(Minghui.org) Soy granjero en Yantai, provincia de Shandong. El invierno pasado, cuando llegué con mi esposa a nuestra granja, encontré que nuestro vecino había extraído tierra fértil de nuestra propiedad y la había apilado en sus terrenos. No solo eso, tres melocotoneros que yo mismo había plantado se encontraban casi muertos debido a las excavaciones.

Mi vecino incluso había plantado algunos de sus melocotoneros en mi propiedad. Se había apropiado de una parte de mi terreno.

Mi esposa se molestó y quería ir a hablar con él. La detuve, diciéndole: “Déjalo. Nada ocurre por casualidad en la cultivación. Somos practicantes, y conocemos la relación que existe entre perder y ganar. Cuanto más perdamos más ganamos”.

El Maestro escribió:

“...nosotros los cultivadores hablamos de seguir el curso natural: si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches” (Zhuan Falun).

Quizás esto sucedía porque nos habíamos apropiado de algo que le pertenecía, en otra vida.

Después me acerqué a visitar a mi vecino. Me encontraba muy tranquilo y con la mente vacía, como si nada hubiera ocurrido. Cuando vieron que no estaba buscando pelea, me empezaron a tratar con amabilidad y se sintieron culpables.

La esposa de mi vecino siempre nos trataba con calidez. A menudo conversaba con nosotros y nunca quería dejar de conversar. Nos decía: “Disfruto escuchándolos. Disfruto tratando con personas como ustedes. Las cosas que dicen suenan muy razonables”.

Cuando tenía conflictos con su marido, le decía con frecuencia: “Deberíamos aprender de los practicantes de Falun Gong”.