(Minghui.org) Estaba en un autobús de regreso a mi pueblo en marzo, y aproveché la oportunidad para contarle a la gente sobre Falun Gong y la persecución.

En el primer autobús no había muchos pasajeros, hasta que la gente de otro autobús subió. Le di a todos volantes con información sobre Falun Gong mientras subían. Una vez que todos se sentaron, comencé a hablar.

“Buenas tardes a todos”, dije. “¡Qué hermosa oportunidad tengo hoy de hablar con ustedes. Me gustaría contarles sobre Falun Gong. Como practicantes, seguimos los principios de Verda-Benevolencia-Tolerancia en nuestras vidas diarias. Nuestra meta es mejorarnos a nosotros mismos y ser buenas personas. Hemos experimentado mejoras en nuestra salud y ahora entendemos el propósito de nuestras vidas”.

Les conté sobre cómo el partido comunista propagó mentiras, incluyendo la farsa de la auto-inmolación en la plaza Tiananmen, en un intento de justificar la persecución.

“¿Pero han visto lo que está pasando ahora? Muchos funcionarios de alto rango, como Zhu Yongkang, Bo Xilai, Xu Caihou, Guo Boxiong y Li Dongsheng han sido arrestados. Creemos que estos ex funcionarios están recibiendo retribución por su rol en la persecución a Falun Gong”, dije.

Un pasajero se paró y me interrumpió. “Es verdad, los practicantes de Falun Gong son todas buenas personas. A mi me pusieron en un centro de detención por estar en una pelea, y me detuvieron con varios practicantes. Yo era el prisionero líder y los guardias me decían que les pegue a los practicantes. Yo me negué - ¡No! ¿Quién haría ese tipo de cosas hoy en día? Los guardias tampoco pegan a los practicantes ya”.

Este pasajero luego me dijo: “Si me das más volantes, yo los repartiré para ti”.

Los pasajeros leyeron los materiales que les di, incluso el conductor del autobús me pidió uno.