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Dafa me benefició: De la tristeza a la alegría

Jul. 22, 2017 |   Por Shu Mei, una practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa hace más de diez años. Desde aquel entonces, he sido una persona feliz. Mi familia también se ha beneficiado de Falun Dafa.

Aunque he sufrido tribulaciones y atravesado dificultades durante los últimos diez años, mi creencia en Falun Dafa es sólida.

Antes de practicar Dafa tenía muchas disputas con los familiares de mi marido, que me hacían la vida imposible. La mayoría de los desacuerdos los causaban la envidia y la antipatía. Me sentía frustrada, triste y contrariada, lo cual afectó a mi salud.

Se disuelven los rencores de toda una vida

Después de empezar a practicar Falun Dafa en 1998, mi visión de la vida cambió y me deshice de todo mi rencor.

Cuando a la hermana de mi marido le diagnosticaron cáncer de mama, la visité en el hospital, aunque solía acosarme. Como practicante, tenía que aplicar un estándar alto para mí misma y seguir las enseñanzas de Falun Dafa. Así que le llevé algunos regalos. Se conmovió hasta las lágrimas. Nuestro viejo rencor se disolvió.

Al estudiar el libro principal de Dafa titulado Zhuan Falun, comprendí que el propósito de mi vida es retornar a mi ser original y verdadero. Sufrir es pagar las deudas que yo misma generé en el pasado. Esto bien podría significar que había tratado mal a los familiares de mi marido en alguna vida anterior. Al seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia tanto mi odio como mis quejas fueron disipadas.

Durante cualquiera de los eventos familiares en los que me encontraba con los familiares de mi marido los traté bien y les entregué regalos. También me llevaba bien con mis vecinos. Debido a que mi carácter moral mejoró, también mejoró mi salud. Todas mis enfermedades desaparecieron y ahora me encuentro feliz y repleta de confianza.

Mi marido dijo: “Te has vuelto comprensiva desde que empezaste a practicar Falun Dafa. Todas tus enfermedades desaparecieron y siempre estás feliz”.

Mi cuñada afirmó: “Has cambiado completamente desde que empezaste a practicar Falun Dafa. Solías estar siempre triste y con caras largas. Todo te enojaba. Pero ahora puedes dejar pasar todo y estar siempre feliz”.

Sobrevivir a dos accidentes

En el trabajo, vi un cable sobre un montón de arena y decidí quitarlo de enmedio. En cuanto lo toqué, el cable se me quedó pegado y recibí una descarga eléctrica. Grité. Inmediatamente recordé que era una practicante, así que le pedí ayuda al Maestro Li Hongzhi. Entonces el cable se desprendió y cayó instantáneamente al suelo. Le conté a mis compañeros de trabajo que había recibido una descarga eléctrica y que el Maestro de Falun Dafa me había salvado. Fueron testigos del poder de Falun Dafa.

Cuando fui atropellada por una motocicleta, el conductor estaba aterrorizado y me preguntó si estaba bien. Le dije que estaba perfectamente y que podía marcharse. Pero mi amiga lo paró y le pidió que me llevara al hospital para que me examinaran.

“Soy una practicante de Falun Dafa”, le dije. “Los practicantes no chantajean a nadie”.

Mis familiares se benefician de Dafa

Al ver los cambios en mi, mi marido se volvió un simpatizante de Falun Dafa y también se benefició.

Cuando construía nuestra casa, una enorme lámina de hierro cayó desde el tejado y lo golpeó en la cabeza. Aunque le arrancó un manojo de pelo de su cabeza, ni siquiera sangró. Le dije que Falun Dafa lo había protegido.

Continuó y otra lámina grande se desplomó sobre su hombro. No le pasó nada excepto que su hombro quedó un poco magullado.

Un día se hizo un corte en la pierna con una sierra circular. Fui a buscar vendas pero cuando regresé la herida había dejado de sangrar. La herida sanó a los pocos días.

Cuando mi suegro tenía 85 años le diagnosticaron una trombosis cerebral y quedó postrado en la cama durante años. Cuando me tocó cuidarlo, lo limpié, lo consolé y le cociné platos variados. Pudo levantarse y andar con la ayuda de un bastón. Me está muy agradecido.