(Minghui.org) Hay un bonito bulevar, a la sombra de la arboleda, cerca de mi casa. A menudo paseo por allí y entro en contacto con personas que tienen diferentes creencias religiosas, entre los que hallé a practicantes de Falun Gong. Con el correr del tiempo, aprendí a distinguir a los practicantes de Falun Gong del resto.

Siempre estaba muy ocupada con mi trabajo antes de jubilarme. Prestaba muy poca atención a todo lo demás y casi nunca usaba el transporte público. Quedé muy sorprendida la primera vez que un practicante me habló sobre Falun Gong. Reflexioné: "Hace diez años que el partido comunista prohibió Falun Gong. ¿Cómo puede haber todavía gente practicándolo?".

Me gusta escuchar lo que tienen que decir los practicantes. Hablan sobre las tradiciones chinas, lo cual me agrada. Me hirvió la sangre cuando me contaron la aterradora persecución a la que el partido somete a los practicantes de Falun Gong.

He estado aceptando copias del Minghui semanal y de otros materiales de los practicantes. En dichos materiales se da cobertura a las artes, la cultura, la ciencia, etc. Disfruto realmente leyéndolos. Me han abierto los ojos y el corazón. Ahora conozco el verdadero sentido de la vida y del destino. También llegué a comprender por qué la gente muere tanto en desastres naturales como en catástrofes inducidas por el hombre.

Ahora recito a menudo: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Desde que lo hago , mis pies dejaron de dolerme. El dolor de mi espalda, hombros y cuello también desapareció. ¡Estoy muy feliz!

Elijo depositar mi fe en Falun Gong, porque creo que puede traernos bendiciones y nos guía en la dirección correcta.