(Minghui.org) Llevo veinte años practicando Falun Dafa. He leído muchos informes de la página web Minghui sobre que recitar: "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" soluciona los problemas, pero no lo experimenté personalmente hasta el verano de 2014.

Me fui de viaje, con un grupo, a Mongolia Interior aquel verano. La agencia de viajes organizó un viaje guiado en bus con cabida para 20 pasajeros.

Recorríamos un largo tramo de carretera, con vastas praderas a ambos lados. Hacía muchos kilómetros que no había podido ver un solo árbol o distinguir el más leve rastro humano. Todos estaban entusiasmados con el paisaje y tomaban fotografías.

De repente, olimos que algo se quemaba. Vimos que salía humo de la parte trasera del bus. El conductor aparcó y todos nos apeamos.

Resultó que la zapata del freno se había quedado adherida a la rueda y la fricción había causado que el freno empezara a fundirse. El conductor intentó desbloquearlo pero no pudo.

Derramó un poco de agua fría sobre el freno con la esperanza de que funcionara por un tiempo. Nos pusimos en marcha, pero a los pocos minutos, empezó a salir humo del freno otra vez. El conductor llamó a un mecánico y el guía del viaje pidió otro bus, pero era temporada alta de turismo. El taller de reparación no podía enviar a nadie y tampoco había más buses disponibles. ¡Estábamos atrapados!

El conductor y el guía, estaban empapados en sudor intentando arreglar el problema. Los pasajeros estaban ansiosos, allí de pie,en medio de la nada. Llevé al conductor a un sitio apartado.

"Ya ha intentado todo lo que se le ha ocurrido y no ha funcionado. Quizás yo tenga la solución. ¿Desea probar?", le pregunté.

"Dígamela rápidamente, intentaría cualquier cosa", respondió.

Le dije: "Si recita: '¡Falun Dafa es bueno!', '¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!' sinceramente, esto quizás lo haga funcionar".

Me miró receloso. Le expliqué brevemente que Falun Dafa había sido calumniado por el régimen comunista, pero que de hecho es una vía de cultivación que enseña los principios universales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. También le expliqué que existían muchos informes en Internet sobre los milagros que experimentaba la gente después de recitar "¡Falun Dafa es bueno!", "¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

"No tiene ninguna otra opción. Creo que Falun Dafa es su única esperanza ahora", le dije.

Decidió intentarlo. Volvimos todos adentro del bus. Me senté junto al conductor esta vez. Le animaba para que recitara las palabras, mientras yo mismo las recitaba en mi corazón.

Al principio, el conductor no se atrevía a acelerar. Después de algunos minutos, dijo que sentía que el freno se había destensado un poco. Le animé para que siguiera recitando y le pedí que acelerara. Aceleró gradualmente de 50 a 60 km/h, y dijo que sentía que el freno ya no estaba bloqueado. Empezó a tomar confianza.

Le aseguré: "Debe funcionar bien. Recite y acelere. ¡Solo conduzca con normalidad!".

Ahora, el bus circulaba a unos 100 km/h. El conductor sonreía como un niño y exclamó: "Va perfecto, ahora va perfecto". Todos los del bus veían que circulaba a velocidad normal y que no salía humo del freno y sonreían aliviados.

Las lágrimas brotaban de mis ojos.

Al día siguiente, el conductor me contó que cuando llevó el bus a reparar la noche anterior, el mecánico le dijo: "Es un milagro que haya podido conducirlo hasta aquí con este tipo de avería".

Cuando el guía del viaje supo cómo resolvimos el problema, se asombró. Aproveché la ocasión para explicarles en profundidad la verdad sobre Falun Dafa y la persecución. Ambos accedieron a renunciar al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas.

El conductor me dijo que hablaría a sus amigos de lo que había sucedido para que pudieran recitar: "¡Falun Dafa es bueno!", "¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!" si se encontraban en un aprieto.