(Minghui.org) La señora Shang Yushen, una practicante de Falun Gong de la ciudad de Hengshui, provincia de Hebei, permanece recluida en el centro de detención de esa localidad.

La torturaron, le colocaron esposas y grilletes y la forzaron a dormir sobre el piso de hormigón.

El 15 de abril de 2017 oficiales de la comisaría de la ciudad de Shenzhou la arrestaron en el condado de Anping, Hengshui, por hablar con la gente sobre Falun Gong. Los policías de la comisaría de Hexi, Hengshui, saquearon su casa y confiscaron sus pertenencias.

La primera reclusión de la señora Shang se llevó a cabo en el centro de detención de Shenzhou, y luego, el 18 de abril, la transfirieron al de Hengshui.

El 5 de mayo su abogado la visitó y le dijeron que había sido maltratada porque la mujer no quería usar el uniforme de la prisión y no haría el trabajo forzado.

Antes de empezar a practicar Falun Gong, la señora Shang tenía  fibromas uterinos e hinchazón corporal. Aunque estaba enferma y tenía poco dinero, debía mantener a la madre, así como también a la hija, que estaba por ir a la universidad.

Después que comenzó a hacerlo, vivió de acuerdo a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser una buena persona. Gradualmente sus enfermedades desaparecieron y se convirtió en una persona sana y amable.

Shang aprecia mucho que Falun Gong haya salvado su vida, y le cuenta a todo el mundo de lo maravillosa que es la disciplina y cómo el partido comunista chino persigue a las personas que lo practican.