. Además después de casarse las chicas se van. ¿De quién podemos depender cuando estemos viejos? El PCCh hace cosas terribles. ¡Está ahí para destruirnos!

Le contesté: “El PCCh ha devastado a la gente china y está cavando su propia tumba. Usted alguna vez fue secretario del partido así que debe saber mucho de cómo opera el PCCh”. Luego le hablé acerca de cuán bueno es Falun Gong y le dije de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista.

Cuando dijo que ya sabía que Dafa era bueno, le pregunté dónde supo eso.

“Me enteré por la TV y los periódicos”, dijo. “Con el PCCh tienes que entender las cosas al revés. Si los medios te dicen que algo es bueno, debe ser malo. Si dicen que algo es malo entonces sea lo que sea, debe ser magnífico”. Me dijo que también había visto DVD y leído folletos de Dafa, así que entendía la verdad. Cuando le pedí que renunciara al PCCh, convino sin dudar.

Entonces prosiguió: “En este año, cuando fui a casa para celebrar el Año Nuevo Chino, el jefe del municipio me pidió que fuera el secretario de la rama del pueblo de nuevo. También me preguntó qué me haría falta para regresar al puesto”.

“Yo le dije: ‘Tienen que permitir a una pareja tener un hijo’. Pero me dijo que no podían ayudarme con eso porque violaba la política de un solo hijo. Pero prometió preguntar a las autoridades del condado. De todos modos me fui con mi hijo. No quiero ser un funcionario que tiraniza a la gente”.

“Mi esposa siempre mira ese DVD”

Renté una casa vieja con un montón de problemas de plomería. El casero envió a dos plomeros. El más joven tenía alrededor de treinta años. Cumplía los encargos y asistía al plomero de mediana edad. El mayor buscaba las goteras y mandaba al hombre joven a comprar las partes necesarias. Entretanto él iba, el viejo y yo conversábamos mientras trabajaba.

Él tenía que acostarse en el suelo para quitar un tubo agujereado. Temí que fuera a ensuciar su ropa, así que extendí una pieza de tela en el suelo. Aunque dijo: “No tiene que hacer eso”, se sentó en ella de todas maneras mientras doblaba el tubo con su llave inglesa. Dijo: “Eres tan buena y considerada, supongo que debes creer en alguna religión”.

Contesté: “¡Oh, que extraordinario! Usted no hubiera sacado el tema si no tuviera alguna fe”.

Él me miró hacia arriba y dijo: “Yo creo en Buda, ¿cuál es tu creencia?”.

Dije: “Creo en Buda, el Buda más grande. Practico Falun Gong. Seguimos Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Debes haber oído hablar de ello”.

“Sí, he oído sobre ello. ¿Es Falun Gong parte de la escuela de Buda?”.

“Sí, y se ha extendido por todo el mundo, y mucha gente sabe de ello”.

Entonces el tornillo de bloqueo en el tubo se rompió. Exclamó: "¡Ay! Está oxidado y roto después de tantos años. Sacó un cincel y un martillo y se puso a trabajar en él. "Si no puedo quitarlo de esta manera, tendré que romper la pared para arreglarlo".

Estaba preocupada. Tuve que quedarme con ellos y no tendría tiempo si la reparación tomaba mucho tiempo. También me preocupaba estar sin agua. ¿Qué debería hacer? Inmediatamente pensé en pedir ayuda a mi Maestro, lo cual hice en mi cabeza.

Estuvimos en silencio por un tiempo. Continuó con el cincel y el martillo, pero de repente se detuvo, me miró y me dijo: “¿Estás pidiendo a Buda que te ayude?”. No esperaba que él me lo preguntara.

"Sí, le estoy pidiendo a mi Maestro -Maestro Li Hongzhi- que ayude a quitar el extremo del tubo para que no tenga que romper la pared y excavar  el suelo”.

No respondió y continuó con el cincel y el martillo. Después de un rato, quitó el resto del tornillo de bloqueo. Me hizo la señal del pulgar hacia arriba y gritó: “¡Funcionó!”.

El plomero más joven volvió justo entonces con las piezas necesarias. El hombre mayor dijo: "Espero que sean reales; las imitaciones se rompen después de que los atornillas”.

