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Dejando ir la arrogancia

Abr. 7, 2017 |   Por Sheng Mei, una practicante de Falun Dafa de China

(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1998. Al principio, promovía la práctica diligentemente y prestaba atención a cultivar mi xinxing. Después de que comenzó la persecución, empecé a vacilar. Cada vez que caía, Shifu me ayudaba a levantarme, hasta que finalmente desperté y me convertí en una cultivadora firme y verdadera.

Soberbia y arrogancia

Mientras crecía, solía estar a cargo de muchos asuntos de la familia, desde comprar cosas para mis padres hasta defender a mi hermana pequeña cuando estaba maltratada.

Como practicante, me encargaba de traer el reproductor de audio al sitio de práctica, les enseñaba los ejercicios a los nuevos practicantes, organizaba las conferencias de intercambio de experiencias de cultivación y era la principal persona de contacto.

Después del inicio del período de la rectificación del Fa, conseguía de otras ciudades los nuevos artículos de Shifu. Siempre había un proyecto de Dafa en donde me pedían participar.

Después de involucrarme por largo tiempo en todo tipo de actividades de Dafa, desarrollé el apego a la arrogancia. Me veía como la persona a cargo y no permitía ser cuestionada por otros practicantes. Mis compañeros no se atrevían a señalar mis apegos delante de mí. Cuando discutíamos, afirmaba que su iluminación era malvada, lo que causaba un impacto negativo entre los practicantes.

Evocando aquellos tiempos, recordé cómo trataba a los practicantes y cómo imponía mi voluntad. Ahora, me doy cuenta que era infantil y ridícula –era soberbia y llena de arrogancia.

Cambiando pensamientos, actitudes y comportamiento

Shifu reconoció mi problema y arregló que una practicante de otra ciudad me despertara. Ella me dijo que muchos practicantes locales se quejaron de mí, lo que me sorprendió profundamente. Compartió conmigo pacientemente y finalmente me di cuenta de mis apegos y de sus consecuencias y daños en nuestro ambiente local de cultivación.

Otra practicante me habló cuando se encontraba a punto de cambiarse a otra provincia. Ella estaba preocupada por mí y me compartió compasivamente dónde creía que tenía que mejorar, señalando mis apegos.

Cuando vi el video de Shifu Enseñando el Fa a los practicantes australianos, me di cuenta que mis apegos eran muy fuertes y que la situación era grave. Envié pensamientos rectos y decidí eliminarlos, incluyendo el pensamiento que era mejor que otros y la arrogancia.

Después, soñé que Shifu me limpiaba y eliminaba muchas sustancias malas. Poco a poco, pude hablar de las cosas con otros practicantes, en armonía. Logré compartir sin hablar con voz de mando. Les pedí disculpas a los practicantes a quienes había criticado y ellos me perdonaron.

Los practicantes de nuestra área fueron capaces de cooperar y hemos mejorado en nuestros esfuerzos de aclaración de la verdad. Sin embargo, tuve que seguir recordándome que nunca debo pensar que era mejor que los que me rodean, y sólo ver lo bueno en ellos.

Shifu nos da sabiduría

Ahora soy capaz de enfrentar diferentes tipos de comportamiento y compartir cuando hay diferentes opiniones. Ya no exijo que las personas me escuchen, y ya no utilizo las enseñanzas del Fa de Shifu para validar mi opinión.

Después de estudiar el Fa, me di cuenta de que las deficiencias de los compañeros practicantes son aspectos de una etapa de su cultivación. Shifu nos cuida a todos y arregla la cultivación de cada practicante. Si me toca ver sus deficiencias, comparto con ellos pero no me apego a tratar de cambiarlos. También podría significar que tengo que eliminar un apego y aprender a ser tolerante.

Cuando los practicantes no aclaran la verdad sobre Dafa de la manera en que pienso que deberían hacerlo, recuerdo que debo enviar pensamientos rectos para apoyarlos en vez de criticarlos.

Después de que una practicante con menos educación clarificó la verdad, no me pude contener y hablé con ella sobre los movimientos políticos del partido comunista chino (PCCh). Aunque sentía que sus conocimientos sobre historia de China habían mejorado, ella se sintió intimidada por mis consejos y dejó de hablar a la gente acerca de Dafa. He aprendido que cada practicante asume los esfuerzos de aclaración de la verdad de manera diferente.

Desde entonces, cuando los practicantes hablan a la gente sobre Falun Dafa, siempre los apoyo enviando pensamientos rectos. Ya no soy exigente acerca de la manera en que los practicantes aclaran la verdad. Mientras todos estamos en el Fa, Shifu nos dará sabiduría y van a ocurrir milagros.

Me siento alegre y ya no estoy cansada. Ya no me encargo de todo y dejo que cada practicante camine su propio sendero. Las cosas se pueden resolver por si mismas y Shifu le da a cada practicante la oportunidad para mejorar.