(Minghui.org) El Informe estadounidense, de 2016, sobre la Libertad Religiosa Internacional fue emitido durante la conferencia de prensa que tuvo lugar el 15 de agosto de 2017 en Washington. China es uno de los diez "Países que preocupan especialmente" por la intensa persecución a la que se somete a todo lo religioso. Rex Tillerson, secretario de estado, mencionó específicamente la persecución a Falun Gong, destacando que en 2016: "Docenas de miembros de Falun Gong han muerto mientras permanecían detenidos".
Rex Tillerson, secretario de estado de los EE.UU. durante la conferencia de prensa.
Tillerson llamó la atención sobre la persecución a Falun Gong en China.
Tillerson dijo en sus declaraciones que la libertad de creencia es "Uno de los valores americanos fundamentales sujetos a la primera enmienda de la Constitución, y un derecho humano universal". Sin embargo, cerca del 80% de la población mundial no puede disfrutar plenamente de tal libertad.
"Sabemos que donde no se ofrece garantías a la libertad de creencia: La inestabilidad, las violaciones de derechos humanos y el extremismo violento encuentran más oportunidades para echar raíces", afirmó Tillerson. Explicó que la administración Trump se compromete a hacer frente a estas situaciones y que el Departamento de Estado continuará intercediendo por la gente que tiene creencias.
En China, apuntó: "El gobierno tortura, detiene y encarcela a miles de creyentes por practicar sus creencias religiosas. Docenas de miembros de Falun Gong han muerto mientras permanecían detenidos. Las políticas que restringen la expresión y la práctica religiosa a musulmanes uigures y budistas tibetanos han aumentado".
En el prefacio del informe, el presidente Trump escribe que: "Desde el comienzo, América ha sido un lugar que ha valorado la libertad de creencia. Tristemente, son muchos en todo el planeta los que no disfrutan de esta libertad". Desea que: "Las buenas personas de todas las creencias, cristianos y musulmanes, judíos e hindúes, puedan seguir a sus corazones y practicar una religión conforme a sus conciencias".
Las libertades religiosas están siendo pisoteadas en China
China ha sido designada como "País que preocupa especialmente" (CPC, por sus siglas en inglés), por estar incurriendo en violaciones particularmente graves en materia de libertad de credo desde 1999. En octubre de 2016, la Secretaría de Estado volvió a denominar a China como un CPC, junto a Sudán, Corea del Norte y Birmania (Myanmar).
El informe muestra que las personas con creencias religiosas en China siguen siendo detenidas, arrestadas y torturadas: "Falun Gong informó de que docenas de sus miembros murieron estando detenidos. Según los informes, el pastor de una iglesia no registrada y su esposa murieron sepultados vivos cuando protestaban por la demolición de su iglesia. Existen otros informes sobre la desaparición de un sacerdote católico, la muerte de un activista defensor de los derechos de la minoría musulmana Hui y aún de otros más, sobre los cuales el gobierno declaró que se habían suicidado".
Muchas muertes en la persecución contra Falun Gong
Según el informe: "De acuerdo con Falun Gong, 80 practicantes murieron en detención o al poco tiempo de ser puestos en libertad durante el año". El informe citó que acorde a los datos de la Fundación Dui Hua: "Al menos 3.403 practicantes de Falun Gong fueron encarcelados y 330 detenidos", pero que el número real de detenidos y condenados, por sus actividades religiosas, puede ser mucho mayor.
Varios casos de persecución grave se registran en el informe.
Por ejemplo, el 13 de marzo de 2016, se comunicó la muerte de Yan Guoyan, practicante de Falun Gong, poco después de ser liberado de su detención, debido al maltrato recibido mientras permanecía bajo custodia, según los informes.
Otro caso sucedió el 27 de marzo, Sun Mingqiang, murió a los 35 años, como consecuencia de las heridas sufridas el 9 de noviembre de 2015, cuando el personal de seguridad en los alrededores de una academia militar, de la provincia de Shandong, lo golpeó brutalmente por hablar a los estudiantes sobre la persecución a Falun Gong. Consta en los informes que le hicieron un agujero en la cabeza.