El plomero joven dijo con desprecio: "¿Qué es real?". Cuando estaba en el ejército, Jiang Zemin vino a vernos disparar al blanco, cada disparo era una diana porque las computadoras estaban falseadas, si la pistola disparaba, el blanco mostraba que había sido impactado en el mero centro, eso era hacer trampa, y nos engañamos a nosotros mismos. ¿Cómo podríamos ganar si alguna vez estuviéramos en una verdadera guerra?”.

Les dije a ambos: "Los practicantes de Falun Gong siguen los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Por favor, recuerden eso”.

Cuando se fueron, le di a cada uno un DVD de Shen Yun. El hombre mayor lo miró y dijo: "Mi esposa siempre mira esto".

"Por favor, ayúdame a conseguir un libro de Dafa"

Cuando nos estábamos mudando, mi marido instruyó a los transportistas cómo subir los muebles a la planta alta, mientras yo me aseguraba que acomodaran los muebles en los lugares adecuados. Mientras trabajaban, les conté los hechos sobre Falun Gong.

Los transportistas eran una sola familia llamada Wang, una hermana, un hermano y el hijo del hermano. Es raro que una mujer tenga un trabajo moviendo muebles pesados. Mientras les hablaba, supe que su marido estaba enfermo y por el momento no podía mover objetos pesados, así que ella estaba tomando su lugar. El hijo de su hermano asistía a la universidad pero estaba de descanso.

Wang Nan, el hermano, hizo la mayor parte del trabajo. Cargaba más cosas que los otros dos. Cuando le pregunté por su esposa, él respondió tristemente, "Falleció justo después del Año Nuevo, de cáncer a los 40 años."

Su hermana dejó caer una pesada caja y jadeó. Le dije: "Por favor, tome un descanso. ¡Este trabajo pesado no es para una mujer!”.

Se limpió el sudor de la cara y dijo: "No podemos pagar los costos de un estudiante universitario si no trabajamos mucho. Estamos bien, mientras no suceda nada. Pero si surge algo inesperado, no podemos afrontarlo. Ahora mi marido está enfermo, y los médicos no pueden encontrar qué es lo que está mal”.

"Te daré una solución, pero tienes que confiar en que será eficaz", dije. Me miró fijamente. "Él mejorará si recita 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'".

Sus ojos se iluminaron y preguntó: "¿Practicas Falun Gong?”. Asentí. Wang Nan entró en la habitación justo en ese momento, dejó lo que llevaba y dijo: "Mi cuñada también practica Falun Gong. Le dijo a mi esposa que practicara, pero ya era demasiado tarde”.

Les conté mi propia historia, sobre cómo había tenido una enfermedad incurable y había intentado todo tipo de tratamientos. Los dejé porque ninguno funcionaba. Entonces comencé a practicar Falun Gong y rápidamente volví a estar saludable nuevamente.

Estaban muy emocionados. Uno de ellos dijo: "No se ve ninguna señal de que alguna vez estuviste gravemente enferma”. Les conté sobre muchos milagros que los practicantes de Falun Gong han experimentado y sugerí que aprendieran más sobre la práctica. También les dije que los trabajos de mudanza eran demasiado duros para cualquier persona mayor de 40 años. Entonces les pagué, y estaban felices.

Antes de irse, Wang Nan se detuvo y preguntó: "¿Puedes ayudarme a conseguir un libro de Falun Gong? Me gustaría leerlo”.

"¡Eso es genial! Te daré uno", le respondí. "En un par de días, mi hermana se mudará también. Te contrataré para ayudarla a mudarse, y entonces puedo darte el libro”.

Al final de la mudanza de mi hermana, le entregué una copia de Zhuan Falun y un DVD para aprender los ejercicios. Se secó las manos en su ropa y respetuosamente tomó el libro.

Llamé a Wang Nan después de un tiempo. Se alegró de saber de mí. Él dijo: "Ya no estoy en el negocio de mudanzas. Conseguí un trabajo como conductor de larga distancia con una compañía de transporte. Ahora gano más dinero que antes, y no estoy tan cansado como cuando trabajaba como agente de mudanzas. Mi cuñado se recuperó de su enfermedad. Ahora trabaja en la construcción. Mi hermana se fue a su casa y está cuidando su casa y hace un poco de agricultura. Todos estudiamos Falun Gong ahora. ¡Es realmente grandioso!”.