(Minghui.org) Hace alrededor de dos años, abrí un restaurante de comida rápida donde vendo hamburguesas y otros artículos. La mayoría de los ingredientes se compran ya preparados y quedan listos para ser servidos en cuanto se fríen. Pero los muslos de pollo necesitan ser limpiados y marinados. Siempre los limpio varias veces antes de freírlos, aunque creo que esto me toma demasiado tiempo.

Un día, una amiga me vio limpiando el pollo y me preguntó: “¡Oye! No vas a comértelo sino a vendérselo a otras personas. ¿Por qué eres tan exigente?”. No le faltaba razón porque en muchos de los restaurantes de China, hoy en día, es difícil que limpien el pollo.

“Creo que tengo una responsabilidad hacia los demás, para mi es igual que si lo cocinara para mi familia”, le respondí. Además de limpiarlo, siempre cambio el aceite de freír con más frecuencia que los demás restaurantes, porque la salud de mis clientes es mi prioridad.

Mis mejores clientes son estudiantes de la escuela primaria y secundaria, y también sus padres. Muchos dicen que vienen a mi restaurante porque es limpio, la comida está bien preparada e incluso el sabor es mejor que el de la competencia.

En una ocasión, un padre vino con su hija. Cuando les vi que realizaban un gran pedido, les sugerí que dejaran algunas de las cosas. “Siempre puede pedir más cosas después si lo considera necesario, pero así no se desperdiciará comida”, le dije.

El padre sonrió y me lo agradeció: “Es difícil encontrar a gente tan honesta como usted estos días. Bien, entonces de acuerdo, haremos lo que usted dice”.

Después se acercó y me preguntó por qué me comportaba de una manera distinta al resto de propietarios de negocios. Le expliqué que no había ninguna razón especial, y que solo quería que la gente fuera feliz y estuviera saludable.

Concluí diciéndole: “Soy una practicante de Falun Dafa. Llevo Verdad-Benevolencia-Tolerancia en mi corazón”.