Las autoridades chinas presionan a los practicantes de Falun gong para que abandonen su creencia usando todos los medios posibles
El informe declara: "Algunos funcionarios obligan a los familiares a firmar declaraciones que garantizan que no toman parte en iglesias no registradas y actividades de 'organizaciones de culto' relacionadas con Falun Gong, como prerequisito para matricular a sus hijos en la escuela", entre otras medidas.
"Las autoridades instruyen a las comunidades de vecinos, para que se denuncie a las autoridades a los practicantes de Falun Gong a cambio de remuneración monetaria".
Los arrestos de practicantes de Falun Gong continúan incrementándose según las "cifras confidenciales" que se manejaron en las reuniones anuales del congreso nacional popular y de la conferencia de consulta política del pueblo chino, según las ONG y los medios internacionales. Se estima que: "Miles de adeptos, por todo el país, han recibido penas de más de tres años de detención administrativa".
Seguimiento de casos especiales
Las situaciones de Wang Zhiwen, practicante, y de Gao Zhisheng, abogado de derechos humanos, continúan siendo tema de debate en dicho informe por tercer año consecutivo.
"Las autoridades continúan sometiendo al practicante Wang Zhiwen a estrecha vigilancia después de haber sido liberado de prisión, en 2014. Tras 15 años de condena por actividades "relacionadas con cultos", las autoridades continúan impidiendo que viaje al extranjero para reunirse con sus familiares. En agosto, Wang, dijo que le habían cancelado su pasaporte y prohibido viajar hasta 2018. Según los informes, su salud es precaria y no recibe el tratamiento médico adecuado".
"En junio, el abogado de derechos humanos Gao Zhisheng, que ha defendido a grupos religiosos tales como cristianos y miembros de Falun Gong, publicó una autobiografía en Taiwán, en la cual los informes detallaban los abusos que ha sufrido durante seis años de acoso, por parte de las autoridades, entre los que se incluyen secuestros, seguidos de cinco años de detención y violencia física en prisión, tales como golpes en el rostro con una picana eléctrica. Gao y su familia declaró después de su liberación en 2014, que los agentes del gobierno continúan sometiéndole e invadiendo su hogar y denegándole el permiso a viajar para recibir tratamiento médico".
China fomenta la persecución a Falun Gong más allá de sus fronteras
La persecución contra la libertad religiosa se extiende a Hong Kong, Macao y otros países.
En una conferencia de Falun Gong celebrada en Hong Kong en enero de 2016: "Una anónima amenaza de bomba interrumpió una reunión de aproximadamente 1.000 practicantes de Falun Gong". Los miembros de Falun Gong sospechan que los miembros de la "asociación para la protección juvenil de Hong Kong", una organización afiliada al partido comunista chino (PCCh), estaba detrás de la farsa de la bomba.
El informe también incluye acciones de provocación por parte de las organizaciones afiliadas al PCCh hacia Falun Gong en Taiwán, Vietnam, Tailandia y Corea del Sur.
Las autoridades admiten que la persecución a Falun Gong carece de base legal
"Según Minghui, durante este año se dieron varios casos en los cuales la fiscalía, el tribunal y las comisaría de policía rehusaron presentar cargos en contra de los practicantes de Falun Gong arrestados".
El 23 de diciembre de 2016, el fiscal general de Chongqing, que supervisó el caso de Zhan Jun, un practicante de Falun Gong, acusado de "usar un culto para menoscabar el orden público", declaró: "No encontramos ninguna ley o estatuto, ni tampoco tenemos ninguna evidencia que pruebe que Falun Gong es un culto herético".
El "Acta Internacional de Libertades Religiosas de 1998" exige que el Departamento de Estado de EE.UU. tiene que emitir un informe anual internacional sobre la libertad religiosa. Dicho informe no debe enfocarse en ningún país en particular. Mostrará datos concretos para el beneficio del Congreso y de la Administración; será un recurso para ayudarlos a administrar la ayuda exterior, los fondos diplomáticos y las solicitudes de los refugiados.
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