Aunque solo quede un leve rastro de nuestros apegos, no alcanzaremos la perfección

(Minghui.org) El apego a las emociones humanas y a la lujuria ha sido comentado a fondo en el artículo titulado: “El mar del sufrimiento y la lujuria visto en otra dimensión”. Un día, en el mismo momento en que acabé la meditación apareció, de repente, un proverbio chino en mi mente: “Las emociones humanas hechizan”. Este ilustra como a través de astutos señuelos se puede llegar a confundir el pensamiento de las personas.

Los demonios de la emoción y la lujuria no pueden surgir cuando un cultivador se ha desecho de todos sus apegos. Nuestro nivel de cultivación puede verse afectado si conservamos algunas emociones humanas, aunque sea un pequeño rastro de ellas, llegado el momento de la perfección.

En un reciente intercambio de experiencias, uno de los practicantes mencionó que no había de qué preocuparse si seguíamos conservando nociones humanas perversas, ya que el Maestro, el fundador de Falun Gong, las eliminará en el momento que alcancemos la perfección. Sentí que esta afirmación no era correcta pero no podía explicar por qué.

Es cierto. Shifu dijo algo parecido, pero se dirigía a aquellos que ya habían alcanzado el estándar para la perfección.

De hecho, este tipo de pensamiento es una excusa para encubrir nuestros apegos y una manera de buscar razones para no ser diligente.

El Maestro dijo en Zhuan Falun:

“Tú tienes que, entre la gente común, eliminar completamente toda clase de pensamientos malos que tienes, solo de esta manera puedes elevarte”.

Shifu ha indicado a menudo que la cultivación es un asunto serio. No debemos dejar las cosas en manos del azar y debemos esforzarnos al máximo. Para atravesar los distintos niveles hasta alcanzar la perfección debemos cultivarnos diligentemente y eliminar cualquier noción humana.