(Minghui.org) La persecución de Falun Gong ha resultado en retribución para muchas personas que han participado. Muchas de las personas encargadas de hacer cumplir la ley y el poder judicial han sido utilizadas por el PCCh para perseguir ilegalmente a los practicantes de Falun Gong. Sus acciones han traído desastres a ellos y sus familias.

Sin embargo, algunas personas en estas áreas de trabajo se oponen a la persecución después de entender los hechos de Falun Gong y han ayudado a los practicantes de todas las formas posibles.

Tratados mejor de lo esperado

Practico Falun Gong y la policía me llevó a un centro de detención por mi creencia.

Nunca había estado expuesto a un ambiente tan espantoso como el centro de detención. Unos cuantos criminales sospechosos fueron llevados al centro de detención casi al mismo tiempo que yo. Un guardia de servicio empezó a asignar celdas a los recién llegados. De repente, me detuvieron y me dijeron: "Espera aquí".

¿Qué iba a hacer conmigo? Después de un rato, él dijo: "Sé que eres una buena persona, así que haré un arreglo especial para ti. Hay una celda donde esto será relativamente más fácil para ti. Puedes quedarte ahí”.

Más tarde supe que la celda a la que se refería se asignaba normalmente a personas de un estatus social más elevado. Cualquiera que se quedara allí tendría que pagar una cantidad considerable de dinero a los directores del centro de detención, pero yo no tenía que hacerlo. Estos tipos de sobornos son una fuente importante de ingresos para el personal del centro de detención.

Protegido por un guardia del centro de detención

Otro guardia en el centro de detención era una persona buena y honesta. No fue hasta mi segundo día en el centro que este guardia se dio cuenta de que había varios practicantes de Falun Gong entre los recién llegados.

Según las reglas del centro de detención, los practicantes deben ser tratados de manera más estricta que los delincuentes, pero este guardia fue muy amable con los practicantes. Aunque a los detenidos no se les permitió hablar entre ellos o compartir alimentos o bocadillos, este guardia nos pasó comida y meriendas y no nos impidió hablar entre nosotros.

En una ocasión, me llevó a su oficina y me ofreció una taza de té. Luego me preguntó por Falun Gong, por qué el PCCh nos persigue y por qué los practicantes se niegan a renunciar a su creencia. Le conté todo sobre Falun Gong y le respondí todas sus preguntas.

Guardia me permite salir de mi celda desatendida

Los guardias del centro de detención tenían que vigilar personalmente las cosas en lugar de usar cámaras de vigilancia. Cuando quería dar un paseo por el patio, lo tenía que pedir al guardia de servicio. Algunos de ellos me permitieron salir de mi celda e incluso charlaban conmigo.

Un guardia que se había retirado del ejército disfrutaba hablar conmigo. Él me dejaba salir de la celda cuando estaba en turno de noche, y a veces traía comida de casa para compartir conmigo. Cuando yo quería visitar a otros practicantes, salía de la celda les hablaba y les animaba a apoyarse mutuamente. Él nunca interfirió conmigo.

Estos guardias me trataron muy bien, no porque les ofreciera regalos o sobornos. Fue porque la justicia humana, la bondad y un poco de naturaleza fo todavía existe en sus corazones, y naturalmente eran capaces de resistirse a las viejas fuerzas y tratarme bien.

Estas personas se han beneficiado de su bondad con los practicantes de Falun Gong.