(Minghui.org) Crecí en las montañas y tuve una infancia difícil. Como mi padre fue catalogado de “contrarevolucionario”, la gente de la aldea acosaba a mi familia, a los siete.

Mi familia era extremadamente pobre, por lo que la vida era muy sufrida. Cuando veía a otros niños tener una vida feliz, me quejaba y me preguntaba: “¿Por qué nací en una familia tan pobre?”.

Cuando murió mi abuela, me di cuenta que la gente tiene que morir, y que nadie podía escapar de ese destino. Después de eso, me volví introvertida, mis notas en la escuela cayeron. Mi padre vio estos cambios en mí y me preguntó qué me estaba pasando.

Él me confirmó que todos debemos morir alguna vez, así que le dije: “No quiero morir. Encontraré la forma de convertirme en inmortal”. Mi padre me respondió: “Entonces estudia. Tal vez las respuestas están en los libros”.

Por curiosidad y miedo a morir, comencé mi viaje en busca de la inmortalidad.

Sin embargo, debido a la salud de mi padre, tuve que dejar la escuela y trabajar. Luego me casé con un buen hombre, que también era de una familia pobre. La familia entera de mi esposo, incluidos nosotros, vivíamos en una casa de menos de 40 metros cuadrados. La vida era amarga, dado los conflictos entre los familiares.

Las cosas empeoraron cuando tuve un accidente de trabajo y me lastimé la mano. Quedé parcialmente discapacitada y no podía trabajar ni hacer las tareas de la casa. En un punto bajo de mi vida, pensé en suicidarme.

Entrando en el camino del xiulian

Cuando estaba pensando en cómo morir, una excompañera de clase me visitó. Compartí mis miserias con ella, y me sugirió que practicara Falun Dafa.

“Ya que ningún tratamiento médico te puede curar, ¿por qué no intentas practicar Falun Dafa conmigo? Con un corazón sincero, te recuperarás”, me dijo.

A fines de 1997, comencé a practicar Dafa. Mi compañera me dio el libro principal de Dafa, Zhuan Falun. Después de abrir Zhuan Falun, vi la foto del Maestro Li Hongzhi, el fundador de Dafa, y me parecía muy familiar. Mientras leía el libro, rodaban lágrimas de mis ojos, porque me dio todas las respuestas que estaba buscando hace tanto tiempo. Resolvió todas las cuestiones de mi vida y supe por qué la vida es tan sufrida. Finalmente encontré el verdadero camino de mi vida.

Llevaba Zhuan Falun conmigo adonde fuera que iba y vivía en base a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Aprendí sobre el principio de sin pérdida, no hay ganancia. Aprendí a ser una buena persona y a mirar hacia dentro cuando encontraba conflictos.

En poco tiempo todas mis enfermedades desaparecieron, y mi brazo derecho se recuperó. Abrí una sastrería, y el negocio anda bien.

La familia apoya Dafa

Los cambios en mí tuvieron un efecto positivo en la familia, especialmente en mi esposo.

Después de dejar a un cliente, encontró un brazalete de oro en su auto. El brazalete costaba unos 10.000 yuanes. Encontró al cliente y se lo devolvió.

A mi hermana le diagnosticaron cáncer de la boca pero se recuperó cuando comenzó la cultivación. Mi hijo sigue los principios de Falun Dafa y se recuperó de rinitis. Los conflictos entre mi suegra y yo se resolvieron. Ahora, todos mis parientes creen en Dafa y me tratan bien.

Después que el PCCh prohibió a Falun Dafa, mis familiares continuaron apoyando mi práctica.

Me estaba preparando para ir a Beijing para apelar por mi derecho a practicar Falun Dafa. La policía local me arrestó y me llevó a la comisaría. Demandaron a mi esposo y mi hermano menor que les dieran 5000 yuanes para que me liberaran.

“No violamos ninguna ley. No tiene nada de malo seguir Verdad-Benevolencia-Tolerancia y ser una buena persona. ¿Tienen miedo de que haya más personas buenas? No les vamos a dar ni un centavo. Si no la liberan, mi familia entera vendrá a vivir a la comisaría”.

La policía luego le pidió 500 yuanes y mi esposo se negó. Me liberaron, y desde entonces, la policía no nos volvió a molestar.