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Mujer de Shanghái muere 9 meses después de ser liberada por tratamiento médico

Jun. 21, 2017 |   Por un corresponsal de Minghui en Shanghai

(Minghui.org) Una mujer de 65 años de edad de Shanghái murió nueve meses después de ser liberada bajo tratamiento médico mientras cumplía una sentencia de 6.5 años por negarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino.

La familia de la Sra. Bai Gendi sospecha que su muerte es el resultado directo de las torturas y drogas que recibió en la prisión. Ella le dijo a sus seres queridos antes de ser liberada: “Quieren que muera para que ya no pueda salvar a la gente”. Por “salvar a la gente”, la Sra. Bai se refería a informar al público sobre la persecución a Falun Gong.

Sra. Bao Gendi.

Como ninguna ley criminalizaa Falun Gong, la Sra. Bai nunca vaciló en su fe ni dejó de hablar con la gente sobre la persecución. Por esto, fue forzada a pagar caro. Antes de su último arresto, ya había estado dos veces en campos de trabajo forzado por un total de 5 años y una vez le dieron una sentencia de 4.5 años en prisión.

La última vez que la arrestaron fue el 10 de septiembre de 2012 y fue sentenciada a prisión el 3 de mayo de 2013. El 24 de agosto de 2016 fue llevada de emergencia, y poco después la liberaron por tratamiento médico. Murió el 15 de junio de 2017.

Torturada y drogada

Desde el momento en que la Sra. Bai fue llevada a la prisión de mujeres de Shanghái, a mediados de 2013, fue sometida a torturas y abusos.

El 24 de agosto de 2016, las cosas dieron un giro para peor cuando la llevaron de emergencia y la hospitalizaron por varios días. Las autoridades de la prisión dijeron que se cayó de una silla y por eso tenía un tajo en la cabeza. Su familia notó que parecía más un corte quirúrgico que la herida de un accidente. Ellos pidieron ver las grabaciones de seguridad pero se lo negaron.

La Sra. Bai le contó a su familia lo que le pasó después de ser liberada por tratamiento médico. El día antes de que la llevaran de emergencia, los guardias trasladaron a todos los reclusos a otra celda. La mañana siguiente ella desayunó sola. Pronto se sintió mareada y perdió la conciencia. Cuando recuperó su lucidez, ya estaba en el hospital.

Ella no tenía dudas de que la drogaron. Años atrás, cuando estuvo encarcelada en la misma prisión, tenía palpitaciones en el corazón y se sentía mareada después de cada comida. Un vigilante de buen corazón luego le dijo que su comida había sido mezclada con drogas.

Esta última vez prestó suma atención a la comida que le daban. Cada recluso recibía una caja individual, pero el arroz y la sopa venían en potes grandes para que todos se sirvan de ahí. Se dio cuenta de que se sentía incómoda cada vez que comía su porción de comida individual, así que dejó de comerla y solo comía el arroz y la sopa. Luego, sus síntomas desaparecían. Ella hizo esto varias veces y experimentó lo mismo cada vez.

La Sra. Bai sospechaba que los guardias agregaron dosis más pesadas de drogas en el desayuno ese día, porque se sentía mucho más incómoda que las otras veces.

Consecuencias fatales

El 30 de septiembre de 2016, la Sra. Bai tenía fuertes dolores de cabeza y se la llevaron de emergencia al hospital. Después que le dieron el alta al día siguiente, su estado continuó empeorando. A veces confundía su casa con la prisión y no podía comer bien. Su familia sospechaba que quizás ella pensaba que la comida hecha en casa era la misma que la comida envenenada que le daban en prisión.

El 30 de noviembre tuvo otro episodio de fuertes dolores de cabeza, esta vez acompañada por contracciones en la cara.La hospitalizaron por dos semanas.

El tercer episodio ocurrió el 28 de diciembre, y entró en coma. El 7 de enero de 2017 la trasladaron a un hospital de rehabilitación. A los tres días recuperó su conciencia, y su familia la escuchaba repetir las mismas palabras “Me quieren matar para que no pueda salvar a la gente”.

Poco después la Sra. Bai entró en coma de nuevo. El 22 de febrero de 2017, cinco personas del buró judicial de Shanghái fueron a hablar con sus médicos, estuvieron media hora. Uno de los agentes intentó grabar un video de ella pero la familia lo detuvo.

El 15 de junio de 2017 la Sra. Bai falleció.