(Minghui.org) Practicantes de Falun Gong de Houston se reunieron frente al consulado chino el 9 de julio, pidiendo la liberación de aquellos detenidos en China por su creencia.

Hacía cerca de 38 °C al mediodía. Sosteniendo carteles en los que se leía “Falun Dafa es bueno” y “Detengan la persecución a Falun Gong”, los practicantes instaron al régimen chino a detener la brutalidad perpetrada, incluida la sustracción forzada de órganos.

El señor Liu resaltó el caso de la señora Li Chunmei en la ciudad de Dalian, provincia de Liaoning. Habiendo sido detenida por cerca de tres años, la mujer de 42 años de edad, está en condición crítica. Su esposo pidió la liberación temporal basada en la situación médica, pero los funcionarios locales la negaron.

“No la liberaremos hasta que muera”, dijo uno.

En las afueras del consulado chino.

Una familia rota

La señora Li de 42 años, es una practicante que vive en el distrito de alta tecnología de Dalian. Siete oficiales del departamento de policía de Zhongshan fueron a su residencia alrededor de las 6 a.m. el 21 de julio de 2014. Fingiendo ser residentes que vivían un piso abajo y quejándose de una pérdida de agua, engañaron a la mujer para que abriera la puerta y la llevaron a la comisaría de la calle Guilin. Al día siguiente, fue trasladada al centro de detención de Dalian. La policía también confiscó sus bienes personales, incluidos teléfonos celulares y computadoras portátiles.

En abril de 2015, el tribunal de Ganjingzi la sentenció a tres años y dos meses de prisión. Su apelación fue rechazada por el tribunal intermedio de Dalian.

El abuso físico y mental que tuvo en la cárcel impactó en la salud de la señora Li. Su maxilar inferior derecho se agrandó y su rostro se deformó. El examen indicó cáncer en etapa final. El esposo pidió la liberación por razones médicas, pero le fue negada.

La detención ilegal de la señora Li ha causado una gran pena a su familia. La madre estaba en cama debido a una parálisis, mientras que su padre está paralizado en un lado del cuerpo. A principios de este año, la madre murió y Li no pudo verla antes de fallecer. Sus dos jóvenes hijas no la han visto por casi tres años.

Valores universales

"Aunque el calvario de la señora Li se produjo en China, la persecución es relevante para aquellos de nosotros en los Estados Unidos", explicó la señora Tang, "Recientemente celebramos el 4 de julio en todo el país. Si la libertad de creencia nos convierte en una gran nación, estamos obligados a ayudar a aquellos que son detenidos, golpeados y torturados por su creencia recta".

Según el sitio web Minghui, al menos 4.114 practicantes de Falun Gong perdieron su vida en China como resultado de la tortura durante la custodia policial. También se confirmó la sustracción sistemática de órganos a practicantes vivos en China.

"Esperamos que el presidente Trump preste atención a este tema, porque es una de las mayores violaciones a los derechos humanos en el mundo de hoy", continuó Tang, agregando que muchos amigos y familiares de practicantes de Houston fueron víctimas de la persecución en China: "No se trata sólo de China o de Estados Unidos, sino de los principios básicos de la humanidad".

El evento atrajo la atención de transeúntes. Un peatón dijo que había escuchado sobre la persecución en China. "También leí sobre la sustracción forzada de órganos allí -es realmente espantoso, mucho peor de lo que podría haber imaginado", dijo.