(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1997, a la edad de cincuenta y ocho años. Este año cumplo setenta y ocho. Soy muy saludable y disfruto de una visión clara y una buena audición.

Antes de practicar Dafa, sufría de diferentes tipos de enfermedades, entre ellas un serio problema ginecológico. También estaba anémica y muy débil por la pérdida de sangre.

Mi nivel educativo era mínimo, así que sólo reconocía algunos caracteres chinos. Mi esposo y mi hija me leyeron Zhuan Falun. Tardé tres meses en aprender los caracteres chinos, después de eso pude leer los libros de Dafa por mi cuenta.

Sigo los principios de Dafa, y así he sido beneficiada por esta práctica de cultivación. No mucho tiempo en la práctica, todas mis enfermedades se habían ido y ya era capaz de hacer los quehaceres.

Una practicante diligente

Después de que Jiang Zemin, el exjefe del régimen chino, prohibiera a Dafa en julio de 1999, los medios de comunicación del gobierno calumniaron a Dafa sin parar. No podía entender por qué el régimen comunista estaba persiguiendo a esta gran práctica de cultivación.

Fui a Beijing para apelar por el derecho a practicar Dafa, fui detenida tres veces y permanecí en un centro de lavado de cerebro una vez. No importaba lo que tuviera que enfrentar, nada podía cambiar mi creencia en Dafa. Clarifiqué la verdad sobre Dafa y la persecución donde quiera que iba, y no sentí miedo.

Shifu dijo:

“Al presente, la cosa más importante es salvar seres conscientes, ¡salvar más personas! Eso es lo más importante”. (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York de 2007)

Para salvar a más personas, tengo que estudiar bien el Fa. Por lo tanto, leía dos lecciones de Zhuan Falun y otros materiales de Dafa diariamente. Mi misión es salvar a la gente y nada me impedirá cumplir mi tarea.

Todos merecen saber la verdad

Shifu dijo:

“De hecho, la misericordia es una energía enorme, es la energía de los dioses rectos. Cuanta más misericordia haya, mayor se vuelve esta energía y más puede desintegrar todo lo que no es bueno”. (Enseñando el Fa en el Fahui interncional de Washington DC 2009)

Cuando me acerco a la gente, mi corazón se llena de bondad y trato de hablar en base a su experiencia.

Probablemente los de la generación más vieja han experimentado los horrores del partido que datan de la revolución cultural. Por lo tanto, imparto los fundamentos de Dafa, y luego hablo de la historia del partido comunista chino (PCCh). Me refiero a los años de las campañas del partido, la revolución cultural, la masacre de Tiananmen, la persecución de Falun Dafa, entre otras fechorías. La mayoría de estas personas reconocen la verdad de lo que estoy diciendo y renuncian al PCCh y a sus organizaciones juveniles.

Cuando las personas son de la generación más joven o de mediana edad, me concentro en la corrupción de la sociedad, los productos alimenticios venenosos y los funcionarios sin escrúpulos. Después de eso, cambio el tema a Falun Dafa. La mayoría abandonará el partido y aceptará los materiales informativos de Dafa.

No escojo ni elijo a la gente, porque todo el mundo merece saber la verdad.

Un día un hombre me amenazó: "¿Cómo te atreves a hablarme de esto? ¡Puedo llevarte a la comisaría!”.

Respondí: "Donde quiera que me lleves, sabrán distinguir lo bueno de lo malo. Cultivo Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y no soy una mala persona”. Me dijo que me fuera y no me haría daño.

Me he cultivado por alrededor de veinte años. Siempre que he enfrentado dificultades o ye de enfermedad, sería más diligente en estudiar el Fa y hacer los ejercicios. Además, envié pensamientos rectos para eliminar sustancias que me perseguían o interferían. La mayoría de las veces, me recuperé en unos dos días.