(Minghui.org) Hace dos años, cuando el líder del partido comunista chino (PCCh) visitó Australia, participé en la protesta pacífica de los practicantes de Falun Gong. El consulado chino en Sídney contrató a muchos estudiantes chinos y residentes locales para darle la bienvenida. Estas personas intentaron alejarnos de nuestro lugar de protesta y taparon nuestras pancartas con banderas rojas para evitar que el líder chino las viera.

Aunque no nos quejamos y tratamos de tolerar su comportamiento, causaron mucho desorden; ni la policía pudo contener la caótica situación. Un practicante fue empujado a una avenida principal, lo que por poco causa un accidente. La policía estaba molesta con nosotros y desconcertada por la forma que tomó la protesta.

Pero no usé esta oportunidad para mirar dentro y ver si tenía una mentalidad competitiva durante el incidente. Me faltó compasión hacia el grupo de bienvenida.

A finales de marzo de este año, en vísperas de la visita del primer ministro chino, los practicantes que organizaron la protesta nos pidieron que tratáramos a las personas con compasión. Llegué a sentirme muy culpable después de escuchar esa solicitud y me di cuenta de que tenía una mentalidad competitiva. No era amable con los que habían sido engañados por la propaganda del PCCh. Recordé que debía deshacerme de este defecto. Tuve el deseo, pero no sabía cómo iba a conseguirlo. Me dije que tenía que resistir y eliminarlo tan pronto como detectara este apego.

Encontré la misma situación en el primer día de la visita del primer ministro. Lo diferente era que había un grupo de bienvenida más grande de lo que esperaba. Tenían más estandartes y eran más grandes que los nuestros. El contingente ocupó toda el área y tapó totalmente nuestras pancartas a la vista del público. Estábamos apretados en un espacio muy pequeño. Estaba muy ansioso frente a esta situación. En ese momento, los practicantes que sostenían las pancartas retrocedieron y crearon una distancia entre nosotros y el grupo de bienvenida para que la gente pudiera ver nuestras pancartas.

Pensé en la enseñanza del Maestro:

“Decimos que si frente a un conflicto uno puede dar un paso atrás, se encontrará con un vasto mar y un cielo sin límites; está garantizado que habrá un escenario diferente”. (Zhuan Falun)

Guiados por las palabras del Maestro, pudimos resolver el problema. También fue la clave para deshacernos de nuestras nociones egoístas. Durante muchos años, fui envenenado por la cultura del partido comunista. No entendí los principios que uno debe vivir. Las enseñanzas del Maestro cambiaron mis puntos de vista egoístas. Aprendí a ser amable con los demás y dejar ir mi egocentrismo. Solamente haciendo esto puedo cumplir mi misión como practicante de Dafa.

También cambié mi mentalidad hacia aquellos que interrumpieron nuestro llamamiento. Solía pensar que tenían una moral mala y los miraba con superioridad. Cuando me di cuenta de que habían sido engañados por el PCCh, no pude evitar sentir compasión por ellos. Debo aclararles los hechos para que tengan un buen futuro.

Decidí enviar pensamientos rectos para eliminar a todos los seres malvados que los controlaban en otras dimensiones. Me acompañaron otros practicantes. Aunque los alrededores eran ruidosos, no me afectó en absoluto. Estaba enfocado y envié pensamientos rectos fuertes. Mi mente estaba en profunda tranquilidad. Mi cuerpo se sentía vacío. He practicado la cultivación durante veintiún años, pero nunca había experimentado pensamientos rectos tan puros y fuertes. Era como si todas las células de mi cuerpo se hubieran convertido en una. Mis pensamientos no se extraviaron. Mis piernas no dolían en absoluto. Estaba muy relajado, y me pareció maravilloso.

Después de unos veinte minutos, no tenía conciencia del ruido que me rodeaba. Sólo podía oír tamborileos intermitentes en la distancia. Después, me dijeron que más de treinta practicantes estaban enviando pensamientos rectos juntos. Oí el sonido de la campana de la iglesia y un practicante dijo que habíamos estado enviando pensamientos rectos durante una hora. La hora pasó muy rápidamente para mí. No me importaría hacerlo por una hora más. Estaba reacio a bajar mis piernas. Estaba emocionado y después me sentí bien por mucho tiempo.

A través de este incidente, sentí que mi cuerpo había sido completamente limpiado. Lamentablemente, tuvimos que dejar de enviar pensamientos rectos y cambiamos a hacer los ejercicios. Estaba silencioso alrededor nuestro, y las multitudes se habían dispersado.

El Maestro dijo:

“El poder de los Dafa dizi juntos realmente es muy grande, cuando envían pensamientos rectos, si todos pueden concentrar los pensamientos, el poder que sale es especialmente poderoso, ¡es extraordinario!” (25 Años de la Gran Difusión de Dafa: Explicando el Fa en Nueva York)

Los pensamientos rectos que enviamos durante la protesta fueron realmente muy poderosos. Los arreglos del mal fueron frustrados, y los seres conscientes fueron salvados. Estaba contento por cómo salieron las cosas. Esta experiencia maravillosa permanecerá en mi mente durante mucho tiempo.