(Minghui.org) Me desperté después de hablar con otro practicante durante un intercambio por mensajes de texto, he hizo que renovara mi actitud sobre ayudar a salvar a los seres conscientes.

Al principio, quise salir a clarificar la verdad a las personas cara a cara, pero algo siempre me impedía hacerlo. Por lo tanto recurrí a la plataforma de llamadas telefónicas, sin embargo después de unas llamadas no quise participar más.

Entonces regresé a enviar mensajes de texto porque pensé que sería mas fácil, y también se considera ayudar a salvar seres conscientes.

Sin embargo, no participaba con una actitud seria, sentí que solo seguía la corriente. Durante un cambio, después de organizar los números y enviar los mensajes hice quehaceres del hogar y otras cosas personales mientras todavía estaba en servicio.

Recientemente comencé a percibir que algo no estaba bien. Aunque era mas sencillo enviar mensajes que hablar con las personas, el enviar mensajes también juega un papel importante en la salvación de los seres conscientes y mi actitud afecta directamente el resultado.

Me di cuenta de que no estaba poniendo suficiente esfuerzo en lo que estaba haciendo. Sin embargo, no cambié inmediatamente.

Un buen resultado a través de la coordinación

Fue hace dos semanas que recapacité sobre esto. Como no tengo muchos números en mi lista, no me toma mucho tiempo enviar los mensajes a todos ellos. Sin embargo,el número de respuesta fue muy bajo, esto nunca me había pasado antes.

El practicante a cargo me preguntó si me había adelantado en enviar los mensajes y le contesté que sí. Después de esta respuesta, habló seriamente conmigo y me dijo: ”no debemos ver solo nuestra parte. Debemos trabajar juntos y debemos llamar a cada número antes de enviar los mensajes. Así es más efectivo. Además los mensajes no deben enviarse solo con un guión genérico; se debe ajustar el texto específicamente para cada caso. Solo cuando coordinamos, podemos ayudar a salvar seres conscientes”.

Las palabras del practicante dejaron en shock mi corazón. Miré hacia adentro y me di cuenta de que tengo un orgullo muy grande, y no le daba la seriedad requerida a las tareas que realizaba. Después de ver mi problema, cambié de inmediato.

Elijo y edito el contenido de los mensajes, y se los mando al practicante a cargo para que los edite. Trabajamos juntos y coordinamos. Ahora no siento que no hay nada que hacer durante mi turno. Ahora siento que el tiempo no me alcanza. Soy más consciente de la urgencia en salvar a los seres conscientes.

Incluso las tareas más simples pueden reflejar mi actitud

Sentí que el enviar mensajes de texto eran una tarea muy simple, sin embargo reflejaba mi estado mental y mi actitud: mi estado de cultivación.

Si no pongo suficiente esfuerzo, si solo pongo un poco de esfuerzo o la mitad de esfuerzo el resultado no será bueno. También me di cuenta de que si completo las tareas para enviar los mensajes y aún tengo tiempo durante el turno, puedo enviar pensamientos rectos. También escuché a otro practicante diciendo que sería bueno que enviáramos pensamientos rectos mientras se envían los mensajes.

A mi me gusta ayudar en este aspecto, pero no lo hago por que tengo demasiados pensamientos obstruyendo mi pensamiento. Creo que nuestro grado de determinación para completar las tareas, nuestro pensamiento y esfuerzo revelan nuestra actitud al salvar seres conscientes. No debería realizar tareas de mala gana o simplemente por hacer algo. De lo contrario, me defraudaré, decepcionaré a los seres que esperan y al Maestro.

A lo largo de mi cultivación, el Maestro me ha dado muchas pistas sobre mis apegos. Por ejemplo, hace unos días en un sueño, un practicante me dijo: “Tu equipaje es muy pesado, ¿cómo lo puedes cargar? ¿Qué harás?”. Cuando me desperté, me di cuenta de que debo dejar mucho apegos y hacer lo que debo hacer. Tanto los mensajes de texto, como los turnos que me toca cubrir son parte de mi camino de cultivación. Debo mejorar cada día. Esto es un asunto muy importante.

Hace unos días, llegué a casa a las dos de la mañana después de participar en el desfile en Hong Kong. Como tenía que trabajar en la mañana, le pedí a otro practicante que se encargara de mi turno de mensajes. Sin embargo, cuando regresé a casa después del trabajo, la practicante se quejó que siempre le pido que cubra mis turnos, y me dijo que trabajara sola con los números que ella había organizado. Me puse muy triste.

Mi esposo también me señaló algunos apegos sobre la practicante y yo y me dijo que si no podía trabajar los lunes, mejor que me saliera. Encontré muchas razones para dejar el equipo, así que pensé en decirle al supervisor que buscara a alguien para remplazarme.

Me pregunté: ¿Debo dejar el equipo? Esta es mi responsabilidad, esto es lo que he prometido hacer, y no puedo renunciar en medio del proyecto. Si lo hiciera, ¿no estaría cayendo en una trampa fijada por las viejas fuerzas? No sólo representará una barrera entre los practicantes y yo, estaría permitiendo que las fuerzas malignas usen mis apegos, lo que traería un resultado desfavorable.

Nada sucede sin una razón. Miré hacia adentro.

No tenía una actitud seria al enviar mensajes para salvar a los seres consientes, y de vez en cuando le pedía a mis compañeros que asumieran mis responsabilidades. Este es un problema en mi cultivación. Le dije a mi marido: "Este es el resultado de mis faltas, de nadie más". Después de darme cuenta de esto, me sentí tranquila.

Haré las tres cosas con una actitud seria. No hay asuntos pequeños en la cultivación, y debemos tratar todo con seriedad.