(Minghui.org) En agosto de 2016 mi esposo y yo fuimos a una colina cercana para cosechar la seda de nuestros gusanos de seda. Mientras caminaba, una víbora venenosa me mordió. Mi marido, que no es practicante, sugirió que fuéramos al hospital. Deseché ese pensamiento y le dije que estaría bien porque practico Falun Gong.

Después de cosechar la seda, regresamos a casa a almorzar. Para ese entonces mi brazo estaba hinchado y mi marido dijo: "Tenemos que ver a un médico ahora. Sé que no estás enferma como practicante de Falun Gong. Pero esto es veneno de serpiente”. Sin decir otra palabra, me llevó a una clínica.

El profesional expresó que la mordedura podía ser fatal si no se trataba ya que había sucedido hacía horas, por lo que tuve que ir al hospital de la ciudad. La clínica carecía de experiencia en mordeduras de víboras venenosas.

Sin vacilar, mi esposo me llevó a la sala de emergencias del hospital de la ciudad. Un médico dijo que estaba más allá de sus habilidades médicas y que debía ir al Hospital Anshan, ya que allí había especialistas en mordeduras de serpiente.

Cuando arribamos, ya no podía doblar el brazo por la hinchazón. Una médica manifestó que había transcurrido demasiado tiempo y que nada podía hacer. Recomendó ir al Hospital Suzigou.

Cuando llegamos, ya habían pasado 15 horas desde la mordedura. Un cirujano ordenó una intervención, pero la enfermera no podía inyectar anestésicos porque el brazo estaba demasiado hinchado. El presidente del hospital era el cirujano principal. Me dijo que sería doloroso una vez que el efecto de la anestesia desapareciera. Asentí con la cabeza, pero en mi mente pensaba que soy practicante de Falun Gong. Hicieron una incisión de quince centímetros.

La incisión de quince centímetros después de una mordedura de víbora venenosa.

Al ver la gran herida, muchos pacientes y sus visitas me preguntaron si me dolía. Se sorprendieron cuando dije que no. Les expliqué cómo Falun Gong podía mejorar la salud y cambiar la vida de las personas para mejor.

Además les conté: "Hace un par de años hubo una fuerte tormenta e inundaciones en mi área. Todas las casas de mi pueblo fueron destruidas, excepto la mía”. Una de las personas que estaba allí había escuchado hablar de esto y dijo que pensaba que era extraordinario.

Al haber sido mordida por una serpiente venenosa, no se podía coser la herida hasta que el veneno saliera completamente. Al ir al baño me sentí un poco mareada,me recordé mantener pensamientos rectos y el mareo desapareció.

Pasaron ocho días y no sentí dolor. Cuando el médico examinó el brazo, se sorprendió que la herida se hubiera cerrado. “¿Cómo sucedió esto?”, preguntó con incredulidad.

La herida se curó en ocho días sin puntos.

Les expliqué que era practicante de Falun Gong. “Si leen Zhuan Falun, el libro principal de la práctica de cultivación Falun Gong, entenderán qué pasó”, le dije.

Muchas personas, incluyendo los médicos y enfermeras, fueron testigos del poder de Falun Gong a través de esta experiencia.