(Minghui.org) Según los datos compilados por Minghui.org en 2016, un total de 218 practicantes fueron sentenciados a prisión en la ciudad de Dadong, provincia de Liaoning; también 428 incidentes de practicantes enviados a campos de trabajo forzado y 596 detenciones. En marzo y abril de 2017, el departamento de policía también colaboró con el comité residencial local para acosar  a otros practicantes.

Los practicantes fueron sometidos a una serie de métodos brutales de torturas, 56 de los cuales se registraron en diversos pueblos y distritos de la ciudad de Dadong. Aquí, hacemos un resumen de los métodos de tortura usados para perseguir a los practicantes allí, en Dadong, desde 1999.

Debido al bloqueo de la información del PCCh, los tipos de métodos de tortura no se pueden reportar en tiempo y forma, y tampoco está disponible toda la información.

Golpizas

Algunos practicantes fueron golpeados, muchas veces con cintos, tablas de bambú, y otros objetos. Algunos policías les dieron puñetazos en la cara a los practicantes.

El 30 de noviembre de 1999, ocho practicantes se levantaron a la mañana para hacer los ejercicios de Falun Gong y recibieron una golpiza por parte de los policías. A algunos les bajaron los pantalones y los golpearon con tablas de bambú hasta que estas se rompieron. Muchos sufrieron hemorragia del recto después de eso.

Cuando los practicantes se desmayaban, los policías les echaban agua fría hasta que recobraban su conciencia. A pesar de haber sido golpeado hasta este punto, una practicante veinteañera fue esposada y forzada a realizar trabajo manual. No le permitieron comer ni dormir si no completaba la tarea asignada.

Al Sr. Li Xingliang, practicante de Donggang, después de ser arrestado lo golpearon con cables y un látigo de cuero hasta que llegó a la prisión. Vomitó una gran cantidad de sangre mientras le continuaban pegando.

El 22 de diciembre de 2009, arrestaron al Sr. Zou Jiling. Para forzarlo a dar nombres de otros practicantes, la policía lo golpeó en la cabeza. Cuando se negó, lo esposaron y lo siguieron golpeando más duramente.

Quemaduras

Quemar la piel con cigarillos y encendedores es otro método usado por muchos policías. Al Sr. Jiao Lin, practicante de Fengcheng, le quemaron su quijada; al Sr. Zou Jiling le quemaron su nariz. El Sr. Qi Jikang, en sus setenta, fue arrestado y detenido. Fue forzado a sentarse afuera del baño por un año y le quemaron sus pies con un encendedor.

Representación de la tortura “Quemado con colillas de cigarrillo”.

Esposas

Muchas veces esposan a los practicantes en posturas extremadamente dolorosas, a veces a tuberías de calefacción.

La Sra. Liu Yanjun, practicante de Donggang fue arrestada y llevada a un hotel. Los policías la tiraron al suelo. Uno de ellos saltó encima de ella para tirar sus brazos detrás de su espalda, y esposarla en esa posición. Se escuchó como se quebraron sus huesos. Como resultado de este abuso quedó parcialmente paralizada y solo se recuperó medio año más tarde. Alguien que torturado de esta manera aunque sea por unos minutos, puede quedar con discapacidad permanente en los brazos.

Representación de la tortura “esposado por la espalda”

El Sr. Zhang Hai fue sometido al mismo abuso. Sin embargo, para torturarlo aún más después de que se negara a dar un falso testimonio contra la Sra. Liu, los policías colocaron más objetos entre las esposas.

Representación de la tortura “Esposado por la espalda con objetos insertados”.

El Sr. Li Xinliang fue arrestado el 4 de abril de 2004, y encerrado en una celda de metal donde solo los dedos de sus pies tocaban el suelo. Fue interrogado y no le permitieron dormir ni beber.

Representación de la tortura “encerrado en una celda de metal”.

El Sr. Chen Xiping fue esposado a una tubería de calefacción por dos horas y solo los dedos de sus pies tocaban el suelo.

La Sra. Leng Dongmei fue esposada con una esposa especial que ataba sus manos y pies juntos. No podía enderezar ni doblar la espalda. Tenía que arrastrar un pie a la vez para poder caminar. Ocho días después le quitaron las esposas, y casi se desmaya del dolor cuando enderezó su espalda.

Insertando objetos

A los practicantes les insertan objetos como astillas y agujas. Al Sr. Qi Jikang le insertaron agujas mientras que a otro practicante, el Sr. Sun Hongbin, lo sometieron al método llamado “cepillo de dientes taladrando los dedos”, donde un recluso sostiene sus dedos juntos mientras que otro baja su mano y taladra el espacio entre las uñas y la piel con una varilla de cepillos de dientes. La piel allí se rompe y sangra.

