(Minghui.org) Estuve en prisión por muchos años porque me rehusé a abandonar mi fe en Falun Gong. Una reclusa violenta llamada Xiao Ping (alias) fue transferida a mi celda en 2005. Ella y yo terminamos compartiendo la misma litera.

Una guardia llamada Wang Ling (alias), quien conocía los hechos acerca de Falun Gong, le dijo mientras me señalaba: “deberías aprender de ella, puede enseñarte cómo ser una buena persona”. Inmediatamente pensé: “¡Xiao Ping debe tener una relación predestinada conmigo!”.

Xiao Ping tenía un fuerte temperamento y maneras muy duras, por lo cual, a nadie le caía bien. Ella también hablaba fuerte y gritaba cada vez que se enfrentaba a circunstancias difíciles. Realmente me preguntaba si ella podría aprender Falun Gong.

A veces le hablaba acerca de la práctica, sin embargo, era muy reticente y lo encontraba difícil de escuchar. Luego, un día me preguntó: “¿Puedes enseñarme cómo practicar Falun Gong?”.

Luego le expliqué qué es Falun Gong y cómo el partido comunista chino (PCCh) persigue la práctica. También le anoté el Lunyu del Maestro y muchas escrituras cortas, y le sugerí que las lea.

Algunos días después, le pregunté: “¿entiendes lo que el Maestro está diciendo?”. Me respondió que entendía. Luego le dije que me contara lo que había entendido.

Cuando me contó, supe que tenía una buena cualidad de iluminación. Luego le dije que el Maestro requiere que sus discípulos sean buenas personas y que cultiven su mente y xinxing. Ella escuchaba cuidadosamente.

Como todos los internos son forzados a escuchar por una hora la transmisión del PCCh todos los días, le dije cómo enviar pensamientos rectos y le expliqué los principios detrás de ellos.

Al poco tiempo de enviar pensamientos rectos la primera vez, exclamó “¡me sentí muy confortable! Me envolvió una corriente tibia y sentí como si mi cuerpo entero no podía moverse. ¡También vi árboles, agua y nubes de colores!”.

Le dije que el Maestro había abierto su tianmu para alentarla. Desde ese día en adelante, enviamos pensamientos rectos siempre que escuchábamos la transmisión.

Cuando se enfrenta a problemas, Xiao Ping siempre decía: “Oh, esto es para ayudarme a eliminar mi impaciencia”.

Aunque trabajaba muy rápido y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás, rara vez era apreciada. Me dijo “todo esto ayuda a disolver mi yeli”.

El ambiente en prisión es muy duro. Un guardia trató a Xiao Ping ásperamente y a menudo la maldecía con un lenguaje ofensivo. Además, también le pegó a Xiao Ping y la hizo permanecer parada durante largos períodos de tiempo.

Xiao Ping se comportó como una verdadera practicante de Falun Gong y mantuvo su corazón inconmovible. Sabía que estaba pagando su yeli.

Xiao Ping una vez me dijo que estaba muy enferma y no pudo concluir los deberes que tenía asignados. Como resultado los guardias se rehusaron a reducir su pena de prisión en dos años.

Me dijo que era plenamente consciente de que estaba disolviendo el yeli y pagando las deudas que había incurrido en el pasado.

Su único deseo luego de ser liberada era encontrar a practicantes de Falun Gong para que la ayuden a continuar su cultivación.

Fui liberada de prisión diez años atrás, a pesar de todo, Xiao Ping no ha dejado de practicar Falun Gong.

Ella ahora es ampliamente elogiada en la prisión, al igual que yo era cuando estaba allí.