(Minghui.org) En los últimos años, los practicantes mayores en nuestro estudio grupal de Dafa han enviado cartas explicando la verdad sobre Falun Dafa. Hemos coordinado juntos muy bien y hemos sido apoyados por la generación más joven de practicantes.

La coordinación lleva al éxito

Una practicante de ochenta años en nuestro grupo se cayó en 2013. Su hijo erróneamente pensó que tuvo un derrame cerebral y la llevó al hospital.

Después que fue dada de alta, los practicantes locales estudiaron el Fa junto con ella cada mañana. También quería participar en proyectos de Dafa y pensó que podría clarificar la verdad por correo.

Todos se conmovieron y decidieron ayudar. Algunos bajaron cartas de aclaración de la verdad de Internet, mientras otros proveían sobres y estampillas. Ella insistió en escribir las direcciones en los sobres. Luego de estudiar el Fa, enviamos las cartas. En seis meses hemos enviado más de mil trescientas cartas.

Ya que no queríamos enviar las cartas desde el mismo lugar siempre, tuvimos que buscar diferentes buzones y oficinas postales. Esto fue una gran oportunidad para aclarar la verdad cara a cara y distribuir volantes de Dafa.

Atención a los detalles

Enviar estas cartas es también un proceso de cultivar nuestras mentes y corazones. Todos quienes participamos en este proyecto hemos mejorado.

Juntar direcciones no es tan fácil como parece y hay también dificultades. Algunas direcciones no tienen códigos postales y tenemos que buscarlos. Algunos reportes de la persecución incluyen direcciones duplicadas o algún cambio en las direcciones. A veces enviamos dos veces cartas a la misma dirección. Esto implica que debemos estar atentos a los detalles.

El contenido de las cartas es mayormente tomado de la página Minghui. Descargamos el contenido más apropiado para cada caso. Luego editamos, imprimimos y después un practicante hace copias.

Una practicante cuida de su nieta para ayudar a su hija. La hija la lleva a despachar las cartas a menudo, y le dijo a su madre que escriba más de esas cartas a la policía, para que ellos sepan los hechos y paren de perseguir a la gente buena.

Asegurando la efectividad de nuestras cartas

Una practicante de setenta y ocho años está muy ocupada de lunes a viernes. A menudo participa en el estudio del Fa grupal en la mañana y aclara los hechos a la gente cara a cara en la tarde. También envía las cartas los sábados y domingos.

“Si nos cultivamos bien”, dijo: “el efecto de estas cartas será mejor. Si no nos cultivamos bien, esto impactará en la efectividad de las cartas. Por eso, debemos enviar pensamientos rectos antes de hacer las cosas. Con la energía de los practicantes y los pensamientos rectos, cada carta deberá ser altamente efectiva.

Un practicante varón de ochenta y seis años insiste en mandar las cartas sin importar el clima. A veces él siente que necesita un descanso, pero tan pronto como piensa sobre este esfuerzo por aclarar la verdad, su cansancio desaparece.

En el invierno, los caminos son muy resbaladizos en el noreste de China. Tiene que caminar mucho para enviar estas cartas, y a veces sus piernas le duelen. Pero no se rinde y envía más de dos mil cartas. Las palabras del Maestro lo alientan: "Tomar las penalidades sufridas como gozo”. (Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin)

“El proceso de mandar las cartas de aclaración de la verdad”, dijo, “es también el proceso de remover mi apego al confort. El Maestro espera que todos logremos el éxito en la cultivación. No importa cuánto frío haga o cuán cansado esté no tengo miedo”.

Dejando ir los apegos

“Mandando estas cartas”, dijo una practicante mayor, “he descubierto muchos de mis apegos”.

“Estaba preocupada de que mi escritura fuera reconocida y me perseguieran por escribir estas cartas. También dudaba hacerlo porque tenía que caminar un largo camino para encontrar una oficina postal o un buzón, lo cual me cansaba. Cuando juntaba información y editaba las cartas, me afloraba el apego de miedo a afrontar las dificultades y los problemas.

“Cuando una computadora o alguna impresora no funcionaba, en vez de mirarme internamente, le pedía a algún compañero practicante que la arregle -un apego de depender de otros. En el camino de cultivación, yo me sentía complacida cuando las cosas iban muy tranquilamente -un apego a la exultación. Tan pronto como encontré estos apegos, los eliminé estudiando el Fa más y mandando pensamientos rectos”.

Esta practicante también se dio cuenta de que, mientras se hace cualquier tipo de trabajo para Dafa, solo si estudiamos bien el Fa, realmente nos cultivamos bien, y sacamos el egoísmo desde la raíz, podemos ser un practicante genuino.

“En mi experiencia”, dijo: “mandar las cartas es una manera efectiva de despertar la conciencia de la magistratura, salvarlos, y poner fin a la persecución. Estas cartas pueden explicar los hechos más clara, completa, y eficientemente. Pueden exponer las mentiras y las razones tras la persecución”.