Representación de la tortura “Insertando agujas en las uñas”.

Echando agua

Al Sr. Qi Jikang le echaron agua en sus oídos. Al Sr. Li Xinliang, otro practicante, lo tiraron dentro de una cuenca de agua fría por unas cuantas horas. Luego lo sacaron para seguir torturándolo y lo volvieron a tirar dentro de la cuenca. Esto duró toda la noche.

Al Sr. Song Ji le sacaron la ropa y lo tiraron al piso del baño. Dos reclusos luego le echaron agua fría encima, casi causando que se sofoque mientras perdía la conciencia.

Representación de la tortura “ráfaga de agua con alta presión”.

Descargas eléctricas con picanas

A la Sra. Zhang Wei la electrocutaron con picanas de alto voltaje por casi 40 minutos. Otro practicante fue electrocutado con picanas cuando la policía lo arrestó. Sus manos quedaron moradas como resultado.

Alimentación forzada

El Sr. Wang Qiang fue golpeado hasta que sus muslos se hincharon casi del tamaño de su cintura. Cuando hizo una huelga de hambre, la policía usó pinzas para abrir su boca, causando que sangre.

Representación de la tortura “Abriendo la boca con pinzas para alimentación forzada”.

Inyección de drogas desconocidas

La Sra. Chu Huakun fue una de las practicantes golpeadas en el centro de detención cuando intentó hacer los ejercicios de Falun Gong. Después de ser liberada del centro de detención, fue enviada a un hospital mental y le inyectaron drogas desconocidas. Luego de ser liberada, no respondía y hablaba casi nada. Nunca se recuperó completamente de los efectos de las inyecciones, y frecuentemente tiene dolores de cabeza y cojera.

Otros métodos de tortura

La Sra. Xiu Jinqiu fue interrogada y le esposaron sus manos y pies a una silla de metal por largo tiempo. Durante este periodo, un joven oficial vino y se paró sobre sus pies y dedos hinchados, dejando sus uñas moradas.

Ocho reclusos se apilaron encima del Sr. Sun Hongbin. Lo torturaron así dos veces por 10 minutos cada vez. Ambas veces se desmayó.

A la Sra. Zhang Wei la forzaron a quedarse parada después que le aplicaran descargas eléctricas con picanas. Tenía que hacer equilibro con una vasija de agua en cada mano. Para la postura de caballo, tenía que pararse de puntas de pies con sus brazos estirados al frente.

Representación de la tortura “Parada en postura de caballo”.

Sabiendo que los practicantes de Falun Gong no fuman, los policías muchas veces les meten cigarrillos en las narices. Esto causa que les salga un líquido verde de sus narices e induce el vómito. El Sr. Lang Qingsheng fue sometido a esta tortura por varias horas.

Representación de la tortura “Metiendo cigarrillos en la nariz”.

Dos policías forzaron a la Sra. Song Guixiang a caminar alrededor de la prisión arrastrando un bloque de metal encadenado a sus piernas con una argolla. Le pegaban si se paraba de mover.

Después de solo unos pasos la argolla perforó su piel. Cuando completó una vuelta, le encadenaron sus extremidades por seis días, y no le permitieron moverse. Esta tortura causó que sus articulaciones se endurezcan y que el cuerpo se adormezca. Sus heridas se infectaron y le dejaron cicatrices enormes.

Las manos y pies del Sr. Zheng Ziyang fueron atados a la estructura de una cama. No le permitieron ir al baño. Estando encadenado, no podía dormir y tenía que soportar el frío sin nada para cubrirse. Realizó una huelga de hambre. Al cuarto día, por la nariz le salía un líquido amarillo y rojo. Lo alimentaron a la fuerza y le golpearon la cabeza al día siguiente.

Otros métodos de tortura reportados incluyen hacer sentar al practicante en el “banco del tigre”, tirar de las orejas, arrastrar por el piso, encerrarlos en habitaciones venenosas, y estirarles las cuatro extremidades.

La tortura de estirarles los brazos hacia arriba causa que las manos se pongan moradas, se adormezcan y debiliten después de 30 minutos. Cuando pasaba esto, la policía liberaba los brazos, los dejaba caer de repente, causándoles un fuerte dolor. Luego el policía golpeaba el brazo afectado repetidamente hasta que quedara rojo y la circulación de la sangre regresaba. Cuando el brazo estaba normal, la tortura se repetía.