(Minghui.org) Shifu me dio una segunda vida después de que empecé a practicar Falun Dafa en abril de 1995. Había sufrido por una artritis hereditaria que era incurable y hubiera terminado en un estado vegetativo.

Después de dos meses de practicar Falun Dafa me recuperé de todas mis enfermedades. Me volví feliz y de mente abierta, y mis valores morales también mejoraron. Compartí mis experiencias de cultivación con mi familiares, parientes, amigos, compañeros de trabajo y mis excompañeros de clases, y usé mis experiencias para explicar las maravillas de la práctica. Más tarde, más de una docena de mis familiares se convirtieron en practicantes de Dafa.

Los esfuerzos de la clarificación de la verdad

En los primeros días de la persecución, estaba temeroso al repartir los materiales de Dafa. Cada vez que salía a hacerlo, mi corazón palpitaba y mis manos temblaban. Sin embargo, con la ayuda de Shifu, gradualmente eliminé el miedo.

Ahora estoy involucrado en la clarificación de la verdad cara a cara durante el día en lugar de distribuir los materiales en la noche. Ya no me preocupa que alguien me reporte a la policía.

Tras el estudio continuo del Fa pude entender muchos principios del Fa, que me ayudaron a mantener pensamientos rectos fuertes. Todos los días distribuyo docenas de libros de los Nueve Comentarios del Partido Comunista, y docenas de discos de la clarificación de la verdad y he ayudado a mucha gente a renunciar al partido comunista chino (PCCh).

Les explico los hechos a vendedores, taxistas y pasajeros de taxis. También hablo sobre Dafa a los estudiantes, parientes, amigos, trabajadores de la construcción y cualquiera que se cruce, voy a pueblos y ayudo a los aldeanos a entender Dafa y los porqué de la persecución.

Una vez un practicante mayor y yo fuimos a un pueblo y vimos a tres personas intentando arrancar una motocicleta sin lograrlo. Hablé con ellos mientras el otro practicante mandaba pensamientos rectos. Nos escucharon, y se dieron cuenta de que Dafa es bueno y luego renunciaron al PCCh y a sus organizaciones de jóvenes pioneros. Después de eso la motocicleta arrancó.

En otro pueblo vi a un hombre de edad media empujando su motocicleta. Hablé con él sobre Dafa y la persecución. Renunció a la liga comunista de jóvenes. Dijo que no podía arrancar su moto. Le pedí que lo intentara de nuevo y arrancó. Entendió que se benefició por tener buenos pensamientos hacia Dafa y por renunciar a la liga de jóvenes.

Creyendo en Shifu y en el Fa

Cuando otro practicante y yo conocimos a una persona que no quiso escuchar nada de Dafa y nos maldijo, me quedé hablando con él mientras el otro practicante enviaba pensamientos rectos. Esta persona se fue calmando, empezó a escuchar y al final renunció al PCCh.

Algunas personas nos reclamaron que estábamos involucrados en política. No discutimos con ellos sino que amablemente les contamos que no estamos interesados en política. De igual forma les dijimos que podíamos prever el peligro que enfrentarían si permanecen siendo miembros del partido cuando el PCCh pierda su poder. Al final, abandonaron el partido y nos agradecieron por ser persistentes en nuestros esfuerzos.

Tras cierto tiempo me di cuenta de que los hombres me escuchaban, aceptaban los materiales de Dafa y renunciaban al PCCh, mientras que las mujeres no. Así que decidí simplemente dejar de hablar con ellas.

Mientras estaba dando software a estudiantes, que les permiten romper la censura del PCCh en Internet, una mujer se detuvo y preguntó qué estaba dando. Le expliqué y tomó el software y algunos folletos de Dafa. Ese fue el final de mi diferenciación entre hombres y mujeres.

A través de los años de aclarar la verdad aprendí que debo creer en Shifu y en el Fa, estudiar bien el Fa, permitir que el Fa dirija mis acciones y enviar pensamientos rectos.