(Minghui.org) He experimentado dos abortos espontáneos anteriormente, así que, cuando me embaracé por tercera vez, solicité la baja por enfermedad y me quedé en casa. Aún así, tenía los síntomas de otro aborto espontáneo y me interné en el hospital hasta que di a luz a mi hijo.

Desde que tenía seis meses, mi hijo se enfermaba a menudo, por lo que no pude volver a trabajar. Tenía miedo de ver su cara enrojecida, lo que significaba que tenía fiebre alta. A menudo permanecía despierta toda la noche para cuidarlo.

En 1996, tuve la suerte de recibir un precioso libro, Zhuan Falun, cuando mi hijo tenía cuatro años. El libro cambió mi visión de la vida. Ya no envidiaba a las personas que ganaban premios de lotería o que eran más afortunadas que yo. Entendí la relación entre la pérdida y la ganancia.

A partir de ese momento, dejé de preocuparme por la salud de mi hijo. Entendí más sobre cómo la enfermedad se relaciona con la retribución de yeli (kármica). Lo sorprendente fue que mi hijo ya no se enfermó. Fue exactamente como dijo el Maestro Li Hongzhi (el fundador de Falun Dafa):

“…cuando una persona practica, toda la familia se beneficia”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia)

Cuando mi hijo fue a la escuela primaria, le dije: "Mientras estudies verdaderamente duro, incluso si tu puntación en el examen es cero, no te voy a regañar".

Vi la sonrisa en su rostro y le pregunté: "¿Si realmente estudias duro, puedes obtener un cero en el examen?”. Mi hijo respondió divertido: "¡De ninguna manera!".

Acto seguido, él obtuvo de las calificaciones más altas de su clase y se situó en el primer lugar durante tres años en la secundaria. Después de graduarse de la universidad, no buscó un trabajo, sino que se quedó sentado delante de la computadora todo el día. Dijo que quería estudiar en el extranjero.

Muchos familiares estaban preocupados de que mi hijo no iba a ser capaz de pasar los exámenes de entrada y sugirieron que debería buscar ayuda en su estudio. Algunos sugirieron que contratáramos a un agente para ayudarle a encontrar una escuela en el extranjero.

Yo no me preocupé en absoluto. Sentía que cada uno tenía su propio destino. Incluso estuve bromeando con mi hijo que debería ir a trabajar como portero en un edificio de apartamentos. Irónicamente, él comentó que no lo iban a aceptar porque aún no se había pensionado.

Mi hijo terminó yendo a estudiar en el extranjero un año más tarde. Durante el tiempo antes de dejar su hogar, a menudo me ayudaba con las tareas de la familia como cocinar, hacer limpieza, ir a comprar víveres etc.

Muchas veces yo salía a aclarar los hechos sobre Falun Dafa. Él me apoyaba al cuidar de las tareas domésticas y aún me ayudaba a resolver los problemas de mi computadora. También me ayudó a ingresar en el sitio web la lista de las personas que habían acordado renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas. Nunca dejé que mis familiares se enteraran de esas cosas.

Si no cultivara Dafa, no hubiera sido capaz de tratar a mi hijo de esta manera. Perdí a mi familia debido a la persecución y me vi obligada a dejar a mi hijo durante 10 años. Zhuan Falun cambió mi vida y me hizo la persona que soy, admirada por mi familia y amigos.