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Mis compañeros de trabajo ven la bondad de Falun Dafa

Abr. 3, 2017 |   Por Qing Xin, una practicante de Falun Dafa de China

(Minghui.org) Tengo 51 años y empecé a practicar Falun Dafa en mayo de 1996. Antes de practicar, estaba atribulada por muchas enfermedades: hepatitis B, agrandamiento del hígado y del bazo, artritis, endometriosis, tinnitus, insomnio, hipotensión, mareo, inflamación de los tendones y otras.

No podía hacer ningún trabajo que implicaba esfuerzo físico y frecuentemente contraía resfriados. Me cansaba fácilmente y estaba letárgica todo el tiempo. Me sentía sin esperanza.

Al no tener a mi madre que me enseñara, crecí egoísta, terca y me irritaba fácilmente, lo que causaba mucha tensión en mi familia.

Después de leer Zhuan Falun y otros libros de Dafa, aprendí a comportarme de acuerdo a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y también empecé a hacer los ejercicios.

Me recuperé pronto y, desde entonces, he disfrutado de buena salud. Tengo mucha energía y mi cuerpo se siente ligero. No he necesitado ni una sola dosis de medicina. Mi temperamento cambió también y me convertí en una persona extrovertida y alegre.

Los compañeros de trabajo pueden ver los cambios en mí por practicar Dafa

En el invierno de 1997, muchos compañeros de trabajo contrajeron gripe. Cinco de los colegas de mi oficina sufrieron fiebre y tos. Para controlar el virus contagioso, algunos hirvieron vinagre en la oficina.

Mis compañeros de trabajo sabían que practicaba Falun Dafa. Un compañero que tenía su escritorio en frente del mío, dijo: "Si en esta ocasión puedes evitar, de alguna manera, contagiarte estaré convencido y yo mismo practicaré Falun Dafa".

El contagio no me afectó en absoluto, y él comenzó a aprender Dafa conmigo, durante el almuerzo. Pronto, dejó de fumar a pesar de que había sido adicto durante varias décadas, y ahora goza de buena salud.

Otros cinco compañeros de trabajo comenzaron a practicar Dafa después de ver mi transformación positiva, y todos llegaban a mi oficina para la práctica grupal diaria, durante el almuerzo.

Pronto después, el régimen comunista, bajo Jiang Zemin, lanzó la brutal persecución en contra de los practicantes de Falun Dafa. Si no hubiera sido por la persecución, habría habido más gente practicando Dafa.

Shifu nos dijo:

“Y, si eres un trabajador, también debes hacer bien tu trabajo y ganar tu sueldo y bonificaciones, ¿correcto? Esto es porque un practicante debe demostrar que es una buena persona, dondequiera que esté” [traducción provisional]. (Enseñando el Fa y contestando preguntas en Guangzhou, Zhuan Falun Fajie – Explicando la Ley de Zhuan Falun)

Siguiendo las enseñanzas de Shifu, he trabajado diligentemente y no le he dado importancia a la ganancia personal. No he escatimado ningún esfuerzo para completar a tiempo las tareas urgentes y, con frecuencia, trabajé tiempo extra sin paga adicional.

Una compañera de trabajo me dijo: "Trabajas con seriedad y nunca te quejas de dificultades o de otros compañeros de trabajo. En una ocasión, el Director General nos dijo a todos que sería mucho mejor para nuestro lugar de trabajo, si todos los empleados seguieran tu ejemplo".

Otra compañera de trabajo, que había trabajado conmigo por más de diez años, me dijo una vez: "Durante todos los años que hemos trabajado juntas, nunca hemos tenido ni un solo incidente. Es porque eres siempre muy amable y siempre tomas el camino recto. Admiro tu noble personalidad y aprendo mucho de ti".

Le dije: "Falun Dafa requiere que los practicantes sean considerados con los demás y que busquen adentro sus propias deficiencias ante cualquier conflicto". Después, recité el poema de Shifu “Ser un humano” de Hong Yin:

“Quien vive por fama tendrá ira y odio toda su vida,
quien vive por ganancias no reconocerá a sus familiares;
quien vive por qing creará preocupaciones a sí mismo,
peleándose amargamente entre sí, creará ye durante toda su vida.
Sin buscar fama, se obtiene reposo,
sin perseguir ganancia, se es hombre benevolente y justo;
sin conmoverse por el qing, un corazón limpio con pocos deseos,
cultivándose bien a uno mismo, acumulará de a lo largo de la vida”.

Ella asintió con la cabeza.

También, por practicar Dafa, me veo mucho más joven que la gente de mi edad. Mis compañeros de trabajo a menudo me dicen con envidia: "Te ves aún más joven que hace muchos años. ¿Tiene que ver con tu práctica de Falun Dafa?". Les respondo con una sonrisa: "Exactamente. Leo los libros de Dafa y hago los ejercicios de Dafa todos los días".

Tomando el dinero ligeramente para una familia armoniosa

Mi padre y mi madrastra tenían varias residencias en la ciudad. Cerca del final de 2014, mi padre vendió la casa donde crecí. Tenía muchos gratos recuerdos de la infancia relacionados con la casa y traté de comprársela a mi padre por el mismo precio que solicitaba a los demás, pero él se la vendió a otra persona.

Estaba furiosa y consulté a mi abogado. Me informó que, según la ley y los reglamentos locales, tenía el derecho a la mitad de la propiedad y, consecuentemente, a la mitad de las ganancias. Algunos familiares incluso me instaron a llevar el asunto ante los tribunales.

Me calmé y me di cuenta que no podía dejar que las emociones humanas dirigieran mi vida de esa manera. Inmediatamente compartí con otra practicante acerca de lo que me estaba molestando. Ella sugirió que estudiara el Fa intensivamente y que tomara ligeramente la ganancia personal.

Despertada por las palabras de la practicante, recordé el poema de Shifu, "Ser un humano" de Hong Yin:

“Quien vive por fama tendrá ira y odio toda su vida,
quien vive por ganancias no reconocerá a sus familiares”.

Shifu también nos dijo en Zhuan Falun:

“Te digo una verdad: todo el proceso de la cultivación del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones humanos de apego. En la sociedad humana común, el hombre compite y pelea uno contra otro, engaña o trata de ganarles a otros en astucia y lastima a otros por estos pocos beneficios personales; hay que dejar todos estos corazones. En especial, aquellos que hoy están aprendiendo gong aun más tienen que dejar estos corazones”.

Recité estas enseñanzas de Dafa y me dije que soltara el apego a la casa. Debería ser una buena persona que se guía según los altos estándares de un practicante, no una que renuncia a la virtud por un beneficio personal.

Finalmente, pude tomar el asunto ligeramente y mi familia regresó a la armonía. En el proceso, mi padre y mi madrasta se convencieron aún más que Falun Dafa es bueno. La situación hubiera sido totalmente diferente si no practicara Dafa.