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La 'Comisión Internacional para la Libertad Religiosa de EE.UU' declara que los practicantes de Falun Gong sufren sustracción forzada de órganos en China

Abr. 30, 2017

(Minghui.org) La 'Comisión Internacional para la Libertad Religiosa de EE.UU. (USCIRF)', publicó su informe anual sobre 2017, el 26 de abril. China sigue perteneciendo a la lista de países que provocan especial preocupación (conocida como CPC). El informe deja constancia de que los practicantes de Falun Gong continúan siendo gravemente perseguidos y sometidos a la sustracción forzada de sus órganos en China.

La 'USCIRF' indicó al Departamento de Estado un grupo de 10 países a los cuales se los denomina CPC (de especial preocupación), entre los que se encuentran China, Corea del Norte, Irán y Burma. Thomas Reese, S.J., Director de la USCIRF, manifestó que la libertad religiosa en todo el mundo continúa marchitándose.

El documento establece que el régimen chino continuó persiguiendo a budistas tibetanos, protestantes, católicos, uigures musulmanes y practicantes de Faluln Gong, durante 2016.

También mencionaba que Falun Gong se prohibió en China en 1999, y que “los practicantes han sido gravemente maltratados desde entonces. Son habitualmente confinados en campos de trabajos forzados, cárceles o desaparecen sin dejar rastro. Mientras permanecen detenidos, los practicantes de Falun Gong sufren abusos psiquiátricos, violaciones sexuales, torturas, experimentos médicos y sustracción forzada de órganos”.

“Un nuevo informe emitido en junio de 2016 por la 'Coalición Internacional para detener la sustracción de órganos en China' reveló que se realizan, cada año, entre 60.000 y 100.000 trasplantes de órganos en dicho país, mientras que el gobierno chino declara que la cifra son 10.000, lo cual es una discrepancia alarmante”. Habitualmente, los órganos son sustraídos a donantes sin su consentimiento. Los ejecutados son en su mayoría practicantes de Falun Gong que son detenidos y encarcelados previamente, aunque también hay individuos de otras creencias, tales como uigures musulmanes, budistas tibetanos y cristianos”.

El dossier también destacaba ejemplos de practicantes de Falun Gong que el régimen chino toma como principales objetivos, como Zhiwen Wang, un coordinador de la antigua Asociación de Falun Dafa en Beijing y Anastasia Lin, 'Miss Mundo' por Canadá.

En sus páginas describía como: “Zhiwen Wang, un practicante de Falun Gong que fue perseguido y había permanecido encarcelado durante 15 años, fue liberado en 2014. En aquel entonces, el estado chino impidió que recibiera la atención médica necesaria y que se reencontrara con su familia en EE.UU. En 2016, le concedieron el pasaporte y el visado para viajar a EE.UU. pero un agente de aduanas anuló su pasaporte. Esto sucedió después de que la policía china y agentes secretos estuvieron acosando e intimidando a Zhiwen y a sus familiares durante varios días”.

“Por segundo año consecutivo, en 2016, las autoridades chinas intentaron anular el derecho otorgado por nacer en China a Anastasia Lin, practicante de Falun Gong, denegándole el visado y prohibiéndole la entrada en China continental cuando allí se celebraba la competición 'Miss Mundo 2015'. Volvió a entrar en competición al año siguiente, en 'Miss Mundo 2016' que se celebró en Washington D.C. pero tanto los periodistas chinos como sus acompañantes la atosigaron sin darle un minuto de tregua. Las autoridades del concurso no le dejaron mostrar su habilidad de expresión cuando habló a los medios y le prohibieron que asistiera a la proyección de 'The Bleeding Edge”, una película que trata sobre la sustracción forzada de órganos, que ella protagoniza.

Además, se especificaba en dicho informe que el régimen está usando 'mano dura' con los abogados de Derechos Humanos: “Durante 2016, el estado chino reforzó la 'mano dura' empleada con los abogados y otros defensores de los Derechos Humanos. En el momento en que se está redactando este escrito, el abogado de Derechos Humanos Jiang Tianyong permanece retenido con paradero desconocido después de que las autoridades chinas lo detuvieran en noviembre de 2016 bajo la sospecha de supuesta conspiración”.

“En diciembre de 2016, un grupo de expertos de la ONU solicitó al estado chino que investigara el paradero de Jiang y expresó su preocupación debido a que su labor en defensa de los Derechos Humanos (representando a tibetanos, practicantes de Falun Gong y otros) lo hacía correr el riesgo de ser golpeado y torturado por la policía”.