(Minghui.org) Desde agosto, los practicantes de Falun Gong en el área de la ciudad de Cangzhou, provincia de Hubei, fueron acosados por la policía local y las autoridades gubernamentales. Sin embargo, los practicantes los trataron a todos los que llegaron a sus puertas con amabilidad, y les aclararon la verdad abierta y sinceramente con su experiencia personal. Muchas personas se enteraron de la persecución a Falun Gong a través de estos practicantes.

Abuela Li: “Continuaré practicando hasta el final”

La señora Li Shuqin y la hija estaban en su casa en los Departamentos del Ferrocarril de la ciudad de Cangzhou. Algunas personas llamaron a la puerta diciendo que eran del comité local de residencia y de la comisaría local. Con la puerta cerrada, preguntaron si la "Abuela Li Shuqin" todavía practicaba Falun Gong. La mujer no la abrió pero les dijo claramente: "Sí, todavía lo hago y continuaré practicando hasta el final".

Sorprendido, uno respondió: "Está bien. Puede practicar en casa. Nos vamos”.

Jefe del grupo de la seguridad nacional: “Todos ellos son buenas personas”

Tang Yu'e que vive en la aldea Wangzhai, condado de Mengcun, fue acosada varias veces. Un día, cuando su suegra de 89 años estaba sola en casa, alguien llegó y le preguntó a la anciana: "¿Dónde está su nuera?". En el pasado había tenido malas experiencias y esto la asustó.

Un empleado del gobierno llamó al secretario de la aldea: "Mis superiores quieren ver a la practicante Tang de Falun Gong. Solo dígaselo”.

El secretario manifestó: "Toda la familia es agradable. Se llevan muy bien con sus vecinos y siempre están dispuestos a ayudar a los demás”.

El jefe del grupo de seguridad nacional también dijo: "En los últimos años he estado en contacto con muchos practicantes de Falun Gong y todos ellos son buenas personas".

“Sabemos que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”

Una lista con nombres estaba guardada en las oficinas del condado de Nanpi, ciudad de Baoguantun. Ésta contenía todos los de aquellos que practicaban Falun Gong antes que comenzara la persecución. La gente descubrió que muchos que habían dejado de practicar debido a la represión, pronto contrajeron enfermedades graves e incluso murieron.

La señora Ding Huiping, de la aldea Niguantun, dijo a los funcionarios que fueron a verla: "Por su propio bien, por favor no me informen. Según la ley, tenemos libertad de creencia. Falun Gong nos enseña cómo ser buenas personas. Ustedes me preguntaron si aun practico Falun Gong. Mi respuesta no les hará ningún bien. Ustedes deben saber que el partido comunista es malvado. Incluso alguien con un alto cargo como Zhou Yongkong fue encarcelado, y mucho más ustedes muchachos”.

Antes que las autoridades partieran, miraron las palabras "Falun Dafa es bueno" en la pared. La mujer les dijo: "Por favor, recuérdenlas".

Todos manifestaron: “Por supuesto”.

El 15 de agosto alguien llegó a la casa del señor Chang Shouxuan. El hombre les pidió que tomaran asiento pero se negaron. "Solo vinimos a preguntarle si todavía practica Falun Gong."

Chang respondió: “Nunca renuncié y no me detendré ahora”.

Luego partieron.

El 20 de agosto, policías llegaron a la casa de la señora Liu Lianxia y le preguntaron si continuaba practicando Falun Gong. "Antes de practicar Falun Gong, sufría de hipertiroidismo. Vi a muchos médicos pero nunca me curé. Después de practicar, me recuperé completamente. Les pregunto: ¿Creen que debo seguir practicando Falun Gong o no?”.

Alguien que decía pertenecer a la comisaría local llegó a la casa de otro practicante. Éste le preguntó su número telefónico y trató de obtener el número de identificación policial. Entonces le dijo al practicante: "No registre mi número de policía. Es falso."

La gente renuncia al partido comunista

Unos policías llegaron a la casa del señor Liu en el condado de Yanshan, y él les dijo: "Porque vienes a mi casa con uniforme, no eres bienvenido. Por favor, deje su número telefónico y domicilio. Pedir información personal es ilegal y tomar mi foto sin mi permiso también”. Tuvieron que llamar al superior para recibir instrucciones.

El jefe entonces llamó a Liu, quien aprovechó la oportunidad para aclararle la verdad a él y a los policías presentes, incluyendo la del engaño de la auto-inmolación de Tiananmen. Todos entendieron. Uno, incluso, renunció al partido comunista en el momento.

A la señora Li Yuxiao le preguntaron si seguía practicando Falun Gong. Respondió que no hay nada de malo en practicarlo. Y a la vez, les dijo: "¿Quién los envió aquí?".

Ellos respondieron: “Nuestro superior”.

“¿Quién es su superior?”, preguntó Li. “Hablaré con él. Han perseguido a los practicantes de Falun Gong por tantos años. No pude vivir una vida normal. Casi muero”, continuó mientras se alejaban. "¡Díganle a su superior que por favor devuelvan el dinero que tomaron de mi casa y no regresen!".

Oficiales felices de conocer la verdad

El 1 de setiembre dos policías de la comisaría de la ciudad de Qingzhou, condado de Qing, llegaron a la tienda de los señores Zhao Huanyun y Dai Runzheng. Uno de los oficiales, vestido de civil, observó los videos. El otro, en uniforme, les preguntó: “¿Serán transformados? [Nota: Otra forma de decir de dejar de practicar Falun Gong]”.

Ambos hombres les aclararon la verdad a los oficiales, quienes estuvieron de acuerdo en lo que les señalaron.

Hace un mes, un practicante fue arrestado por la policía de la comisaría del pueblo de Xingxing, cuando estaba aclarando la verdad. Al practicante lo enviaron al grupo de seguridad nacional del condado de Qing. Allí les dijeron a la policía: "¿Por qué lo trajeron aquí? ¡Resuelvan ustedes el problema!”. Sin más opciones, regresaron con el practicante y lo liberaron.