(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en agosto de 1998. Fui ilegalmente sentenciada a nueve años de prisión después de que comenzara la persecución de Falun Dafa y fui liberada en febrero de 2014.

Cuando era joven, mi padre me consentía mucho. Él fue teniente del alcalde de nuestro municipio. A pesar de que no realizaba las tareas del hogar, me daban una mesada mensual generosa. Todos los que nos conocían decían que me trataban como una princesa.

Sin embargo, poco después de casarme, fui encarcelada por no renunciar a Falun Dafa. Mi marido se divorció, y mi padre falleció mientras estaba encarcelada. Después de ser liberada, tuve que mantenerme yo misma.

Aceptando las dificultades y templarme

Después de que me liberaron de la prisión, mis parientes se ofrecieron a ayudarme a abrir una pequeña empresa. Sin embargo, tenía miedo de que tuviera que dedicarle demasiado tiempo. Yo solo quería hacer las tres cosas bien y al mismo tiempo, ser capaz de mantenerme. Así que rechacé la amable oferta de mis familiares.

Cuando buscaba trabajo, me preguntaba ¿cómo podría trabajar para alguien, seguir sus órdenes, o soportar su temperamento? Cuando miré hacia adentro, me di cuenta de que estaba apegada a perder la cara (reputación) y al miedo de ser despreciada por otros. He eliminado estos apegos.

Mi primer trabajo fue en un supermercado. Mi jefe era muy duro. Cada vez que cometía un error me gritaba, a veces delante de los clientes y otros empleados. Cuando esto ocurrió no me molesté, porque sabía que era Shifu que me estaba ayudando a templarme.

Mi hermano encontró un trabajo para mí, vendiendo fruta en otro supermercado. Yo no quería tomarlo, ya que podría implicar trabajo físico, pero mi hermano insistió en que tomara el trabajo. Trabajé ahí durante dos meses. El trabajo era físicamente exigente, y después del trabajo estaba sucia y cansada. Comprendí que me ayudó a aceptar cualquier situación.

Trabajé muy duro, pero todavía era desafiada en todo momento. Esta experiencia me hizo sentir realmente la dificultad de trabajar para alguien más. Si no hubiera practicado Falun Dafa, no hubiera podido mantenerme ni siquiera un día.

Validando el Fa

Esperaba que pudiera encontrar más tiempo para hacer cosas para validar el Fa . Viendo mi deseo, Shifu me arregló otro trabajo, la venta de materiales para la renovación de casas. Un año después, mi jefe me pidió que hiciera marketing. Estaba muy contenta.

Gracias a mi perseverancia, muchos clientes compraron nuestros productos. A menudo me halagaban y decían que era muy dedicada. Pensé que eso venía naturalmente porque soy una practicante.

En nuestra región no había personal de marketing en el área de materiales. Así que muchos dueños de tiendas me pidieron que les ayudara a promocionar sus productos e incluso me ofrecieron dinero, pero los rechacé a todos.

Algunos propietarios de las tiendas querían que compartiera información de nuestros clientes con ellos. Les dije que no haría eso y que no haría cosas contra mi conciencia. Todos admiraban la lealtad que tenía hacia mi jefe. Luego aproveché la oportunidad para aclararles la verdad sobre Falun Dafa y los ayudé a abandonar el partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles.

Mi jefe es cristiano. Hablé con él muchas veces sobre dejar el PCCh, pero él siempre se rehusaba. Un día le dije que uno de mis compañeros de trabajo había tomado la orden de mi cliente. Como había un bono en juego, le resultaba difícil decir algo. Le dije que no estaba enojada y sólo quería que él supiera la situación.

Él sonrió y dijo de inmediato: "¡Realmente eres una practicante de Dafa, Falun Dafa, es maravilloso!”.

La próxima vez que le hablé sobre abandonar el PCCh, con muy buena actitud estuvo de acuerdo.

Mi tienda organizó un evento de promoción a gran escala con nueve tiendas más, cada tienda repartía regalos a los clientes. Todos los empleados de la tienda se llevaron los regalos sobrantes a sus casas después del evento. Un compañero de trabajo me sugirió que me llevara una almohada a casa. Sabía que no debía tomarla, pero lo hice.

Sin embargo, le di a mi jefe el dinero de la almohada, pero él no quería tomarlo. Le dije que no debería llevarme nada de nuestra tienda a casa. Cuando los otros empleados escucharon lo que hice, dijeron: "¡Falun Dafa es verdaderamente grandioso! Los practicantes tienen altos valores morales ".

Con este trabajo, tuve más tiempo para aclarar la verdad a las personas, validar a Dafa en el trabajo y cultivarme. Mis familiares, amigos y colegas ahora apoyan a Dafa.

De mis experiencias, realmente siento que Shifu ha arreglado el camino para cada discípulo. Me siento verdaderamente afortunada de ser una cultivadora de Falun Dafa y tener a Shifu para guiarme.

Shifu dijo:

“ No deberías atesorar una oportunidad tan preciosa y única como esta?”. (Desprenderse de la mentalidad humana, Escrituras esenciales para mayor avance (III))