(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1998. Por suerte, después de tropezar en la cultivación, he sido capaz de avanzar y seguir adelante. Me gustaría compartir mi experiencia con otros practicantes con la esperanza de que pueda ayudar a quienes enfrentan obstáculos similares.

Cuando empecé a practicar Falun Dafa, podía soportar muchas dificultades. Por ejemplo, mientras hacía la meditación sentada, a pesar de tener mucho dolor, podía continuar sin bajar las piernas. Estudiaba el Fa muy diligentemente. Era estricto en la mejora del xinxing; tan pronto como surgía un mal pensamiento, era capaz de detectarlo y eliminarlo.

Después de que comenzó la persecución, los cimientos que había creado durante un año gracias al estudio del Fa me ayudó a mantener mi fe en Shifu y Dafa. Sin embargo, debido a que aún era un practicante bastante nuevo, y debido a mis apegos, tropecé dos veces.

El primer tropiezo estuvo relacionado con la lujuria. Siempre pensé que nunca fracasaría en este aspecto. Así que cuando realmente tropecé, parecía un sueño, me resultó difícil de creer que esto hubiera sucedido.

Después de caer, sentí mucho arrepentimiento, pero no pude superar este peso mental. Más tarde esta mentalidad causó bastantes problemas, hasta tal punto de ser perseguido, arrestado y encarcelado.

El segundo tropiezo ocurrió cuando fui encarcelado. Me privaron de sueño durante un largo período de tiempo. Finalmente, fui incapaz de mantener mis pensamientos rectos, y escribí las cuatro declaraciones (similares a las tres declaraciones) para renunciar a Falun Gong. El guardia incluso me hizo escribir: "Entrego mi honor".

Me di cuenta de que otros practicantes que también renunciaron a Falun Gong eran conscientes de sus errores, pero carecían del coraje para superar las consecuencias. Probablemente se debía a esa declaración.

Después de un tiempo, tuve el valor de ir a la oficina del director de la prisión para declarar que lo que había escrito estaba en contra de mi voluntad. Le aseguré que esas declaraciones quedaban anuladas. El director preguntó: "¿Dijiste que dabas tu honor?".

Le contesté: "No tengo el honor de un ser humano, sino el honor de un ser divino". El director no tuvo nada que decir.

El director nunca me causó ningún problema a partir de entonces. Logré pasar esta prueba de manera imperturbable, y abandoné cualquier obstáculo mental.

Sin embargo, no pude superar por completo las consecuencias del primer tropiezo, a pesar de que había sucedido hace mucho tiempo. Antes de que fallara la prueba de la lujuria, sentí que siempre estaba de buen humor. No importaba si hacía algo bien o mal, siempre lo traté con una actitud adecuada. Ahora sin embargo, no podía recuperar esta pureza en los pensamientos.

Cuando más frustrado me encontraba, todo tipo de malos pensamientos me inundaban, como: darme por vencido y desear explorar algunos sitios web pornográficos.

Yo sabía que esos pensamientos eran malos, y provenían del yeli de pensamiento. Sin embargo me controlaban cuando me sentía débil y en varias ocasiones me dejé llevar. Vacilaba entre el sentimiento de profunda decepción y la esperanza de ser capaz de atravesar la siguiente situación. Con muchos de estos altibajos, se convirtió en una prueba muy difícil para mí. Casi me destruyó y casi perdí toda esperanza.

Un día, me quedé observando dos niños peleando. A pesar de que la pelea era intensa, estaban tranquilos después de cinco minutos. Era como si no hubiera pasado nada.

Me conmoví mucho. Los niños son puros, y no conservan negatividad en sus corazones. Es sólo porque los adultos tenemos mentes muy complicadas que el impacto psicológico de una situación permanece con nosotros. Y este impacto psicológico puede hacer que uno siga cayendo y deje de ser diligente.

Un día, apareció frente a mí un artículo del sitio web Minghui, titulado "Los practicantes de Falun Dafa a los ojos de un ser iluminado". Este artículo mencionó que el motivo de los obstáculos mentales se debe a una falta de confianza en uno mismo, e implica a su vez una manifestación de falta de confianza en Shifu y Dafa. Esto es cierto.

Shifu dijo:

“No importa que hayas caído, no importa! ¡Levántate rápido!”

“Shifu no los abandonará, y no deben perder la confianza. Todavía hay oportunidades y te salvaré sin importar qué. Ahora, ¿sigues sin tener confianza?” (Exponiendo el Fa durante el festival de la Linterna, 2003)

Me dije: "¡He encontrado la raíz del problema! Debo tener confianza en mí mismo. Debo creer en Shifu y en Dafa. El peso psicológico es un apego, y debo dejarlo ir". Sentí una ligereza en mi corazón que nunca había experimentado antes.

Aunque me tomó bastante tiempo romper con este obstáculo mental, realmente llegué a re- encontrarme con el sentimiento experimentado al comienzo de mi cultivación. La cultivación ya no es una carga para mí. Pude sentarme en meditación otra vez ayer. Yo sabía que el Maestro me estaba alentando. Él nunca ha renunciado a mí.

En las formas de cultivación del pasado, cuando uno cometía un gran error, uno ya no podía seguir cultivándose. Si podemos superar nuestros propios obstáculos mentales y levantarnos rápidamente después de caer, entonces nada puede detenernos en nuestro camino de cultivación. ¿No es esto lo que estamos dejando para los futuros cultivadores? Entonces, ¿no resulta algo aparentemente malo ser bueno?